Lado B
En AL los derechos políticos de las mujeres no se ejercen plenamente
El libro “Mujeres muy políticas, mujeres muy públicas” documenta casos de discriminación y acoso de mujeres en puestos públicos
Por Karen De la Torre @
16 de marzo, 2015
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Karen de la Torre

@karelampia

Paradoja semántica: “Cuando hablamos de hombres públicos es claro que nos referimos a funcionarios y políticos. Sin embargo, desde que las mujeres pudieron ser elegidas para cargos públicos y de elección popular, nació una nueva acepción a la expresión mujeres públicas, que antes estaba reservada para las prostitutas”, refiere Catalina Ruiz Navarro en su artículo “Hacer malabares: mujeres públicas colombianas en cargos políticos y los obstáculos que enfrentan al abrirse camino”, artículo que, junto con ocho más, conforman el libro “Mujeres muy políticas, mujeres muy públicas”.

Este libro es una radiografía de la realidad: casos de Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua y Panamá nos muestran que Latinoamérica tiene un mismo problema en distintos grados: los derechos políticos de las mujeres de alguna u otra forma no se ejercen plenamente.

“Siento que al menos en América Latina ya se dio el primer paso: ya hay mujeres es puestos públicos, ya hemos tenido y tenemos algunas presidentas, y ya debemos pensar en el segundo paso: ¿cómo se reciben a estas mujeres que llegan a la política?”, cuestiona María Paula Hoyos, la editora de “Mujeres muy políticas, mujeres muy públicas”.

Los méritos nunca serán suficientes

“Serpiente enroscada de lengua viperina”, “vieja sesentona”, “seguramente amaneció hoy con el periodo, concejala”,  o el clásico “vete a la cocina”. También están aquellos calificativos engañosos: “las políticas más lindas”, “mejor vestidas” o “mejor peinadas”.

La descalificación por “vieja” de una larga y reconocida carrera política y especialmente académica, la ilustra bien el caso de María Isabel Rodríguez, primera salvadoreña en graduarse de la carrera de medicina en la Universidad de El Salvador y primera rectora de la misma casa de estudios. Única ministra (de salud) del periodo presidencial de Mauricio Funes (2009-2014). Este caso lo rescata la periodista Gloria Marisela Morán, dentro del libro antes citado y que elaboró la fundación FriedrichEbertStiftung.

Mujeres políticasAl respecto de la común denominación social “vieja”, María Isabel Rodríguez reflexiona: “Yo pienso que eso de mujer vieja es un calificativo que ahorita lo están usando; a veces va implícito el sentido de incapacidad, por la edad, pero la verdad que no descalifican a los hombres viejos (…). Yo me defendí varias veces de forma hasta grosera. Les discutía el hecho de la experiencia. Hay cerebros vacíos aun siendo jóvenes y hay cerebros viejos con conocimiento acumulado para ser utilizado”.

Durante toda su trayectoria María Isabel fue testigo de la discriminación por género. Cuenta en una anécdota que uno de sus mejores amigos al hacer un viaje a Guatemala y charlar sobre “la situación de la facultad de medicina”, él contestó “cómo va a estar si está en manos de unas faldas”, él sabía de la capacidad y los merecidos éxitos de Rodríguez pero prefirió omitirlo y demeritar su trabajo por ser mujer.

La discriminación no sólo se mide en rechazo, sino en falsos halagos, en el realce de los estereotipos de “la mujer”, en minimizar su personalidad y ligarla siempre a un hombre público (“la esposa de”, “la madre de”, “la hermana de”), sin olvidar las apuestas por bajas pasiones que hacen los compañeros políticos por ver quién se lleva primero a la cama a la congresista, regidora, etc.

[pull_quote_right]Cuando las mujeres tienen muy poca representación descriptiva dejan de actuar como individuos para ser símbolos, y eso dificulta su capacidad para la conformación de alianzas para avanzar sus propuestas y por ende, se ven sometidas a pruebas de lealtad por parte del grupo dominante, lo cual las lleva a ser más conservadoras[/pull_quote_right]

Hay países más avanzados

“Así seamos de ciudades muy distintas, es un tema transversal, el acoso hacia las mujeres es algo que se mantiene, y en el libro lo vemos de manera más amplia, hablamos de una cultura machista, y que juntos podemos buscar alguna solución. Comparar las situaciones, sin un libro así no sería posible”, señala María Paula en entrevista.

El reportaje de Nicaragua, a cargo de Deyerling Ríos, periodista del programa radial Onda Local, comienza haciendo referencia al estudio “The Global Gender Gap Report” del año 2013, éste considera que “el 70% de la brecha de género en América Latina y el Caribe se ha cerrado, ahora que la región registra la mayor mejora mundial anual”. Este reporte reconoce a Nicaragua como el país que encabeza a la región latina en avances que tienen que ver con cuestiones de género, en ese año (2013), Nicaragua estaba en la posición 10, para el 2014, Nicaragua ascendió al lugar 7.

El ranking de The Global Gender Gap Report considera a 142 países, en el primer puesto se encuentra Islandia y en el último Yemen. México está en la posición 80.

Si bien Nicaragua es el país que encabeza a la región latina, los hechos en el interior no dejan ver ningún paraíso de en cuestiones de género. En su artículo “50 y 50 ¿hacia la igualdad?”, Deyerling Ríos documenta una serie de casos en los que mujeres en el poder han sido destituidas o sometidas a “medidas disciplinarias” por sus partidos políticos pues éstas deben respetar las tendencias estructurales de reformas, o simplemente ciertas decisiones. Lo mismo sucede en el nivel más bajo de gobierno, en los municipios.

La brecha en Puebla

Sólo una mujer ha sido candidata a la gubernatura del Estado: Ana Teresa Aranda, en 1998 por el Partido Acción Nacional.

Tuvieron que pasar dos décadas para que en Puebla, luego de reconocer los derechos civiles y políticos de las mujeres (1936), se eligiera a la primera presidenta municipal, Luz María Martínez Contreras, de San Martín Texmelucan (1957), y casi 30 años para que se eligiera a Esperanza Ramos de Naranjo, como primera diputada del Congreso del Estado, por el entonces distrito III de San Martín Texmelucan (1963).

Actualmente:

Puestos públicos: Presidencia municipal Congreso del Estado (MR + RP*) Cámara de diputados (MR + RP*) Senado de la República
Total (hombres y mujeres) 217 41 21 4
El número de mujeres: 14 8 9 2

*Mayoría Relativa + Representación proporcional

La académica colombiana Ana Castro señala, en el texto de Catalina Ruiz-Navarro, que existen dos formas de representación: “la descriptiva, en la que basta con que el representante comparta características como clase, raza o sexo para representar a una porción de la sociedad, y la substantiva que se refiere a la habilidad del representante para actuar a favor de los intereses del representado”.

Asimismo, Ruiz-Navarro refiere que Karen Beckwith, también experta en el tema, menciona que “cuando las mujeres tienen muy poca representación descriptiva dejan de actuar como individuos para ser símbolos, y eso dificulta su capacidad para la conformación de alianzas para avanzar sus propuestas y por ende, se ven sometidas a pruebas de lealtad por parte del grupo dominante, lo cual las lleva a ser más conservadoras”.

El panorama no es el que las mujeres queremos ver, sin embargo hay acciones contundentes que, como dice María Paula Hoyos, nos indican que todo “es cuestión de tiempo”; como el hecho de que se discutan las leyes de paridad de género en los Congresos, o como el caso de la mexicana Rosa Icela Medina que en marzo del 2014 interpuso denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) “por discriminación de género al violentar el acceso al derecho de igualdad, la protección de sus derechos civiles y políticos de votar y ser votada, las garantías procesales y el debido proceso” luego de que su partido le obstaculizara su participación, como lo documenta Lucía Lagunes Huerta, directora de Cimacnoticias, en “Mujeres muy políticas, mujeres muy públicas”.

Consulta el libro aquí. 

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Karen De la Torre
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