Lado B
Axocotzin, en proceso a una radio comunitaria regional
En esta nueva etapa “queremos demostrar cómo se puede ejercer ese derecho a la comunicación de manera digna”
Por Aranzazú Ayala Martínez @aranhera
27 de enero, 2015
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Aranzazú Ayala Martínez

@aranhera

El 4 de agosto de 2014 la radio comunitaria Axocotzin, de la Junta Auxiliar de San Bernardino Tlaxcalancingo, San Andrés Cholula, fue saqueada por el Ifetel, argumentando que la emisora no tenía permiso para transmitir, pese a que es un derecho establecido del que goza la comunidad como pueblo indígena. Desde ese momento, aunque Axocotzin bajó su perfil hacia afuera, ha continuado un trabajo más bien interno que en esta nueva etapa busca regionalizar sus esfuerzos en un proyecto más incluyente.

Erik Coyotl, uno de los cofundadores de Axocotzin hace ya seis años, menciona que la comunicación muchas veces se ve sólo hacia afuera, pero que en ese proceso muchas veces se olvida la comunicación interna, que es fundamental para que se refuercen la identidad y el sentido de arraigo de los pueblos. “Si dejamos de reconocernos entre nosotros, empezamos a dejar de mirarnos como comunidad. Si se pierde esa sinergia interna, es imposible que desde afuera te vean”.

Foto: Erik Coyotl

Foto: Erik Coyotl

Desde que Ifetel llegó con Policía Federal a llevarse el transmisor y el equipo de cómputo (que contenía todo el archivo) de Axocotzin, la radio siguió operando, en una transmisión un tanto clandestina.

Erik dice que uno de sus trabajos más importantes fue la transmisión el 6 de octubre durante la toma pacífica de la presidencia municipal de San Andrés Cholula, en oposición a la construcción del Parque o Plaza de las 7 culturas. El 7 en la madrugada la Policía desalojó violentamente el campamento, deteniendo a cuatro personas, actualmente presos políticos (Adán y Paul Xicale y Primo y Albino Tlachi). Al argumentar que la construcción del proyecto sería para “dignificar” la zona de la Pirámide y el Santuario de la Virgen de los Remedios, las autoridades quieren volver mercancía a los pueblos, desconociendo su identidad y tradiciones. Y precisamente el trabajo de una radio comunitaria es reforzar ese sentido de pertenencia, porque la radio se convierte en un elemento, primero, de defensa de la identidad.

El proyecto de regionalización y expansión para una emisora comunitaria que integre a más municipios y comunidades de las Cholulas y la región Izta-Popo parte de que la gente tenga una relación interpersonal con sus vecinos y una identificación física, para que le interese lo que pasa a su alrededor. El segundo punto que tocan es que el primer territorio que debemos defender es nuestro cuerpo. Y cuando han dado talleres, explica Erik, preguntan, “¿y dónde está nuestro cuerpo?” En el territorio en que habitamos. Así, Axocotzin (que en náhuatl significa “venerable agua agria”) es ahora también un mecanismo de resistencia.

Sin embargo, al buscar hacerse regional, es probable que Axocotzin como tal desaparezca, pero no porque no pudo seguir, sino porque esa primera etapa de seis años y errores se acabó. “Queremos demostrar cómo se puede ejercer ese derecho a la comunicación de manera digna”.

RadioComunitaria-3Para integrarse a esta nueva etapa de la radio, cualquier ciudadano de a pie tiene hasta el 28 de febrero. El único requisito, explica Erik, es un ser humano preocupado porque el medio donde vive pueda vivir en paz, y puede hablar de lo que quiera desde su cotidianeidad. Por toda la cabecera municipal de San Andrés y varias de las juntas auxiliares hay carteles pegados invitando a integrarse a la radio, y aunque parece algo sencillo, es el resultado de decisiones colectivas tomadas al menos ente diez personas, y de una campaña que se apoya de persona a persona.  El equipo de Axocotzin dice que no sabe si el camino va a ser fácil, porque se atraviesan los tiempos electorales y por las aspiraciones presidenciales del gobernador Rafael Moreno Valle, “y sabemos cómo el trabajo de estas radios puede ser la espina o la piedra en el zapato para nuestros gobernantes”.

Antes, la radio era más de denuncia, pero a raíz del saqueo de agosto, Erik dice que se dieron cuenta de muchos errores que ahora quieren corregir. La nueva radio busca ser propositiva, trabajando directamente en las comunidades, impulsando los propios espacios. El proyecto se separa de los medios comerciales y de los públicos, porque no se interesan en difundir las acciones del gobierno ni en ganar dinero, sino en dar voz directa a la gente. Y en la búsqueda de la concesión con Ifetel, con las nuevas reformas, el Estado condiciona a las radios comunitarias (o de “uso social”), pues la legislación las obliga a pasar publicidad oficial. Aunque eso los limita, a la vez los orilla también a usar la creatividad para continuar el trabajo de base que, insiste el joven, es en defensa de la identidad.

La radio busca ser un espacio de identificación también para los niños, quienes los más comprometidos con el proyecto. Ellos se han apropiado de la radio, así como “la tierra es de quien la trabaja”, dice Erik, “la radio es de quien la escucha”.

Hay tres elementos que todos los gobiernos o dictaduras usan para la dominación, dice, citando al periodista José Ignacio López Vigil: el miedo, la división y el silencio. En Puebla el miedo se ha manifestado en la sociedad civil que ha dejado de alzar la voz, temerosos de convertirse en presos políticos; la división es con la aparición de muchos frentes y luchas individuales por la represión, y la última es el silencio. Estas tres herramientas es contra las que tiene que combatir la radio comunitaria, buscando la sinergia de las comunidades vecinas, es decir, de una región, para romper con ese silencio.

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Autor Lado B
Aranzazú Ayala Martínez
Periodista en constante formación. Reportera de día, raver de noche. Segundo lugar en categoría Crónica. Premio Cuauhtémoc Moctezuma al Periodismo Puebla 2014. Tercer lugar en el concurso “Género y Justicia” de SCJN, ONU Mujeres y Periodistas de a Pie. Octubre 2014. Segundo lugar Premio Rostros de la Discriminación categoría multimedia 2017. Premio Gabo 2019 por “México, el país de las 2 mil fosas”, con Quinto Elemento Lab. Becaria ICFJ programa de entrenamiento digital 2019. Colaboradora de “A dónde van los desaparecidos”
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