Lado B
Lectura, un ejercicio para el cerebro con múltiples beneficios
Leer estimula la actividad cerebral y fortalece las conexiones neuronales, retarda y previene la pérdida de memoria, y permite al lector ser más creativo
Por Lado B @ladobemx
05 de mayo, 2015
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Foto: Dooder | shutterstock.com/

Óscar Galicia | Prensa Ibero

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Leer estimula la actividad cerebral y fortalece las conexiones neuronales, retarda y previene la pérdida de memoria, y permite al lector ser más imaginativo y creativo.

El doctor Óscar Galicia, jefe del laboratorio de procesos básicos e investigación en neurociencias y académico del Departamento de Psicología de la Universidad Iberoamericana, recordó que la lectura ha cambiado para siempre la manera en la que los seres humanos percibimos al mundo, y ha permitido la existencia de la cultura.

[quote_right]“Tenemos el mismo cerebro que tenía el homo sapiens hace 150 mil años, pero gracias a la lectura y el lenguaje está organizado de manera distinta. El desarrollo extraordinario de las letras sin duda ha cambiado la forma de organización del cerebro…»[/quote_right]

“Tenemos el mismo cerebro que tenía el homo sapiens hace 150 mil años, pero gracias a la lectura y el lenguaje está organizado de manera distinta. El desarrollo extraordinario de las letras sin duda ha cambiado la forma de organización del cerebro, de tal forma que, por ejemplo, formamos categorías sobre las cosas, y a partir de ello trabajamos y creamos imágenes mentales”, contó Galicia.

Sobre este punto, recordó que el área del cerebro más involucrada en la lectura es la corteza prefrontal, la cual permite imaginar: “Esto es, al lograr la traducción automática de las palabras a imágenes mentales. Cuando un libro describe una imagen, o un sentimiento, nuestro lóbulo frontal nos permite ser capaces de recrearlo en nuestra mente”.

Cuando leemos, aseguro el especialista, activamos las mismas zonas cerebrales relacionadas con nuestra vista cotidiana, las que regulan sistemas relacionados con la generación o regulación de estados emotivos, la empatía y la imaginación.

“Incluso, se involucran sentidos como la audición: podemos oír las palabras, pese a sólo leerlas”, señaló.

Galicia recordó que la imaginación y la creatividad, catalizadas por la lectura constante, “nos permiten experimentar el mundo dentro de nuestro propio cerebro. Gracias a este proceso, yo puedo trabajar con el mundo sin necesidad de estar en contacto con él.

«Esto es de suma importancia, pues permite a los seres humanos reflexionar, pensar y aprender, sin tener que experimentar necesariamente”.

Mantener activas las facultades de creatividad e imaginación, sin embargo, implica “ejercitar” el cerebro de forma constante por medio de la lectura repetida: “Sí, la imaginación es quizá uno de los motores más importantes del pensamiento creativo humano, pero también se convierte en su peor pesadilla cuando no cuenta con suficiente actividad mental que la mantenga”, afirmó.

“La capacidad de lectura es una función cerebral que los seres humanos desarrollamos a lo largo de nuestra historia colectiva. Los seres humanos no estaban diseñados ni para hablar ni para leer: éstas son conductas que emergieron derivadas de la presión ambientar por contar con una comunicación más efectiva”, precisó el especialista en neurociencia.

Galicia destacó que la lectura, al estar en constante evolución, también adquiere una nueva connotación en tiempos actuales, pues trasciende el espacio y el tiempo, y permite a los seres humanos comunicarse pese a grandes distancias, por medio del simbolismo de las letras.

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