Foto: Marlene Martínez

Ernesto Aroche Aguilar

@earoche

Chalchihuapan es un foco rojo. Tan rojo que podría generarse ahí un estallido social y las condiciones para brotes de guerrilla. Es un foco rojo que el gobierno del estado lejos de atender y apagar ha cerrado las vías de diálogo, y ha hostigado a la población y detenido a habitantes y autoridades del lugar. Lo saben las presidentes estatales del PRI y del PRD que han pedido a la administración de Rafael Moreno Valle cambiar su política, revalorar las detenciones recientes, entre ellas la del presidente auxiliar del pueblo, Javier Montes Bautista, y sentarse a dialogar.

Y si para la priísta Ana Isabel Allende y la perredista Socorro Quezada Tiempo la llama está encendida –como dijo Araceli Bautista, madre de edil auxiliar—, para el dirigente estatal del PAN, Rafael Micalco Méndez, es un tema que legal sin vuelta de hoja:

“Para un servidor el caso Chalchihuapan tiene unos meses y se ha ido atendiendo por parte del gobierno del estado. Yo que quisiera que no hubiera detenidos, no es lo deseable, sin embargo yo confío en que esas detenciones tengan sustento y sean parte de a las acciones e investigaciones que se están llevando a cabo”.

Pide PRD reconsiderar las acciones policiales

Tras la detención de Javier Montes Bautista que se produjo la madrugada del pasado viernes 21 de noviembre, y el señalamiento por parte de la madre del edil, quien quedó a cargo de la comunidad desde hace varias semanas, de que el gobernador encendió la llama con esa acción policial, Quezada Tiempo pidió a la administración estatal reconsiderar su política de impartición de justicia en el caso.

Operativo en Chalchihuapan | Foto: @earoche

Y puntualizó que las condiciones que se han venido gestando especialmente en esa comunidad, y en menor medida en las juntas auxiliares de San Miguel Canoa y la Resurrección, en donde también fueron detenidos sus presidentes auxiliares, abren la puerta a un estallido social en el que, dijo, podría involucrarse estudiantes y jóvenes especialmente de la universidad pública.

–Antes de llamarle una política de represión, soy muy respetuosa en ese término, lo que sí es un hecho es que no es una política adecuada, lo que sí puedo decir es que enrarece el clima.

Cuestionada sobre la situación que priva en Chalchihuapan tras las constantes agresiones del gobierno del estado primero con el violento desalojo y el asesinato del menor José Luis Alberto Tehuatle Tamayo, luego con los ingresos de la policía ministerial y las detenciones a pobladores la diputada respondió:

“Las cosas en el país están tan tan difíciles que no puedo dejar de pesar que en un momento dado niños y niñas de las universidades, sobre todo públicas, opten por empezar a realizar un tipo guerrilla en el estado de Puebla. Y eso sí es peligroso. Válido para ellos y para ellas, no los descalificaría, pero finalmente les estaríamos dando los elementos y las armas políticas para poder justificar el por qué de su actuación”.

“Cuando no hay canales de diálogo y de interlocución finalmente la radicalización es una respuesta que tienen muchos grupos y esperemos que no sea la respuesta, sin embargo sí justifico que se radicalicen, porque no podemos seguir actuando de esta manera en el estado, por eso hago un llamado al gobierno del estado y todas sus instituciones para que reconsideremos la política y que podamos empezarnos a perdonar para poder recomponer el estado”.

Aunque señaló que el caso más grave es Chalchihuapan: “creo que en Canoa y en la Resurrección las cosas no están tan al rojo vivo, en el caso de Chalchihuapan de por sí desde hace meses ya viene muy complicado el asunto”.

Que cese la represión: PRI

Un día antes, la tarde del domingo la dirigente estatal tricolor, Ana Isabel Allende lanzó un llamado al diálogo y pidió el cese a la represión por parte del gobierno del estado, esto como parte del mensaje político que lanzó durante su segundo informe de labores como legisladora federal.

Foto: Marlene Martínez

En el acto protocolario que se realizó en el municipio de Quecholac la priísta recordó también que las decisiones de gobierno se deben tomar “compartidas con la sociedad y desde la sociedad, acordadas con los distintos actores, incluyentes con quienes no comparten nuestra forma de pensar, sin usar la represión ni la fuerza para imponer un proyecto”.

Y planteó: “De manera particular, hago un llamado al gobierno del estado para actuar con sensibilidad, para recuperar el diálogo y que cese la represión sobre los que no comparten la ideología gubernamental, necesitamos privilegiar el diálogo y la negociación”.