Susana Sánchez Sánchez

[dropcap]L[/dropcap]a supervivencia de la industria periodística depende de los ingresos económicos que obtiene con la publicidad (incluida la propaganda encubierta); también se mantiene de la mano de obra barata de sus trabajadores: editores, diseñadores, periodistas o fotógrafos.

Los medios de comunicación masiva (como industria), en principio, viven de la publicidad, pues reciben de ésta una subvención que les proporciona un margen de precio-ventas-calidad, lo que les permite comer el terreno y debilitar a los rivales que no se basan en ella.Los más afectados ante empresas económicamente competitivas son generalmente los medios independientes, los cuales al no contar con un fuerte respaldo de capital económico ni infraestructura sólida, tienden a desaparecer o a ser desaparecidos.

Esta constante competencia por el mercado ha llevado a algunos medios a posicionarse como negocios rentables, y en algunas ocasiones los ha llevado a hacer de la información una “espectacularización” de los acontecimientos, de ahí que lo que producen los medios de comunicación sea más cercano a la construcción de una realidad mediada, en tanto que cada empresa construye noticias de acuerdo a intereses económicos y políticos, ya sea a nivel institucional (periódico, radio, televisión, internet) o personal (de aquellos que trabajan en las redacciones, por ejemplo, dueños de medios de comunicación o editores).

Si bien el ingreso económico no es lo único que determina el trabajo periodístico, es un factor que prevalece en la construcción de los productos periodísticos. Por ejemplo, existe una separación entre la forma de contar los acontecimientos antes del siglo XX y después de éste: la diferencia radica en las plataformas tecnológicas para la transmisión de información y el nacimiento de la audiencia de manera masiva, asimismo los acontecimientos no están definidos estrictamente por una profesión comprometida con la sociedad sino por la importancia que decida atribuirle cada medio de comunicación a un hecho, de acuerdo a sus intereses económicos o políticos.

El acontecimiento, entendido como una acción social que puede involucrar a distintos sujetos y adquirir el carácter de relevantemente noticiable (que vale la pena contarlo), se vende de acuerdo a intereses mercadológicos y políticos del medio, de ahí que exista una separación de la información en forma de secciones:política, deportes, sociales, policía, cultura o espectáculos. El público es segmentado y se produce información de acuerdo a sus posibles gustos, incluso la publicidad es ubicada en espacios estratégicos del contenido que ofertan los medios de comunicación. Instalados en la lógica segmentada del mercado, los medios de comunicación no solamente tienen como prioridad informar, también educar y entretener.

[quote_right]Si bien el ingreso económico no es lo único que determina el trabajo periodístico, es un factor que prevalece en la construcción de los productos periodísticos. [/quote_right]

Para el caso de la prioridad informativa, en la manufactura de los textos periodísticos están involucrados el director general y editorial, jefe de información, diseñadores, correctores, administradores de la web, capturistas, telefonistas, fotógrafos y reporteros, estos dos últimos son la base en el proceso de producción, pues ellos recolectan y dan un primer sentido a los datos. Sin embargo, esa información no está sujeta únicamente al ejercicio de ser reportero o a los intereses político-económicos de la empresa, sino también a una trayectoria del periodista que, a mi juicio, tiene una incidencia importante en la elección de fuentes informativas y en la construcción de los discursos periodísticos.

Considero que el reportero y el fotógrafo, en tanto que ojos y oídos del medio de comunicación, ejercen una autoridad informativa, la cual está estrechamente ligada a las relaciones que ese fotógrafo o reportero entabla con otras esferas sociales. El periodista ejerce cierto poder para reconocer o desconocer algunos acontecimientos a partir de la construcción que tengan del mundo y ello provoca efectos en el proceso de producción de la información qué es publicada.

El reportero a través de un proceso de socialización poco a poco interactúa con su sección informativa asignada, la cual le obliga a saber quiénes son los protagonistas de ésta, qué es lo que les interesa a sus fuentes, cuál es el papel de sus personajes en la sociedad e incluso quiénes tienen cabida en su medio de comunicación. Los acercamientos que el reportero entabla con sus diferentes fuentes de información, con sus compañeros del trabajo y de otros medios de comunicación, generan un él un sistema de disposiciones que se adquieren a través del aprendizaje explícito o implícito que le da la propia profesión a través del contacto con sus colegas.

La corrupción, no obstante, tan arraigada en las prácticas del periodismo ha dejado en entredicho su profesionalismo. Por ejemplo, los códigos éticos se han convertido entre la industria periodística en “pose” de la verdad o de un apego a los hechos y se ha dado pie a la espectacularización de la noticia y con ello la industria periodística ha provocado una desnaturalización del derecho de las audiencias a ser informadas, a través de ejercicios mínimos como la confirmación de datos y la imparcialidad.