Roberto Cruz Arzabal (editor invitado)

Durante los días que realizaba la selección para este número de Cubo de rubik me preguntaba cuáles son los criterios funcionales que me gustaría usar como editor invitado. Uno de los primeros que me vino a la mente fue el de textos que giraran alrededor de un tema, cada texto ofrecería una perspectiva distinta de un fenómeno, una obra o un evento; en mi trabajo como académico no es extraño encontrar este tipo de reuniones en dossiers, libros o antologías. Sin embargo, eso hubiera significado mantenerme dentro de cierta zona de confort (buscaría un tema afín a mis intereses y a gente que lo podría trabajar) así que desistí.

Luego, mientras el tiempo pasaba, pensé que quizá este número antes que un tejido temático, podría ofrecer una cartografía de posibilidades mediante afinidades. Me explico: cuando pensé a quién invitar, lo hice a partir de elecciones afectivas de mis intereses literarios, colegas cuya obra me permitiera establecer un diálogo con ella sin que por ello se definiera en un sentido único (al final, todos tenemos afinidades múltiples y de diversos orígenes); los textos recibido permiten pensar una red de relaciones entre ellos sin ninguna de estas características resulte exclusiva de uno en particular.

Los poemas de Miréia Anieva, diversos ya entre sí, se ubican en un lirismo puntual, su construcción del yo pasa por el propio cuerpo sin por ello estar ensimismado, los afectos límite (las relaciones amorosas, la memoria de la genealogía) se unen a la exploración exploración breve de la poética como una búsqueda de sí. En una búsqueda semejante de las posibilidades del yo, el ensayo de Marisol García Walls parte de la tradición de la deriva inmóvil a través de las lecturas, la memoria y el insomnio; escribe a su modo desde un cuerpo doble, primero porque es éste el soporte de los recuerdos, segundo porque la página es un cuerpo habitado en la disposición de lo simutáneo. Las técnicas citacionistas no son, por supuesto, privilegio del ensayo, los poemas de Sara Uribe, parte de una serie más amplia, llevan la cita al extremo de la desapropiación (término acuñado por Cristina Rivera Garza en Los muertos indóciles y usado espléndidamente por Uribe en su libro Antígona González), con ello desplaza (o moviliza) la violencia de la necropolítica a la memoria de los acontecimientos; las anáforas recuerdan los cantos rituales al tiempo que crean un espacio para voces múltiples. Nayeli García por su parte no recupera muchas voces sino sólo una, la del personaje creado por el Sub comandante Marcos, para encuadrar su ensayo en la genealogía de la prosa de ideas latinoamericana, su voluntad por historiar e intervenir en la tradición utópica en su breve ensayo es también un statement frente a la despolitización de la literatura mexicana (por fortuna, cada vez más cuestionada). Esta voluntad política, que comparten Uribe y García, existe también en los poemas de Ingrid Solana (parte del libro inédito El juego del mundo); al igual que en algunos de los ensayos de su libro Barrio Verbo, en los poemas de Solana la calle es un espacio de lo social y lo político, tal como el lenguaje en constante tensión entre la referencialidad y lo simbólico, entre la historia y la acción por venir.

No es esto una antología, tampoco es una muestra amplia de la escritura contemporánea en México, sin embargo, creo que sí puede ser un atisbo a las diversas posibilidades de ésta. Confío en que quienes lean hallarán resonancias, no siempre armoniosas pero no por ello ajenas, de tradiciones anteriores así como de otras posibilidades estéticas.

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Lee la selección de Cubo de Rubik:

Poemas del Capítulo «La era» del libro El Juego del Mundo, de Ingrid Solana.

Autopartes, de Sara Uribe.

Utopía 43, de Nayeli García Sánchez.

Azul Inconmensurable, de Miréia Anieva.

Indagaciones sobre el viaje desde la incomodidad de una cama ajena, de Marisol García Walls.

Roberto Cruz Arzabal (Ciudad de México, 1982) es profesor, crítico y escritor. Estudia el doctorado en letras en la UNAM, donde también da clases; premio de la revista Punto de partida en 2007 en poesía. Es integrante del Seminario de investigación en poesía mexicana contemporánea y del Laboratorio de literaturas extendidas y otras materialidades.