Lado B
Buscan que niños y niñas se conciban como sujetos de derechos humanos
Dos jóvenes de Sociología de la BUAP trabajan en el proyecto “Espacios escolares libres de discriminación, violencia y acoso”, tras participar en una convocatoria de PNUD y el INE
Por Josué Cantorán @josuedcv
24 de noviembre, 2014
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Josué Cantorán

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Promover que los niños y las niñas de educación primaria se conciban a sí mismas como sujetos de derecho, y más aún, que se transformen en promotores de derechos humanos, es la finalidad del proyecto que dos activistas de la asociación civil El Taller realizan como parte de la iniciativa Juventud Actúa Mx.

Tras ganar una convocatoria lanzada por el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), y dedicada a jóvenes que busquen implementar políticas públicas en sus estados de origen, Fabiola Baleón Toxqui y Jessica Techalotzi Zontlimatzi han dado inicio a las primeras etapas del proyecto titulado “Espacios escolares libres de discriminación, violencia y acoso”.

Las jóvenes, ambas egresadas de la licenciatura en Sociología de la BUAP, iniciaron la redacción de su documento, así como las primeras versiones del planteamiento teórico y metodológico de un proyecto que tiene como objetivo erradicar la violencia de las escuelas primarias y que los estudiantes se conciban a sí mismos como promotores de derechos humanos, erradicando el carácter “adultocentrista” que, consideran, suele manchar las leyes y políticas públicas dedicadas a la infancia.

–En un sistema adultocentrista –explica Jessica Techalotzi en entrevista con Lado B– se toma a los niños y niñas como sujetos pasivos que no tienen conciencia de su realidad. Se cree que se necesitan políticas públicas que los lleven de la mano, que les digan qué hacer, más de tipo asistencialista. Nosotras creemos que es importante empezar a deconstruir esta idea y que las niñas y los niños tengan conciencia de que ellas son sujetas de derechos y agentes de transformación social.

El apoyo que se ha brindado desde el INE y el PNUD consiste en la revisión continua del material y los avances del proyecto, e incluso a los y las 50 jóvenes de todo el país que ganaron la convocatoria –aunque Jessica y Fabiola fueron las únicas en Puebla– se les ofreció un diplomado sobre políticas públicas en el Distrito Federal.

[quote_box_right]Fabiola y Jessica enfatizan en que es necesario reconocer que el problema de la violencia, el acoso y la discriminación en las escuelas es un asunto complejo, y que para atenderlo no se puede recurrir a eufemismos, pues, consideran, el recurrido uso de la palabra bullying, de origen inglés, ha devenido en la criminalización de la infancia.[/quote_box_right]

Las activistas, en acompañamiento con otras aliadas del ámbito académico y social, han finalizado con el proceso de diagnóstico en cuatro escuelas primarias –tres públicas y una privada– del distrito electoral VI, en el municipio de Puebla, donde se han impartido talleres para tantear la realidad sociológica de los estudiantes y vislumbrar desde dónde partirá el trabajo.

La idea es que los alumnos, pero también sus profesores y sus familias, reciban capacitación en materia de violencia, discriminación y acoso, pero desde una perspectiva de derechos humanos, equidad de género, y también atravesando temas como la resolución de conflictos desde la educación para la paz.

Jessica y Fabiola consideran que, si bien hay marcos normativos que en teoría protegen los derechos humanos de niños y niñas, aún hay protocolos poco claros para tratar temas como acoso escolar (llamado también bullying) y maltrato infantil que permitan a instituciones y autoridades actuar en casos concretos.

Así, por ejemplo, si bien en el nivel federal se aprobó recientemente la Ley General para la Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, ésta no estuvo exenta de críticas desde que el Ejecutivo federal la turnara al Congreso, pues diversas organizaciones civiles e instancias internacionales consideraron que algunos de sus puntos eran insuficiente. Por ejemplo, la iniciativa no consideraba a los niños y niñas con discapacidad y ponía en riesgo su libertad de expresión.

Ante inconsistencias como las anteriores, las activistas proponen que la implementación de políticas públicas, como aquella en la que ellas trabajan, tenga participación activa de las organizaciones civiles y académicas especialistas en cada uno de los temas, de manera que puedan cubrir algunos de estos vacíos.

Y, finalmente, Fabiola y Jessica enfatizan en que es necesario reconocer que el problema de la violencia, el acoso y la discriminación en las escuelas es un asunto complejo, y que para atenderlo no se puede recurrir a eufemismos, pues, consideran, el recurrido uso de la palabra bullying, de origen inglés, ha devenido en la criminalización de la infancia.

–Es interesante cómo a través de la palabra bullying se criminaliza a la niñez, a las infancias, como si toda la culpa fuera del niño o la niña agresora, finalmente así se maneja (…) Nos da cuenta que estás en un contexto violento, en México cuántos asesinatos hay de mujeres o niños. Mencionar el tema de la violencia abarca más y da cuenta de otros factores, no se le delega la responsabilidad del problema sólo al niño.

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Josué Cantorán
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