El politólogo Diego Velázquez Caballero compara el gobierno actual con el avilacamachismo, y advierte que la represión en el estado aún puede empeorar

Aranzazú Ayala Martínez

@aranhera

Presos políticos, desalojos violentos, detenciones furtivas en la madrugada, represión policiaca contra mujeres y niños, marchas masivas exigiendo justicia y respeto a la autonomía de los pueblos y las tradiciones, descontento en varias regiones del estado: así se han vivido los primeros tres años del gobierno de Rafael Moreno Valle.

Pero esta no es la primera vez que en Puebla se vive un escenario así. Una etapa muy semejante de autoritarismo y represión fue la del mandato de Maximino Ávila Camacho, de cuya herencia política es digno representante el actual gobernador, según el politólogo y académico de la BUAP, Diego Velázquez Caballero.

–Estamos observando en Rafael Moreno Valle las mismas características, más radicales en algunos sentidos, pero con un nivel de autoritarismo bastante fuerte –opina Velázquez Caballero en entrevista para Lado B, al recordar que durante el avilacamachismo también hubo un discurso político de modernización y de progreso.

A la fecha, los investigadores no se ponen de acuerdo sobre si se trató de un periodo bueno o malo: hay quienes consideran que el ex gobernador fue un gran modernizador, contra quienes lo consideran un político sanguinario.

El antropólogo Julio Glockner coincide con la opinión del académico de la BUAP y apunta que aunque con Moreno Valle se esté hablando constantemente de una supuesta modernidad, en realidad estamos viviendo un atraso político muy grande.

–No nos hemos movido prácticamente en Puebla de un atraso avilacamachista, por así decirlo –dice Glockner, para quien el nuestro es un estado sin democracia, donde no se consulta a la sociedad para decidir, causando una fuerte irritación social-, porque a la gente no se le toma en cuenta, se le toma en cuenta cuando se acercan los periodos electorales, se les regalan camisetas, cubetas, cosas que son anzuelos para atraer a la gente, la gente desafortunadamente toma esas cosas, hace un compromiso con el candidato en turno y va a votar por ellos, es decir, está totalmente pervertido el proceso electoral, de manera que tenemos pocas posibilidades de sanear este gran problema.

En el libro “Política y poder en Puebla: Formación y ocaso del cacicazgo avilacamachista. 1937-1987”, Will G. Pansters habla de una pirámide que explica cómo funcionaba el avilacamachismo en Puebla que hasta parece, según Velázquez Caballero, el manual de Moreno Valle.

–Es el sometimiento de los partidos políticos, es el sometimiento de la universidad, el vínculo con la ultraderecha, el aplastamiento, persecución y pues casi hasta el asesinato de los movimientos sociales (…), porque si se sale de ese pacto, de ese contubernio del poder, el poder se le va con todo, y los movimientos sociales son los únicos que están cuestionando, que están señalando lo que pasa en Puebla, y están siendo reprimidos.

[pull_quote_right]Cuando él (Moreno Valle) habló de la alternancia, de una Puebla diferente, las promesas eran otras. Jamás habló de destruir al municipio, jamás habló de destruir a las comunidades, jamás habló de perseguir al ciudadano[/pull_quote_right]

Es por ello, explica el politólogo, que en Puebla no hay una real división de Poderes ni la posibilidad de que alguno de los actores institucionales sea crítico al Ejecutivo.

Y lo peor, considera Diego Velázquez, es que dado el contexto nacional de represión y violencia, es muy probable que continúe este autoritarismo.

–Hoy Moreno Valle es una bestia negra que parece que no puede detener nadie.

LA POLÍTICA CENTRALIZADORA DE MORENO VALLE

Uno de los conflictos más fuertes en Puebla surgió luego de las reformas a la Ley Orgánica Municipal, que limita el poder político de las juntas auxiliares y les retira la facultad de registro civil.

Y aunque el principal argumento del gobierno estatal fue una supuesta corrupción en las juntas auxiliares, que nunca se investigó y por la cual no hay señalamiento judicial alguno, esta política centralizadora “está violando muchas de las facultades que tienen los pueblos, que tienen los municipios”, considera Velázquez Caballero y agrega que, en todo caso, la corrupción se resuelve con capacitación, no con represión. El problema de fondo no es el registro civil, dice, sino la afrenta “a la democracia local, al pueblo, a la matria”.

–Durante muchos años la única democracia que había en este país, la única democracia que había en México, y esto se puede demostrar antropológicamente, era la democracia de las comunidades, la democracia cara a cara, bis a bis, y hoy parece que eso no le importa al representante del Poder Ejecutivo en el estado.

En su opinión, la represión contra los municipios “célula de la democracia, del federalismo”, obedece “a un proyecto político personal (de Moreno Valle)”, ante lo cual los otros Poderes callan.

FALSAS EXPECTATIVAS

La política que se aplica en Puebla, describe el académico, es la de: “si estás conmigo no importa, pero si no estás conmigo, ahí entonces sí, todo el peso. Pero no es el peso de la ley, es el peso de Moreno Valle”.

Y ante ese contexto confía en que las organizaciones sociales sigan tejiendo redes de apoyo que les permitan hacerse escuchar y seguir en las calles.

–Cuando él (Moreno Valle) habló de la alternancia, de una Puebla diferente, las promesas eran otras. Jamás habló de destruir al municipio, jamás habló de destruir a las comunidades, jamás habló de perseguir al ciudadano.

[pull_quote_right]Creo que viene una noche muy oscura para los movimientos sociales y para aquellos que están buscando salvaguardar los intereses comunitarios[/pull_quote_right]

Estos proyectos de “modernización autoritaria” no fueron lo que prometió en campaña. Hoy, considera, prácticamente vivimos en un estado fascista de represión, persecuciones, multas y “presidentes municipales que ya mejor no dicen nada, que ya mejor se dedican a cantar, porque no pueden decir nada, no pueden hacer su trabajo”.

EL FUTURO POLÍTICO

En su análisis, el académico advierte que las circunstancias terribles de violencia que vive México y la ausencia de contrapesos estatales que cuestionen al otrora hijo político de Elba Esther Gordillo, favorecen sus aspiraciones presidenciales.

–De hecho algunos columnistas están pensando que como el país necesita orden, pues que gobierne un personaje incluso autoritario y este personaje, desgraciadamente, es el gobernador.

Raúl Pascencia y Rafael Moreno Valle.
Foto: Comunicación social, gobierno del estado.

Y estos mismos columnistas de medios nacionales han hecho notar que Moreno Valle pertenece a una clase política con vínculos muy importantes.

–De ahí que secretarios de Estado o personajes que representan a estas instituciones procuren no afectar el proyecto de alguien que tiene amplias posibilidades de competir por la Presidencia de la República.

Prueba de lo anterior fue que cuando la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió la recomendación por el caso de la muerte de José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo, en Chalchihuapan, el dictamen ni siquiera menciona al gobernador de Puebla. Es más, el ex ombudsman Raúl Plascencia Villanueva sólo impuso una multa económica no especificada y hasta ahora desconocida a Facundo Rosas, titular de la Secretaría de Seguridad Pública, y en el informe de más de cien páginas no hay nada que responsabilice a Moreno Valle.

Plascencia quería, de acuerdo a Velázquez, salvar su puesto, y el actual presidente de la CNDH, Luis Raúl González Pérez, ex abogado general de la UNAM, “tampoco lo va a tocar” porque “ya sabemos que el padre del gobernador pertenece a uno de los grupos más importantes del patronato de la UNAM”.

–El morenovallismo es un neo avilacamachismo, y no solamente tiene vínculos con el PRI, hoy tenemos una familia política, una clase política transpartidista y bueno, pues estas alianzas terribles de agua y el aceite que se va a dar aquí en Puebla, son producto de estos contubernios que, por ejemplo, un personaje como Cuauhtémoc Cárdenas ya no soporta, son acuerdos muy pragmáticos, acuerdos muy realistas, hiperrealistas diría yo, del poder. Y uno de los representantes de este transfuguismo poli-pragmático es Moreno Valle, va a pactar con quien sea para llegar a la Presidencia de la República.

La opinión de Velázquez es compartida por Julio Glockner, quien lamenta que ahora la atención nacional se haya mantenido en la tragedia de los normalistas de la escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero, y cualquier otro evento “palidece frente a este problema tan delicado y tan grave.”

–De alguna manera puede ser una ventaja, tú puedes avanzar en tu política perversa (digamos) mientras la atención está puesta en otro lugar, pero esto no dura mucho –advierte y agrega que en el fondo lo que sucede a nivel nacional y la represión en Puebla tienen el mismo origen, que es la ausencia total de democracia y la incapacidad de hacer política, privilegiando el autoritarismo.

Un autoritarismo que, en las predicciones de Velázquez, aumentará.

–Creo que viene una noche muy oscura para los movimientos sociales y para aquellos que están buscando salvaguardar los intereses comunitarios.

Moreno Valle, desde la descripción del politólogo, es un enemigo de las comunidades, de la matria y de la identidad tradicional, a quien no le interesa dialogar, sino imponer; un representante del “priísmo de derecha”, que “está en las mejores condiciones en este momento para llegar a la presidencia.”