Lado B
La filosofía pacheca de Jis y Trino
Los creadores de personajes como el Santos y la Tetona Mendoza estuvieron en Puebla para hablar del cómic, el voto, la paternidad y las drogas
Por Ámbar Barrera @astrobruja_
31 de mayo, 2015
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Foto: Mayra Guarneros

Foto: Mayra Guarneros

Ámbar Barrera

@Dra_Caos

En los años 60, el pequeño José Trinidad Camacho y su hermano Alejandro esperaban con ansia cada domingo. Primero tenían que ir a misa. Esa era la parte difícil, pero al salir, su papá los llevaba por un elote. Esa era como la recompensa. Y la mejor parte del día era cuando después iban a un puesto de revistas donde podían escoger, cada uno, 3 comics. La única restricción era no comprar los de color café, porque según su papá, esos “son para los albañiles”, así que tenían que olvidarse de Kalimán y otros que les parecían atractivos sólo por ser prohibidos.

Cuando llegaban a su casa, los hermanos pasaban horas leyendo los comics y los releían toda la semana en espera del siguiente domingo, creando poco a poco una valiosísima colección de historietas de Archie y la Pequeña Lulú, entre otros.

Ese pequeño niño, casi 20 años después, a principios de los 80, comenzaría una amistad con José Ignacio Solórzano (ambos de Guadalajara) para convertirse en un futuro en los famosísimos moneros Jis y Trino, creadores del mundo del Santos y de personajes como  la Tetona Mendoza, el Peyote asesino, las Poquianchis del Espacio, los Zombis de Sahuayo y todo el universo de la Chora Interminable.

Ambos llenaron a reventar Bellas Artes en 1991, cuando La Jornada presentó una recopilación de las tiras del Santos.

–Un momento total de felicidad para mí fue haber estado en Bellas Artes atiborrado de gente haciendo portazo y la chingada,  una onda que no esperábamos –dice Trino en entrevista para Lado B–, presentaba Vega Gil y el Güiri-Güiri. Recuerdo que era tanta la gente que alguien de la Jornada ideó que para que no nos cansáramos de firmar, nos pusieron un sellito y ya con ese sellábamos: Jis, Trino. Como a la cuarta o quinta persona, que toma el sello, lo avienta y dice: “¡pinches sellos,  a mí fírmenme con su mano!” Y nosotros, “Ah no sí, como no”. Porque se veía muy agresivo.

Trino es moreno, de amplia sonrisa y arrugas profundas en los extremos de sus ojos, pruebas  de que también ríe todo el tiempo con la mirada. Su camisa gris combina con su pelo canoso y su energía es totalmente juvenil, igual que su forma de hablar. Cada intervención suya es una anécdota que ilustra con diferentes tonos de voz y ademanes. Es teatral y expresivo.

Jis le lleva a Trino unos 10 centímetros de estatura y es delgado. Lleva la cabeza rapada y usa la famosa barba de 2 o 3 días. En el bolsillo de la camisa guarda varios bolígrafos y plumones. Su mirada parece distraída, su  voz es profunda y su corporalidad es más bien quieta, aunque su presencia nunca es opacada, ni por la teatralidad de Trino.

Pocos años atrás, se denominaban a sí mismos como infantiles, guarros y pachecos y en otras ocasiones, como poetas del humor.

JIS (J): Esa definición sigue siendo vigente

TRINO (T): Pachecos ya no… bueno, somos pachecos no practicantes.

J: Sí pachecos, pero medidos, pues.

T: Poeta del humor nada más él. Yo soy empresario del humor. Él hace poesía mientras yo gano dinero.

El tema de la fama no está en duda, pero el asunto del dinero es algo que siempre ha girado en la cabeza y el bolsillo de los moneros. Cuentan que cuando hicieron la película del Santos contra la Tetona Mendoza tuvieron suerte de recuperar la inversión, pero no más.

Foto: Mayra Guarneros

Foto: Mayra Guarneros

–¿Volverían a ser moneros?

T: Yo creo que sí, volvería a serlo. A lo mejor sólo revisaría bien mis contratos para que no me despidieran.

J: Yo tengo sentimientos encontrados porque no he hallado realmente la manera de ganar bien y, por otro lado, se me hace un medio extraordinario de expresión, sigo pensando que es un modo interesantísimo de hacer una búsqueda de ideas y de ocurrencias y como de reflexión sobre la propia vida.

Otra de las grandes crisis desde el cartón a la tira y al cómic, es la competencia con los memes de internet. Hace unos dos años, Jis y Trino se mostraban más negativos al respecto, argumentando el fin de la caricatura, pero después de viajar a París al  Festival Internacional de Comics Angoulême, su perspectiva cambió totalmente.

T: Como tal sigo creyendo que la historieta va a desaparecer en el periódico, sí. Es decir, no quiero decir que se vaya en 2 o 3 años pero en 6 años o 10 sí. Es que todo se va transformando y se va a trasladar a Internet y vamos a tener que encontrar otra manera de hacer este tipo de cosas, porque ahora los memes son súper rápidos, o sea, inmediatamente hay un meme súper chingón que nos está ganando las ideas de lo que pasó en una onda como puede ser el futbol o la política o cosas cotidianas. Como la vez que EPN dijo que León era un estado y a los minutos ya había muchos memes chingonsísimos.

[pull_quote_right]Yo estoy en ese mismo canal de odiar la política a más no poder porque los políticos son impresentables, de cualquier partido. Estos tiempos electorales me aíslo y me digo, es lo que menos quiero saber. Si esto fuera un barco y no cupiéramos todos, lo primero que haría sería tirar al experto en Simón Bolívar, ese güey qué. Y luego los políticos, a todos. Y luego ya nos quedamos en el barco la gente decente, la que queremos pachequear y eso[/pull_quote_right]

J: Fue devastador –cuenta Jis sobre su viaje a París– yo ya de por si venía en crisis desde hace muchos años. Quise pensar, la clásica de sentir que estaba acompañado por muchos otros moneros, muchos otros de mi gremio, jalé a Trino incluso a este tipo de declaraciones apocalípticas de anunciar el fin de la caricatura, que la era de los monos y el cartón se acabó y que somos los últimos ejemplares de una estirpe hermosa que se está despidiendo, y luego me di cuenta con horror que quizás sólo yo me estoy consumiendo, porque conocemos el Festival de Angoulême  en donde fue avasalladora la realidad de otra cultura en donde los comics es una verdadera tradición, una parte muy importante de la cultura, hay mucho mercado para todos los tipos de comics… -se detiene y suspira pesadamente– pues  empezamos a llorar…

T: Nos llamó mucho la atención cómo es que en Europa sigue siendo tan importante el cómic, cómo señores de la tercera edad iban a comprar comics, había secciones que nos impresionaban.

J: A mí me pasó yendo a este festival de comics que uno va muy orgulloso sintiéndote un locochón, el muy obsceno… y no mames, o sea, llegamos y te das cuenta que ni soy el más pacheco, ni soy el más obsceno, y obviamente ni soy el de mejor en dibujo. Es un golpe muy, muy duro. Hay tipos ahí verdaderamente zafados, punks, violentos, de unas obscenidades impresionantes… entonces uno dura un rato en el embate durísimo al ego y en recuperar la dignidad. Y eso me parece muy sano porque en realidad no importa tampoco, no hay que ser el más en todo, sino que hay que insistir en la esencia de cada uno, aunque ya suene a libro de autoayuda.

Jis y Trino visitaron la ciudad de Puebla el pasado 27 de mayo en el marco del 3er Encuentro de Autores de Cómic organizado por la BUAP. Como invitados de honor, dieron una plática en la Biblioteca Central sobre sus libros La Chora Interminable (Jis y Trino, 2013) y Sexo. A eso sabe la reina (Jis, 2014), además de inaugurar una exposición de sus tiras.

T: Yo siento que es claramente una continuación de lo que hemos venido haciendo durante todos estos años. Quiero pensar que hay cosas lo suficientemente sabrosas como para que no sea más de lo mismo. Y lo que siempre buscamos es tener un estilo propio que no vas a encontrar en un cartón político, ni en novela gráfica. Es humor gráfico sobre situaciones cotidianas y queremos que la gente encuentre personajes que se identifiquen y que digan que estos cuates ofrecen un producto que sigue siendo fresco.

J: Seguimos buscando. Estamos en la lucha por encontrarle nuevos filos a esa veta que hemos venido trabajando a lo largo de estos años. Yo en el libro de Sexo, por ejemplo, trato de hacer una mezcla entre los cartones básicos humorísticos donde hay material de otro tipo  que es más como ilustración, como graficas eróticas, psicodélicas o páginas de diario. Para mí son mis modos de experimentar de manera tangencial.

–Como ciudadanos moneros: ¿votar o no votar?

J: Estamos en medio de esa discusión precisamente, porque así de primer impulso, a mí en lo general me da tanta fobia toda la clase política, todos los partidos, que a mí me da en primer impulso por anular… pero no sé, estoy discutiéndolo con amigos, estoy muy confundido, admitiendo de entrada que mi campo no es la política.

T: Yo sí quiero votar en contra de los que odio: el PRI, el Verde y el PAN, incluso el PRD. Pensaba votar por el que piense yo al menos tiene una opción de poder hacer otra cosa, pero te das cuenta, como dice Jis, que todos los políticos son iguales, entonces más bien,  lo que deberíamos hacer los ciudadanos es correr a la clase política y que gobiernen los ciudadanos independientes con más fuerza, y ver qué otras opciones hay, porque esto sigue siendo un grupo de 200 familias heredándose el poder entre ellos. Por eso me da miedo que anulando el voto le dé la fuerza al PRI, al Verde o al PAN, por eso prefiero irme más del lado de los que podrían hacer algo.

El gobernador que vale pito y la chora interminable

A las 7 de la noche de ese mismo día, Jis y Trino dieron una plática en el Teatro de la Ciudad. La gente empezó a hacer cola en la entrada del teatro desde una hora antes. Llenaron el teatro, no había ni un solo asiento vacío.

La plática fue moderada por un chico de afro apodado “El Trips”, que iba haciendo algunas acotaciones y preguntas a Jis y Trino, aunque ellos tomaron el control la mayor parte del tiempo, en el que el tema favorito fueron las drogas.

En alguna de las acotaciones, se habló del sentido político de las historias y los personajes de los autores, aunque ellos muchas veces han declarado una postura totalmente alejada de la política.

[pull_quote_right]Yo al mismo tiempo descubrí la vocación monera y la vocación pacheca y fue como una explosión de luz y sabor. Literalmente sentí que se abrió un canal increíble de visiones, de formas, de entender las cosas, de ver áreas creativas y efectivamente son dos caminos paralelos. Actualmente creo que la profesión monera es de las maneras que tenemos más a la mano de seguir teniendo estados alterados ¿no?[/pull_quote_right]

J: Me encanta que le veas un sentido político a nuestros monos porque yo sufro mucho la culpa de sentirme totalmente fuera del compromiso político social, así todo un mal ciudadano. Más bien me considero un escapista cósmico, pero entonces cuando llega una buena persona y le encuentra un sentido de lucha, me siento bien animado, bien contento, pero añadiría que siento que mi lucha política consiste en defender mi derecho a no hacer caricatura política.

T: Qué bonitas palabras. Me cae que debería ser aquí votado para gobernador.

J: De relaciones exteriores espaciales.

T: ¡No, de todas formas tienen ya un gobernador que vale pito! Entonces, ya Jis sería una ganancia.

(La gente se pone eufórica, aplaude, chifla y ríe)

T: Yo estoy en ese mismo canal de odiar la política a más no poder porque los políticos son impresentables, de cualquier partido. Estos tiempos electorales me aíslo y me digo, es lo que menos quiero saber. Si esto fuera un barco y no cupiéramos todos, lo primero que haría sería tirar al experto en Simón Bolívar, ese güey qué. Y luego los políticos, a todos. Y luego ya nos quedamos en el barco la gente decente, la que queremos pachequear y eso.

(Alguien en el público grita: ¡el Santos para presidente!)

T: Sí, el santos para presidente, pero el Santos Laguna.

A partir de ese último comentario pasan al tema de la legalización de las drogas. Hablando de eso parecen soltarse más, bromear mucho más. Jis incluso se endereza y se sienta al filo de su asiento para hablar y le da nuevas tonalidades a su hablar.

J: Legalizar la marihuana para fines médicos se me hace ya tan ñoño. Deberían legalizar esa y todas las drogas nada más para divertirnos, ya por dios.

Su plática comienza a tomar otros caminos de manera natural y la gente sigue prensada de sus palabras y su humor. Dicen que deberían prohibir el tequila porque “con 4 ya quieres besar a tu amigo”, dice Trino. Y de ahí trasladan el tema a que ahora tienen muchos seguidores gays porque le pusieron de título a una conferencia que dieron: “Jis y Trino, toda una vida juntos”.

T: No. Siento decepcionarlos pero… hemos dormido juntos y todo pero…

El Trips hace una pregunta que los autores no entienden y su forma de contestar es fabulosa, pues aunque todos notan que no entendieron, no importa. Sus respuestas son siempre acertadas. Ellos siguen guiando los temas y la conversación a su antojo.

J: Prudencia y adelante siempre ha dicho el Peyote asesino.

Trino platica que siempre les preguntan si dibujan mientras están pachecos.

Foto: Mayra Guarneros

Foto: Mayra Guarneros

T: ¡Es imposible! Hicimos una vez el experimento…

J: Yo al mismo tiempo descubrí la vocación monera y la vocación pacheca y fue como una explosión de luz y sabor. Literalmente sentí que se abrió un canal increíble de visiones, de formas, de entender las cosas, de ver áreas creativas y efectivamente son dos caminos paralelos. Actualmente creo que la profesión monera es de las maneras que tenemos más a la mano de seguir teniendo estados alterados ¿no? (mira a Trino y habla con preocupación), porque lo otro ya nos hace daño…

Entre risas del público, el tema se centra en los cambios que han sucedido en su vida por ser padres.

T: Llegamos a un punto, siendo ya grandes y papás de niños chiquitos, que te das cuenta de lo que uno mismo hace. Por ejemplo, yo tengo un niño chiquito, de 7 años, y yo no quería que viera la película del Santos, es la verdad. Porque no es para él.

J: Yo estoy confundido. Realmente no sé… cómo… educar a mis hijos…

T: Yo tengo una hija de 16 años. La cosa es cómo le explicas a tus hijos ya adolecentes… ve el Santos y nos dice: “oye, pero entonces la marihuana qué onda” y yo le dijo: “¡aguas! está ahí pero obviamente, tárdate lo más que puedas, yo la probé hasta los 27 años”.

J: Oye pero ¿tú vas a ser el tipo de papá que vas a querer echarte un gallo con tus niños? O sea, ¿que empiecen por la puerta grande?

T: ¡Nooo! Que lo haga con sus amigos, o sea, ¿por qué conmigo? Que me vean cómo me voy descomponiendo… ¡no! Mejor que empiecen tarde. A ver, ¿tú por qué dejaste el alcohol?

J: Pues porque me pasé de lanza.

T: Por eso, mejor que empiecen tarde y no tengan que dejarlo pronto.

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Autor Lado B
Ámbar Barrera
Periodista, comunicóloga, fotógrafa, feminista y amante del arte.
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