Foto: Marlene Martínez

Cholula en Bici

@CholulaEnBici

La Paz, BCS. Reunidos en el 5º Campamento de Planeación y Estrategias de la Red Nacional de Ciclismo Urbano (BICIRED), representantes de organizaciones ciclistas de 23 ciudades mexicanas reiteraron la demanda a las autoridades de los tres niveles de gobierno de garantizar la seguridad en las calles y aplicar de manera eficiente los reglamentos viales que protejan la vida de peatones y ciclistas en todas las ciudades mexicanas, con una acción colectiva pacífica en las calles de La Paz, Baja California Sur, bajo la consigna #AltoALaViolenciaVial.

Las y los ciclistas simularon su propia muerte, en solidaridad con las familias de personas atropelladas en días pasados mientras circulaban en bicicleta en el Distrito Federal, Guadalajara, Mexicali, Tijuana y San Luis Potosí. Recordaron que de las 6 mil 500 muertes anuales que se producen a causa de colisiones viales en México, el 40% de las víctimas son motociclistas, ciclistas y peatones. La situación es alarmante, al ser la principal causa de muerte entre niños de 5 a 14 años y la segunda entre jóvenes de entre 15 y 29 años; y es también la principal causa de discapacidad en nuestro país.[1]

Las organizaciones que promueven la bicicleta como medio de transporte en el país comparten la preocupación por el creciente número de fatalidades de peatones y ciclistas en siniestros viales, que en su mayoría podrían ser evitados.

“Estamos cansados de ver cómo la muerte de una persona por colisión vial no significa nada para las autoridades municipales, estatales y federales. Vivimos una alarmante masacre vial todos los días en nuestras ciudades y los gobiernos no actúan. Les encanta subirse a la bici para la foto o decir que les preocupan los peatones, pero a la hora de la hora no vemos políticas públicas para la movilidad sostenible que tengan un presupuesto asignado, y eso es demagogia”, dijo Frank Aguirre, vocero de BSCicletos, colectivo local organizador del 5º Campamento de la  BICIRED.

Para cambiar esta terrible situación es necesario sumar el desarrollo de una infraestructura urbana incluyente, el mejoramiento de la cultura vial en la ciudadanía y la correcta aplicación de los reglamentos viales; es decir, que las autoridades se enfoquen en la seguridad de las personas, y no en incrementar la velocidad de la circulación de los vehículos motorizados.