Lado B
Memorias de un tango... desde ausencia
"Tú que fuiste mesías de luz negra, tú nos dejaste la más dura de las lecciones, con tu partida nos diste el último gran obsequio, a todos nos uniste como hermanos con ese enorme amor que te tenemos."
Por Lado B @ladobemx
23 de noviembre, 2014
Comparte
Foto-8

Foto: Marlene Martínez

Fred Alejandro Alcaraz Gómez

Homenaje póstumo a Paquito Galván, el próximo jueves 27 de noviembre a las 19:30 hrs. en Zona Autónoma (4 poniente 103. Centro)

¿Cuántas horas tiene la noche?

Para los veladores de una triste noticia nunca menos de 8,760, pero para ti mi hermano, un noctambulo de ojos rojos por tanto llanto contenido sin duda ya las tienes todas saldadas, lunático soliviantado por monstruos mustios, el verdadero noctambulo solo sabe de una culpa honesta, la de dormir de noche.

Recopilar tu ser en una cuantas líneas me resulta una maratónica misión para cumplir, ¿de dónde chingados te diste tanto tiempo para hacer tantas cosas cabrón?, en una de las charlas donde lo hondo lo volvías fondo y al alma una subleva recuerdo tus tan inspiradas palabras, “EL TIEMPO MI QUERIDO Y ROBUSTO TANQUECITO ES UNA PATRAÑA QUE SE HA INVENTADO PARA AZORRILLAR A LOS AMANTES DE LA NOCHE, POR QUE LA NOCHE NO INICIA CUANDO EL SOL SE ESCONDE NI TERMINA CANDO TUS DEMONIOS TE SACUDEN”, esas palabras no las entendí del todo hasta ahora.

Describirte me rompe la madre en más de una pieza, porque hablar de ti querido mío es toparse con una hectárea de ladrillos aspirando a ser el ya demolido castillo que fue… inamovible que tenía múltiples pasadizos, alguno secretos otros no tanto, corredores sin fin, cuadros, fotos, cuartos con cachivaches arrumbados de una estratégica forma, anfiteatros, panteón, jardín, cochera, sótano, azotea, cimientos, pilares, cisterna, plomería… hablar de ti es narrar a muchas personas aglomeradas en ti, es hablar del Paquito doctor, del Paquito maestro, del Paquito brujo, del Paquito SEMEFO, del Paquito Criminólogo, el Paquito Sociólogo, el Paquito cabrón, el Paquito bonachón, del Paquito hijo, hermano, en fin hay tantos tus para describir que empezaré por lo que me viene ahora en gana:

Amigo, hermano, maestro, gurú, guía, garufa, simplón, complejo, niñote, cabrón, chingón, soñador, ejemplo, humano muy humano, catrín, ganapán del sentimiento entre otros más calificativos con los que todos aquellos que te amamos te nombramos al unísono del corazón, hablar de ti no podría acotarse a la más humilde de las opiniones, la mía, todos y cuantos te conocimos buscamos algo que perdimos y pudimos encontrar en tí, un refugio, sonsacado de la noche, para todo tipo de penas y alegrías, tu bodega a la cual todos conocimos como corazón albergaba ojerosos, impenitentes, fue refugio para murciélagos guajiros, de ángeles sin alas y de maravillas sin nombre, fue un antro ponedor y hospitalario cuyas protectoras puertas fueron redención segura para todo aquel que ha tomado la decisión de alzarse en armas contra la irrupción del miedo… tus más temibles armas con las que a todos nos pintaste la mente y corazón de valor y comprensión; una extensa noche, una buena mesa, una cómoda clase, una personalidad retadora, y una comprensión humana sin igual, daban preámbulo a todo tipo de experiencias, narcóticos del alma, somníferos del dolor.

Tu risa, que fue para muchos estruendosa energía que acallaba el ensordecedor silencio de tu sinceridad, no podía menos que hechizar los oídos al más sincero de los discursos; tu amor a la humanidad hecho conciencia y diseminado en consejos, tú que siempre fuiste espejo, tú que fuiste mesías de luz negra, tú nos dejaste la más dura de las lecciones, con tu partida nos diste el último gran obsequio, a todos nos uniste como hermanos con ese enorme amor que te tenemos.

Aunque a los aquí presentes nos duele tu partida que representa la muerte de la parte que cada uno de nosotros te dio, tu final panzón mío también significa la unión de una familia que siempre te ha de recordar y mantener… hoy nos soltamos para poner en práctica la lección más complicada de la vida que compartiste con todos y con toda alegría te dejamos ir…


Te amo Paco.

A tu salud mi hermano,
a tu salud querube.

Comparte
Autor Lado B
Lado B
Información, noticias, investigación y profundidad, acá no somos columnistas, somos periodistas. Contamos la otra parte de la historia. Contáctanos : info@ladobe.com.mx
Suscripcion