Lado B
La iniciación del Haaco Cama, una mirada al mundo de los seri
Presentan documental sobre los rituales chamánicos de la etnia sonorense
Por Ámbar Barrera @astrobruja_
30 de abril, 2015
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Foto: Ámbar Barrera

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Ámbar Barrera

@Dra_Caos

Punta Chueca y El Desemboque son dos localidades del municipio de Hermosillo, en Sonora. Son lugares conocidos por ser los asentamientos más importantes de la etnia Seri, pueblo indígena que a sí mismo se denomina como los Comcaac, con no más de mil miembros en la actualidad y que hasta hace un siglo era un pueblo nómada. El pasado 24 de abril, en Puebla, a más de 2 mil kilómetros de distancia de esos pueblos en las costas de Sonora, se presentó el documental titulado “La iniciación del Haaco Cama; El Chamanismo Comcaac”.

El documental se proyectó en el edificio del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego” (ICSyH) y contó con la presencia de las investigadoras y realizadoras de este material, la Dra. Antonella Fogetti (investigadora del ICSyH) y la Dra. Otilia María Caballero, (docente de la Universidad de Sonora), quienes además invitaron a Fernando Torres, un chamán Comcaac (Haaco Cama).

Antonella Fogetti explicó, con un marcado acento francés, que la idea de realizar ese documental, surgió al conocer la tesis doctoral de la Dra. Caballero sobre los cantos chamánicos del pueblo Seri. Hecho que, además, facilitó la apertura de los habitantes para permitir las grabaciones y compartir con ellas sus rituales y tradiciones celosamente guardadas.

El canto de los Haaco Cama comenzó a escucharse incluso antes de la presentación, a través de un audio pregrabado. La voz de una anciana retumbaba en el patio del edificio de la Aduana Vieja con un ritmo ancestral y en una lengua desconocida para la mayoría de quienes escuchaban.

Fernando Torres, altísimo, delgado, de pómulos pronunciados, cara larga y piel morena, se vio todo el tiempo relajado, con la postura algo encorvada y los brazos sueltos. Caminaba alrededor del patio mientras chupaba una paleta de caramelo rojo brillante. Su esposa, con un traje típico de los Seri, se pintaba el rostro con pintura acrílica detrás de una mesa donde se exhibían collares, aretes y pulseras artesanales que realizan ella y sus hijos con conchas, caracoles, tela y hierbas.

Después de dar la bienvenida se proyectó el documental. Una producción impecable. Las imágenes muestran los paisajes contrastantes de la playa y el desierto. No hay voz en off. No hay explicaciones académicas. Es el pueblo Comcaac hablando en su lengua la mayor parte del tiempo, relatando todo lo que alguien quisiera saber sobre su modo de vivir la espiritualidad. En ese mundo misterioso la bandera de los Comcaac es roja, color de la sangre que se derramó en el pasado; blanco, color de la paz que se obtuvo después de esas batallas y que ahora disfrutan; y azul, el color del cosmos.

La iniciación chamánica consiste en una preparación previa, a veces desde muy temprana edad, pero que se consuma en un ritual de 8 días. 4 días de ayuno previo y 4 días de ayuno y aislamiento dentro de una cueva sagrada, en lo profundo del desierto. Sin la intervención de hongos u otras sustancias que ayuden a tender un canal, sólo con el ayuno, los futuros Haaco Cama, que pueden ser tanto mujeres como hombres, reciben en el cuarto día las revelaciones mágicas del poder sobrenatural.

[quote_box_left]Las imágenes muestran los paisajes contrastantes de la playa y el desierto. No hay voz en off. No hay explicaciones académicas. Es el pueblo Comcaac hablando en su lengua la mayor parte del tiempo, relatando todo lo que alguien quisiera saber sobre su modo de vivir la espiritualidad.[/quote_box_left]

Las historias de las iniciaciones y ese poder están plagadas de animales, hierbas, seres de luz, demonios, gigantes y situaciones que ponen a quienes se inician, en una prueba para decidir entre el poder del bien y del mal. Los Haaco Cama se convierten, sobre todo, en curanderos. Y su vivencia en las cuevas los hace cantar sus propias canciones rituales.

Al finalizar el documental los ponentes respondieron preguntas de los asistentes y explicaron más detalles sobre su realización.

La Dra. Cabellero, con un leve acento norteño y un hablar pausado y claro, comentó:

“Este es un material de rescate. Exalta al pueblo, cómo ha sido sus costumbres, sus rituales, sus creencias, su religión, en qué fuerzas se apoyan para poder inspirarse y poder sobrevivir a ese ambiente tan inhóspito como es el desierto. Si bien han sido, cazadores, pescadores, recolectores, ellos nos transmiten a los que no vivimos y no pertenecemos a su cultura, una sensación de bienestar y de placer, mismo que es atractivo para el turista, para los proyectos turísticos que van construyendo y contaminando al mismo tiempo ese tipo de costumbres”.

Foto: Ámbar Barrera

Foto: Ámbar Barrera

La principal preocupación del consejo de ancianos de los Comcaac es que ya no hay jóvenes que se interesen en acercarse a los viejos para convertirse en Haaco Cama.

“Ellos son celosos en cuanto ese tipo de secretos – dijo la Dra Caballero explicando cómo fue que accedieron a que sus cantos y rituales fueran grabados. – Pienso que lo que abrió la confianza para exteriorizar ese tipo de información fue el amor. Porque cuando les preguntaba cómo el Haaco Cama curaba, me contestaban como una constante: Es el poder sobrenatural. Es el amor que se le tiene al enfermo y es el poder de los espíritus que vienen a ayudar a esta acción”.

Sin embargo, lo que muestra el documental es sólo una parte de la realidad que invita a descubrir sobre ese lugar tan lejano. La Dra. Fogetti mencionó que fuera de ese mundo de cuevas y cantos, las personas del pueblo de los Comcaac mueren por diabetes, viven pobreza, una educación deficiente y carencia de agua.

Alguien del público preguntó a Fernando Torres, quien hasta ese momento había permanecido como ausente, relajado sobre su silla, si creía que en unos años esa espiritualidad y esos rituales desaparecerían.

Su voz, profunda y con un acento poco usual, contestó: “Esto no se termina. Es complicado. Pero no se termina. Nosotros vamos a echarle ganas”. Inmediatamente después de responder se levantó de su silla, y en una huida tranquila, desapareció del foco de atención al menos diez minutos, dejando el resto de preguntas para las académicas.

Al finalizar la retroalimentación se realizó un pequeño brindis, en el que los asistentes se acercaron personalmente con Fernando para platicar. Algunas personas le pidieron bendecir los collares o pulseras que acababan de adquirir. Su existir era así, aparentemente distraído, pero escuchaba atentamente y recibía a todos cálidamente. Su cuerpo despedía un olor dulce a hierbas quemadas y cuando miraba directo a los ojos de su interlocutor, se notaba una profundidad misteriosa, sabia y tranquila.

“Yo curo enfermedades. Así, enfermedades que dicen que no tienen cura. Yo, las curo. Algunos usan líquidos, cosas. Yo no necesito eso. Con mis puras manos. Eso que dicen, que si esto se va a acabar. No. No se va a acabar. El poder sobrenatural, está ahí. Siempre. Nunca se acaba. Estamos rodeados de espíritus malos, y espíritus buenos. Nos rodean, así. Si alguien siente odio. Rencor. Envidia. Es porque le está haciendo caso a los espíritus malos. Yo nunca siento la necesidad de, tomar algo que no es mío. No odio a nadie. Esto nunca se acaba. Es cosa de tener fe y un poco de sacrificio”.

***

El documental “La iniciación del Haaco Cama; El Chamanismo Comcaac”, estará a la venta en la dirección del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego”  (2 oriente 409) y posteriormente se buscará distribuir en otros puntos de venta.

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Autor Lado B
Ámbar Barrera
Periodista, comunicóloga, fotógrafa, feminista y amante del arte.
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