Lado B
Bordados de paz, memoria y justicia
El próximo miércoles 15 de octubre se presentará en la ciudad de Puebla un libro que ilustra el recorrido de una iniciativa ciudadana para no olvidar a las víctimas de la violencia en México
Por Aranzazú Ayala Martínez @aranhera
30 de septiembre, 2014
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Foto: Marlene Martínez

Foto: Marlene Martínez

Aranzazú Ayala Martínez
@aranhera

“Bordar es dar voz a una realidad que el sistema pretende callar, –bordar es evitar la desmemoria–».

Hace tres años un grupo de personas decidió empezar a bordar los miles de nombres de los asesinados y desaparecidos en México, en el contexto de la guerra contra el narcotráfico del ex presidente Felipe Calderón, en pañuelos blancos de despedida. Hace dos años, la iniciativa se replicó en Puebla y así, en un efecto viral, empezaron a aparecer colectivos en varias ciudades del país, de norte a sur, en Centroamérica, en Japón, en Francia, en Latinoamérica…

De todo este camino brotó un libro que apenas hace un par de meses se presentó. La portada son dos manos bordando con hilo rojo, sobre un trozo de manta color beige y un aro de madera. Las manos terminan la letra “s” de la palabra Morelos”, y se adivina que el resto del texto es la historia de un cuerpo desmembrado encontrado en el violento estado del centro del país.

El libro abre con la imagen de nombres amontonados sobre fondos blancos y después un muro de pañuelos, con los colores de la bandera de México en la orilla. Adelante, una mujer de lentes sosteniendo un cartel: “88,000 muertos + de 20,000 desaparecidos”. El libro “Bordados de paz, memoria y justicia: un proceso de visibilización” recopila la historia del movimiento a través de fotos y textos de bordadores, escritores y activistas inmersos en la acción pacífica de bordar para no olvidar, de bordar para recuperar los espacios públicos y de trazar con el metal y los hilos una comunidad invisible que lucha en silencio contra la normalización de la violencia en México.

[quote_box_right]Pero en comunidad, de manera colectiva, se ha logrado poco a poco superar el pánico y “volvernos consecuentes, críticos, esperanzados. El miedo paraliza, si te mueves sientes menos miedo. Para movernos protegiéndonos hay que hacerlo en colectivo.”[/quote_box_right]

Francesca Gargallo se dio a la tarea de unir todos los retazos de colectivos y voces de bordadores en un libro, impreso con fondos conseguidos por los propios colectivos entre empresas particulares e instituciones educativas como el Iteso de Guadalajara, Jalisco. Todo comenzó en Atenco, cuando la historiadora conoció a hombres y mujeres que bordaban y le explicaron que no iban a “dejar en la desmemoria, en el olvido que el poder anhela, no sólo el baño de sangre por el que está atravesando México desde 1988, y en particular desde 2006, sino la fuerza de quien hace memoria en el presente de violencia con un acto pacífico, lento, pensado, amoroso como bordar”.

Después se integró con los bordadores del Centro del Distrito Federal, de la calle Madero: Xóchitl, Alfredo e Ivelyn, quienes consideraron una gran idea agregar algo al proceso de memoria colectiva: la escritura.

La autora repite que el libro no es suyo –de sus manos es sólo un texto dentro de las 174 páginas de letras e imágenes, en blanco y negro y de colores, con nombres, con manos, de pañuelos en movimiento entre familias y ciudadanos y de pañuelos estáticos, sangrando violencia frente a edificios y en plazas públicas–. Ella se dio a la tarea de recopilar y repite que el libro es de todas las personas que han bordado y que siguen bordando, y de todos los que escriben contra la violencia que repuntó en 2006 y no ha disminuido con el cambio de administración federal, ahora encabezada por Enrique Peña Nieto.

El libro es de “las y los que van a acompañar a la policía, a los desenterradores, a los sacerdotes que abren las fosas comunes, entrevistan y acompañan a las y los familiares de las decenas de miles de personas que desaparecen en los caminos, las escuelas, los barrios, los buses, el tren La Bestia de México”, dice la historiadora.

De todo el trabajo son casi 60 páginas de textos y lo demás son fotografías. Entre los que compartieron su pluma y sus palabras están bordadores, familiares de desaparecidos y comunicados hechos por los colectivos, apoyados con cifras y datos duros de diversos medios de comunicación. Las fotografías fueron enviadas por los colectivos de México, Argentina y Japón, y el trabajo de diseño fue hecho de manera solidaria por las diseñadoras Alejandra Riba y Alejandra Galicia, después corregido por Gabriela Huerta y Coquena. “Este libro sobre bordados de paz y justicia también implica puntadas de interés y generosidad”, cuenta Francesca, pues el trabajo del libro es como los propios bordados: se teje con hilos de apoyo y solidaridad.

Aunque la historia y palabras del movimiento recopiladas en el libro han tenido una gran acogida, Francesca reconoce que escribir fue en ocasiones, difícil, por el miedo. El pánico. Pero en comunidad, de manera colectiva, se ha logrado poco a poco superar el pánico y “volvernos consecuentes, críticos, esperanzados. El miedo paraliza, si te mueves sientes menos miedo. Para movernos protegiéndonos hay que hacerlo en colectivo.”

El libro ha ido viajando por Latinoamérica entre personas que lo reparten de manera gratuita, compartiendo el trabajo de sensibilización y memoria, y en presentaciones. En Puebla, menos de dos meses después del aniversario de dos años del colectivo Bordados por la Paz Puebla, será presentado el próximo miércoles 15 de octubre a las 7 de la noche en Profética, en el Centro Histórico de la capital poblana, de las voces de los ciudadanos que se han convertido no sólo en activistas sino en luchadores incansables, guardianes de la memoria y la paz.

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Autor Lado B
Aranzazú Ayala Martínez
Periodista en constante formación. Reportera de día, raver de noche. Segundo lugar en categoría Crónica. Premio Cuauhtémoc Moctezuma al Periodismo Puebla 2014. Tercer lugar en el concurso “Género y Justicia” de SCJN, ONU Mujeres y Periodistas de a Pie. Octubre 2014. Segundo lugar Premio Rostros de la Discriminación categoría multimedia 2017. Premio Gabo 2019 por “México, el país de las 2 mil fosas”, con Quinto Elemento Lab. Becaria ICFJ programa de entrenamiento digital 2019. Colaboradora de “A dónde van los desaparecidos”
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