Ociel Mora

@ocelmora

[dropcap]E[/dropcap]n un trayecto de apenas unas cuantas cuadras en combi, en una de las estaciones de radio más populares, escucho hasta dos veces un spots comercial de un tal Manuel Velasco acerca de no sé qué programa de apoyo a mujeres desamparadas. Éste Velasco del que les hablo debe ser el gobernador de Chiapas. Lo digo seguro, pues sólo con dinero de una población tan vulnerable se puede despilfarrar a manos llenas anunciándose en la radio de Puebla, que no la escuchan los chiapanecos. Me temo que los poblanos no tienen ningún interés en saber si en aquella entidad se entregan o no programas a mujeres. Una acción tan ordinaria y anodina como las que emprenden los alcaldes de modestos ayuntamientos de la Sierra Norte o Mixteca.

Conociendo a los gobernantes, es muy probable que el mentado programa de apoyo a mujeres ni siquiera exista. Y en el remoto caso de que sí, seguramente fue creado con la única finalidad de que el señor Velasco cuente con una plataforma “emocional” para anunciarse en el país entero y se sepa de él. Es posible que ese spots comercial de mujeres también se escuche en los municipios de la entidad poblana y en los del norte del país: Chihuahua, Durango, Monterrey, las californias. Porque la idea de los publicistas de políticos es llegar al mayor número de personas y para eso está el dinero público y las televisoras y la radio. Aunque en éste genero de propaganda lo que se privilegia son los sectores pobres y marginados. Por el impacto. Sí aún no ocurre, muy pronto los indígenas de aquí se toparán con ese mensaje que busca ser dulce y esperanzador.

[quote_left]¿Pueden los gobernantes, como el señor Velasco, disponer del dinero de la población para promocionarse con spots comerciales a nivel nacional con fines que nada tienen que ver con el interés general de la población que gobiernan? La respuesta es un categórico no.[/quote_left]

¿Pueden los gobernantes, como el señor Velasco, disponer del dinero de la población para promocionarse con spots comerciales a nivel nacional con fines que nada tienen que ver con el interés general de la población que gobiernan?

La respuesta es un categórico no. No es una opinión personal, lo establece claramente la Constitución en su artículo 134, que prohíbe la propaganda gubernamental, particularmente el uso de nombres, imágenes o voces de servidores públicos. La única propaganda de gobierno autorizada es la que tiene “carácter informativo, de educación y de orientación social”.

La única excepción es la que establece la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LEGIPE), artículo 242, párrafo 5, que permite a las autoridades electas anunciarse siete días antes y siete días después a la entrega de sus respectivos informes de gobierno, una vez al año. Sin embargo, entre especialistas, este párrafo es motivo de controversia porque es contrario al mandato supremo de la Constitución. Hoy mismo, y con motivo del segundo informe del presidente Peña Nieto, un grupo de personalidades del mundo de la academia y la política presentó un amparo colectivo en contra de la propaganda presidencial.

¿Pero por qué el señor Velasco se va a lo grueso, cuando no siquiera es amparado por una ley secundaria, como la LEGIPE? Por una razón sencilla, y como en muchos actos de su partido, el mal llamado Partido Verde, se sabe impune.

ocielmora@gmail.com