Lado B
Trabajadores del INAH, excluidos en decisiones de proyectos entre delegado y gobierno poblano
Investigadores, trabajadores y representantes sindicales del INAH Puebla, denunciaron que las autoridades han roto la comunicación con ellos, quienes desconocen los proyectos que han destruido patrimonio histórico
Por Aranzazú Ayala Martínez @aranhera
04 de septiembre, 2014
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Foto: Marlene Martínez

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Aranzazú Ayala Martínez

@aranhera

El proyecto de plaza de las 7 culturas (o parque de las 7 culturas, o parque intermunicipal), en los terrenos que rodean la pirámide de Cholula, se ha desarrollado entre el descontento de los ciudadanos y desconocimiento de las autoridades. Pese a que una obra en zona arqueológica debe contar con la aprobación del INAH, hay exclusión de parte de los directivos de la delegación estatal y los trabajadores e investigadores de la dependencia.

En rueda de prensa convocada por nueve investigadores, trabajadores y representantes sindicales del INAH Puebla, denunciaron que las autoridades han roto la comunicación con ellos, quienes desconocen los proyectos que han destruido patrimonio histórico: el distribuidor vial de  Cholula, el teleférico y la plaza de las 7 culturas.

“A lo largo de 75 años, el INAH ha consolidado un importantísimo bagaje de patrimonio de los mexicanos, y ha servido para consolidar la identidad nacional”, dijo el investigador y Doctor en arqueología Francisco Mendiola. Como trabajadores pidieron con anticipación a las autoridades sobre la información de los proyectos de desarrollo a realizar, pero el delegado Francisco Ortiz Pedraza les respondió que hasta la fecha “no ha recibido ninguna solicitud de autorización para un proyecto”, y por eso “no tiene ninguna posibilidad de intervención”. En su calidad de delegado su obligación es intervenir como representante del INAH antes de que exista destrucción de patrimonio arqueológico, o si no, en concreto en las obras de Cholula del distribuidor vial (donde ya se encontraron yacimientos prehispánicos) y del parque intermunicipal,  demandar oficialmente los dos permisos correspondientes. “Está esperando que se tiren los basamentos para hacer una intervención”, dijo el Doctor Mendiola.

A la fecha el gobierno no ha presentado un documento oficial de la intervención de los terrenos alrededor de la pirámide de Cholula, sólo ha difundido videos e ideas sueltas. “Está violentando la ley federal de monumentos”, explicaron los trabajadores del INAH. A ellos no les explican nada, sólo les dicen que “no está autorizado”.

“Aquí el estilo del gobernador (Rafael Moreno Valle) es no tomar en cuenta al INAH y realizar las obras”, denunciaron, explicando que sólo conocen la información de los proyectos (desde el teleférico hasta  el distribuidor vial) por lo que dicen los medios, porque a los trabajadores del INAH no se les informa nada.

Los representantes del sindicato de trabajadores técnicos, manuales y administrativos del INAH, Miguel Balbuena y Graciela Sánchez, dijeron que la política actual viene de la escuela salinista: “ni los veo ni los oigo”, y que hay una fracturación entre las autoridades (tanto del INAH como de los gobiernos estatal y municipales) y los trabajadores del instituto.

El Doctor Mendiola dijo que los proyectos que ha desarrollado el gobierno (y los que están en puerta, como el del parque de las 7 culturas) afectan el patrimonio de todos, y no debe haber decisiones unilaterales ni personales acerca del destino del patrimonio histórico y cultural de los poblanos. Dentro del desarrollo del complejo que rodearía los terrenos de la pirámide está incluido un museo del INAH en el edificio que antes fue el hospital psiquiátrico de Cholula, pero ni los investigadores ni los trabajadores del instituto conocen en qué condiciones está el inmueble, ni quién lo administraría, además de que desconocen si existe un convenio con el INAH.

Además, el parque temático de los terrenos de la Pirámide y cerro de la iglesia de los Remedios en San Pedro y San Andrés Cholula, son una violación al territorio sagrado y milenario, dijeron los investigadores. “Por una decisión privada, enmascarada de interés municipal, va  a llevar una fractura”, mencionaron, recordando que la obligación del INAH es la conservación y difusión del patrimonio, y ningún acuerdo puede ir en contra de esta misión. En la rueda de prensa también estuvieron presentes la restauradora Elisa Ávila, la Maestra Sonia Espinosa, Rita Valdés, el arquitecto Ignacio Ibarra, la investigadora Cecilia Vázquez y la arquitecta Rutilia Amigón.

La destrucción del patrimonio, una denuncia de años atrás

Los investigadores y trabajadores del INAH, además de deslindarse de las decisiones y opacidad de los directivos de la delegación estatal, hablaron de la destrucción del patrimonio histórico de la ciudad de Puebla, que ha sido cada vez mayor.

Desde 2009 ya han existido denuncias de la falta de conservación y omisión de las autoridades para adquirir y privatizar edificios históricos, sin preservarlos. El arquitecto Ignacio Ibarra denunció que desde 1972 se ha perdido alrededor del 40% del patrimonio de la ciudad, y que las autoridades no entienden que el patrimonio “es un recurso no renovable, que no se recupera”, considerando “increíble” que el gobierno haya destruido un inmueble histórico como la Casa del Torno, del siglo XVII, para el proyecto del teleférico que finalmente cambiará de ruta, pasando ahora por la zona histórica de los Fuertes de Loreto y Guadalupe.

Cuando todavía era gobernador Mario Marín Torres, se construyó el colector pluvial de San Pedro Cholula, en 2009, donde fueron encontrados entierros ceremoniales y un basamento piramidal, que las autoridades destruyeron, continuando con las obras.

En julio de 2010, durante un encuentro de la Sociedad Mexicana de Antropología, antropólogos denunciaron la destrucción del patrimonio de fábricas textiles poblanas que existían desde el siglo XIX, de las cuales, para la fecha del foro, quedaban sólo alrededor del 30%. En el mismo foro se denunció la destrucción del jardín de El Carmen, cuyas áreas verdes fueron reemplazadas por cemento, sin tomar en cuenta “el sentido cultural de la ciudad”, en palabras del arquitecto Ibarra que también habló en el encuentro.

En marzo de 2013 el Comité Mexicano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), organismo consultivo de la UNESCO entregó al entonces titular internacional del consejo un informe que pedía que se activara una altera al Comité del Patrimonio Mundial por las constantes intervenciones que alteran el Centro Histórico de la capital poblana y que ésta fuera incluida en la Lista de Patrimonio el Peligro. Entrevistada por el diario El Universal el 25 de marzo del año pasado, la arquitecta Olga Orive explicó que decidieron pedir intervención de la UNESCO por la omisión de las autoridades ante repetidas peticiones para detener las alteraciones del sitio. Una de las posibilidades es que el Comité del Patrimonio Mundial revocara la designación del Centro Histórico como Patrimonio de la Humanidad, si es que sigue la destrucción.

Desde finales de 2012, agrupaciones de académicos, investigadores y sociedad civil pidieron que se detuvieran las modificaciones en el Barrio del Artista, lugar donde estaba la Casa del Torno, que fue demolida para el fallido primer proyecto del teleférico. Nuevamente en 2013 un grupo de más de 600 personas entregaron un documento al gobernador Moreno Valle para intervenir en las obras del teleférico y frenar la destrucción del inmueble histórico.

No sólo en las ciudades de Puebla y Cholula se ha denunciado la falta de cuidado de las autoridades al remodelar y no tomar en cuenta la historia y legado cultural de los edificios y monumentos: en  agosto de 2014, Pipino Manzano, cronista del municipio de Zacapoaxtla, en la Sierra Norte del estado, dijo en entrevista con MunicipiosPuebla que se ha modificado al menos 30 casas de los siglos XVIII y XIX, sin considerar la preservación de una ciudad colonial que ahora tiene la denominación de Pueblo Mágico.

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Autor Lado B
Aranzazú Ayala Martínez
Periodista en constante formación. Reportera de día, raver de noche. Segundo lugar en categoría Crónica. Premio Cuauhtémoc Moctezuma al Periodismo Puebla 2014. Tercer lugar en el concurso “Género y Justicia” de SCJN, ONU Mujeres y Periodistas de a Pie. Octubre 2014. Segundo lugar Premio Rostros de la Discriminación categoría multimedia 2017. Premio Gabo 2019 por “México, el país de las 2 mil fosas”, con Quinto Elemento Lab. Becaria ICFJ programa de entrenamiento digital 2019. Colaboradora de “A dónde van los desaparecidos”
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