Héctor Jesús Cristino Lucas

[dropcap]E[/dropcap]sa sonrisa de oreja a oreja. Esa colorida y malsana sonrisa ya resulta sospechosa. Tanta alegría en un ser que aparenta ser humano es difícil de creer. Y su tan característica nariz roja, enorme y abultada, que hace juego entre el blanco maquillaje de su rostro, lo vuelve extraño. Personaje icónico que se le asocia comúnmente a los circos y al entretenimiento, a los chistes, a la gracia y diversión. Los payasos, así como los bufones o arlequines, son la burla de la sociedad. La excéntrica representación de nosotros (dentro de ese traje ridículo y esos zapatos gigantes) vs nosotros. Para jactarnos de nuestros defectos, para burlarnos de nuestros errores.

Aunque dicha concepción ha cambiado con el tiempo. Ya sea por el teatro, los videojuegos, la literatura, el cine o la propia vida real. Transmutando la gracia por horror en el consciente y subconsciente del individuo hasta conformar, quizás, uno de los miedos más comunes en el libro de las fobias: la Coulrofobia. Derivado de la fama de estos personajes en diversas situaciones históricas. Como los cuentos infantiles de Alan W. Livingston allá por 1946 y su tan popular payaso «Bozo». O John W. Gacy, el asesino en serie de los 70s, cuyo modus operandi fue nada más y nada menos que vestirse como una de estas figuras para atraer a sus jóvenes víctimas.

Inspirando al propio Stephen King para escribir, en 1986, su terrorífica novela It y presentarnos al infame Pennywise. La famosa criatura multiforme que encarnaría Tim Curry en la adaptación de los 90s. Y como consecuencia, traer consigo todo ese imaginario colectivo del payaso perverso, del payaso maldito y despiadado en posteriores películas del género de terror. Así hasta a nuestros tiempos. Por ello y en este double pack trataremos dos películas que si bien, muestran visiones totalmente diferentes del personaje de nariz roja y zapatos grandes, han impactado a su manera en estos últimos cinco años.

1.- Clown

Empezamos nuestro especial con una película estrenada en EU el año pasado, y que no fue hasta el 2015 que llegaría a algunas salas mexicanas ocasionando cierta polémica para los fans. Y es que el filme por sí solo, con la trama o sus efectos, no fue responsable del escándalo, sino la historia que tiene por detrás. Si revisamos la ficha técnica de Clown descubriremos que es producida por un grande del género, Eli Roth, responsable de joyas contemporáneas como Cabin Fever (2003), Hostal (2006)y por supuesto, la tan aclamada The Green Inferno (2014) con sus evidentes homenajes al cine de horror setentero de caníbales.

La pregunta aquí sería, entonces, ¿por qué Eli Roth habría de producir esta película que casi figura como de cine independiente? Pues bien, esta es la historia. Allá por el 2010 se subió un video a Youtube que emulaba ser un tráiler de película de horror con el nombre Clown. Claro que se trataba de un fake bastante bien hecho, con una buena calidad de imagen y unas actuaciones decentes, por lo que el mundo terminó creyendo que se trataba de un filme próximo a salir, y más cuando en el trailer se aseguraba que era una película dirigida por Eli Roth.

Tráiler falso:

Pero bien dicen que el diablo está en los detalles. En su twitter, el director desmintió que el video se trataba de algún proyecto suyo, por lo que la audiencia, como era de esperarse, quedó decepcionada. Eli Roth en cambio, y lejos de molestarse, se halagó tanto que ofreció al hombre detrás de este tráiler amateur, John Watts, producir su trabajo para un posible largometraje. Es así es como nace esta película. Cualquier aspirante a cineasta debiera tomar nota de estos pequeños pero significativos truquitos, porque en una de esas pudieras llamar la atención. Como le ocurrió a Fede Álvarez con su cortometraje Panic Attack! y que le valió dirigir Evil Dead en el 2013.

Clown ha llegado entonces a pantalla grande con sorpresa de todos. Lo que empezó como una idea falsa se volvió una rotunda realidad. Ahora la pregunta es: ¿El resultado final será acaso tan bueno como su idea? O bien: ¿El debutante John Watts podría considerarse ahora como un posible “maestro del terror”? La respuesta no es muy segura. En IMBD tiene una valoración de apenas un 5.7% de 10. Es decir, la película no encantó a la mayoría de su público. O al menos no como se esperaba. Pero, aclaro desde ahora y en mi más íntima opinión, no es tan mala. Resulta, incluso, un pequeño oasis de esperanza en el desierto.

No vamos a decir que es la revolución del género de terror, pero sí que lo intenta. Tampoco me atrevería a afirmar que está próxima a volverse una joya de culto, porque no me consta. Pero sí puedo mencionar que es mucho mejor que varios bodrios infumables que habremos visto actualmente, como The Lazarus Effect o la Ouija.

Clown maneja un estilo bastante atrevido para la pantalla grande. Un estilo que ya nos recuerda a los clásicos de los ochentas. Una especie de Clownhouse, filmada por Víctor Salva, que lucha por quedarse en nuestro tiempo. Un producto interesante pero que no muchos entienden.

Ya su trama, bastante excéntrica y no tan común, tiende a caer de vez en cuando en la serie B, pero tras cada minuto vuelve a reivindicarse, porque el estilo debe tomarse enserio. No estamos tratando con ninguna comedia horrorífica, sino con un filme de terror puro, o eso intenta ser. Su gore es bastante cuidado, bastante bien hecho. No descomunal pero sí adecuado para gustos exigentes. El maquillaje y vestuario, buenísimos, al igual que la calidad de imagen, bastante obscura, bastante acorde. El problema quizás radica en su guión que parece inconstante, producto de una inspiración que iba y venía. Dando bajones notables a la película, aunque termina cumpliendo.

Además de que tiene un final tan simple con el que pudo haberse hecho bastante. La premisa, entonces, es buena. Con un bajo presupuesto Clown termina librándola. Y como ya dije, no es que sea mala, sino más bien que ofrece giros no tan vistos en el actual cine de terror. Una opción interesante que hay que dar oportunidad, lo merece. ¿Por qué no? Sólo esperemos que John Watts siga en el negocio, porque tiene talento.

[quote_box_center]Sinopsis:

“Un padre de familia decide ponerse un traje de payaso para animar a su hijo en su sexto cumpleaños. Tras la fiesta se da cuenta de que es incapaz de quitárselo y su personalidad comienza a sufrir terroríficos cambios. Él y su familia deberán intentar quitárselo en una carrera contra el tiempo para terminar con la maldición, antes de que se complete la transformación y se convierta en un homicida con zapatos muy grandes…”[/quote_box_center]

2.- Stitches

Vayamos ahora con una película irlandesa del 2012 no tan conocida pero que ha enamorado a muchos fans de la serie B. Al contrario de la película de John Watts, que es sombría y de terror puro, Stitches es más bien una comedia horrorífica tirando a lo excéntrico y a lo “malo a consciencia”. Dirigida por el no tan conocido Conor McMahon que nos trajo aquella tan espléndida joyita de culto: Dead Meat en el 2004, un filme de muertos vivientes que hacía homenaje a los primeros trabajos de George A. Romero. Si aún no la has visto y te gustan las películas de zombies grotescas, gore e independientes hago plena recomendación, porque es bastante interesante.

Sin embargo McMahon se enfoca ahora al horror cómico engendrado por los payasos que alguna vez definieron las películas de los 80s. Como clara referencia debemos mencionar a la clásica: Killer Clowns From Outer Space de los hermanos Chiodo allá por 1988. Porque es ésta la que principalmente recordaremos una vez probemos el humor malsano de Stitches. Protagonizado por el actor y comediante de Stand-Ups británico Ross Noble, muy famoso en sus tierras inglesas, que ahora nos ofrece un papel único que quedará para la historia del cine gore. Un payaso maldito que va entre el zombie y el fantasma buscando vengar su muerte.

Para cualquier amante de la serie B leer esta premisa es poesía. Y aunque quizás haya cierto parentesco con muchas películas ya vistas, Adam McMahon se defiende, ofrece una comedia distinta, fresca, que funciona. Un humor tan negro combinado con gore, que por supuesto recordaremos fantásticas joyas a través del cine clásico como contemporáneo. Y es que las muertes presentadas en esta película son tan hilarantes e inverosímiles que es evidente el gran homenaje a la trilogía Evil Dead de Sam Raimi o la grotesca Feast de John Gulager. Quizás el guión flaquea en muchas ocasiones, pero gracias a su elemento visual queda salvada del fracaso.

Gracias a su demente y espléndido personaje antagónico, (que de hecho es más entrañable que el que protagoniza Clown) esta película tiene la capacidad de volverse una franquicia. De estar hablando de un Freddy Krueger o un Jason Voorhees en su propia saga de terror.

Producto de muy bajo presupuesto que quién sabe cómo lo logra, pero lo logra. McMahon es un tipo interesante y con tanto talento a explotar que al menos yo sí estoy atento a lo que siga sacando, porque vale la pena. Y es que con Stitches también se le otorga otro elemento destacable: la cosmogonía de los payasos. Crea cierta “mitología” a estos personajes que la vuelven aún más absurda pero divertida de lo que ya es. Justo como lo que hicieron los hermanos Chiodo con sus payasos al insinuar que eran del espacio exterior. Acá los elementos son más sobrenaturales y le otorgan giros inesperados que ya de una vez lo digo, ésta sí puede volverse toda una obra de culto.

[quote_box_center]Sinopsis:

Un pobre hombre trabaja como payaso en fiestas de cumpleaños con el alias artístico de Stitches. En su último trabajo, Tom y sus amigos le han preparado una travesura que se les va de las manos y acaba con la vida del pobre payaso. Seis años después, Tom ya es un adolescente a punto de cumplir los dieciséis, y tanto él como sus amigos siguen gustando de celebrar los aniversarios a lo grande. Lo que no saben es que el bueno de Stitches regresará de la tumba para ajustarles las cuentas…[/quote_box_center]

Ya en estos tiempos se está olvidado al personaje del payaso como elemento indispensable de terror. Lejos de cualquier genialidad tipo It de Stephen King o Balada triste trompeta de Álex de la Iglesia. Y aunque nos han traído una que otra película interesantilla en estos últimos años, como All Hallows Eve de Damien Leone en el 2013 o Mockingbird de Bryan Bertino en el 2014, ninguna queda para el recuerdo como Clown o Stitches en su más visceral naturaleza. Y es por eso que con en este double pack ya tienes asegurada una tarde aterradora y grotescamente divertida, si gustas el miedo y la sangre de estos extravagantes personajes.

¡Adelante cinéfilos!