Lado B
Política vs Sociales, ¿cuál es la diferencia?
No se puede hablar del periodismo en general, hay que hacerlo por niveles, por ejemplo informativos. Aquéllos que están involucrados en los medios de comunicación, en la práctica, le asignan a la información un cierto rango, el cual tiene que ver con un posicionamiento cercano con quienes ejercen poder alrededor y dentro de un medio, de tal forma que no es lo mismo el tema político, el deportivo, el cultural, el de sociales, el de espectáculos, el de finanzas o el policiaco. Cada tema adquiere un nivel ascendente o descendente de acuerdo a la relación de poder económico o político que las fuentes de información tengan con el medio de comunicación.
Por Susana Sánchez Sánchez @
18 de enero, 2015
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Susana Sánchez Sánchez

[dropcap]N[/dropcap]o se puede hablar del periodismo en general, hay que hacerlo por niveles, por ejemplo informativos. Aquéllos que están involucrados en los medios de comunicación, en la práctica, le asignan a la información un cierto rango, el cual tiene que ver con un posicionamiento cercano con quienes ejercen poder alrededor y dentro de un medio, de tal forma que no es lo mismo el tema político, el deportivo, el cultural, el de sociales, el de espectáculos, el de finanzas o el policiaco. Cada tema adquiere un nivel ascendente o descendente de acuerdo a la relación de poder económico o político que las fuentes de información tengan con el medio de comunicación.

Para ilustrar el asunto hablaré de dos ejemplos radicalmente extremos en cuanto a posicionamiento informativo: el tema político y el de sociales, ambos son rentables y convenientes para una empresa informativa, pero opuestos en posicionamientos profesionales. Si un reportero cubre sucesos políticos, casi en automático es respetado por su gremio, porque implica que para llegar a hacer una cobertura informativa de ese tema ha pasado por la sección policiaca, deportiva, o un poco por todas (excepto por la apestada sección de sociales); en cambio llegar a sociales supone algo ligero, que lo puede hacer cualquiera… hacer video, foto o nota para sociales parece no requerir de una destreza complicada.

Los periodistas suelen atribuirle al tema político cierta capacidad intelectual, y a mí me parece que el periodismo en general -como cualquier otra profesión- requiere de  cierto intelecto. Incluso en el periodismo, a veces más cercano a un oficio, una de las prioridades es tener habilidad para relacionarse rápidamente con las fuentes informativas,  o bien hacerse de una agenda de contactos. Claro, para ello se requiere tiempo, incluso para combatir las mismas trabas que pone el gremio a los que recién se incorporan al periodismo o cambian radicalmente de fuente informativa. (En el periodismo, antes que nada, deberían decirles a los periodistas que usen su pulserita para el  “mal de ojo”).

[pull_quote_right]En la práctica del periodismo mexicano, a veces el periodismo político, el que goza entre ese gremio el mejor de los prestigios “intelectuales”, a veces se asemeja al trabajo de un buen redactor de propaganda política encubierta, pues el periodista bien podría simular que investiga y el político que informa.[/pull_quote_right]

Quienes ejercen el periodismo, sin embargo, insisten en hacer una polarización entre las secciones intelectuales y las secciones banales. Y en los hechos parece burlesca esa radicalización, porque en el periodismo tradicional tanto los temas de política como los temas de sociales ya han sido vendidos o comprados. En ese sentido, tanto el periodista de política como el periodista de sociales hacen un trabajo secretarial (repiten lo que dijo la fuente informativa, sin pasarlo por el filtro de la duda), ¿o de qué libertades genuinas puede gozar el periodismo cuando se mueven intereses políticos o económicos entre la prensa y algunos grupos de poder? Quizás la diferencia se halle en el grado de cinismo entre un tema y otro.

En sociales aparece con mayor claridad el comprador de la nota. Basta ver la portada y contraportada de una revista o un suplemento de sociales para saber quién costeó la edición. Todo es bello y rosa porque los compradores para eso están pagando. Si hubiera libertad de prensa, sociales sería un hervidero de reportajes de tintes políticos, pero el visible cliente de sociales no paga para ser expuesto o para ser escudriñado.

En el caso del tema político, el que compra no está definido, no es tan visible como el cliente de sociales. En los temas informativos de política, el cliente más bien es perverso, pues posicionado en una esfera de poder (pensemos en un político, en un partido político, en un magistrado, en un rector, en un presidente, en un gobernador, etc.) juega con la prensa al espejismo de la libertad de expresión. En la práctica del periodismo mexicano, a veces el periodismo político, el que goza entre ese gremio el mejor de los prestigios “intelectuales”, a veces se asemeja al trabajo de un buen redactor de propaganda política encubierta, pues el periodista bien podría simular que investiga y el político que informa.

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