Lado B
Veremos un PRI combativo en lo electoral, pero dócil en lo legislativo
Para el politólogo Juan Luis Hernández Avendaño, la salida a escena del ex gobernador Mario Marín es una señal de que el PRI se prepara a enfrentar, al menos en el discurso, al gobernador Moreno Valle
Por Ernesto Aroche Aguilar @earoche
25 de agosto, 2014
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Ernesto Aroche Aguilar

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Hace cuatro años Mario Marín era un apestado político, el hombre a evitar no sólo porque su sexenio como referente político en la entidad había terminado sino por que arrastraba tras de sí la estela de una dolorosa derrota que obligó a su partido a abandonar por primera vez en 80 años la casa de gobierno, y el mote del “Góber Precioso”… pero en política el único muerto es el enterrado.

Hoy está de regreso de la mano de Isabel Allende, la recién designada candidata de unidad a la dirigencia del PRI por el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) –aunque aún deberá oficializarse su llegada a la directiva estatal– y desde la óptica de Juan Luis Hernández Avendaño, investigador y candidato a doctor en Ciencia Política por la Universidad Autónoma de Madrid, es una señal de que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) se prepara a enfrentar, al menos en el discurso y en la batalla electoral, al gobernador Rafael Moreno Valle.

Pero nadie se llame a engaño, el ex coordinador de la maestría de Ciencia Política de la Ibero Puebla, sostiene que si bien el gobernador llega a la coyuntura pre-electoral con una crisis política a cuestas que ha disminuido su hegemonía, y pasó de ser una administración en ofensiva constante a mantenerse a la defensiva política, los acuerdos que se puedan lograr en los próximos meses y la posibilidad de obtener el control del PRD, como se prevé, podrían permitir la recomposición de fuerzas.

Por ello, corresponde al PRI, con Marín de la mano, ubicarse como una oposición combativa en el plano electoral pero, sostiene el académico, difícilmente eso se traducirá en un cambio de discurso en lo legislativo.

Sin perder de vista, puntualiza, el papel que jugará en el proceso electoral la llegada a la izquierda política de un partido como Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que en la elección federal del 2012 logró impulsar en Puebla la candidatura de Andrés Manuel López Obrador y, en conjunto con el Partido del Trabajo y el Movimiento Ciudadano, obtener el triunfo en el estado –aunque a nivel nacional la historia fuera distinta.

Comienzan los rituales

El cambio de directivas estatales, tanto en el PRI como en el PRD son, plantea Hernández Avendaño, el inicio de “los rituales que anteceden a una elección federal, prácticamente los partidos se preparan para enfrentar, con un reacomodo de grupos, la elección”.

-Para mí lo más interesante es cómo llegan tanto el PRI y el PRD, que me parece son los partidos más destacables para analizar en esta coyuntura de cambios de dirigencias estatales, cómo llegan a menos de un año de la elección federal. Por un lado  vemos a un PRI que con el cambio de dirigencia, eventualmente puede mandar una señal de que puede ser un poco más combativo para el próximo año, es una suerte de PRI, yo digo, que estaba bastante domesticado en Puebla hasta este año, pero que de cara a la elecciones parece que la llegada de Mario Marín o la presencia de Mario Marín en el partido, es un claro indicio de que tratarán de hacer una suerte diferenciación de lo que ocurre con el gobierno de Rafael Moreno Valle.

[pull_quote_right]Por un lado  vemos a un PRI que con el cambio de dirigencia, eventualmente puede mandar una señal de que puede ser un poco más combativo para el próximo año, es una suerte de PRI, yo digo, que estaba bastante domesticado en Puebla hasta este año[/pull_quote_right]

En el discurso de Pablo Fernández del Campo se advierte una mínima crítica con respecto a la administración de Moreno Valle, no lo vimos en el Congreso pero, claro, lo vamos a ver en el discurso, se advierte de parte del PRI una estrategia de mayor combate y crítica frente al gobernador, pero no creo que sea una suerte de oposición legislativa, no será ni beligerante ni importante, pero si discursiva que le permita recuperar votos y de posiciones federales -continúa Hernández Avendaño.

Ahora, en el caso del PRD, pues no se vio aparentemente nada en ese sentido, en todo caso la lucha por la dirigencia estatal ahora en septiembre se observa entre los chuchos e Izquierda Democrática Nacional (IDN), que son los dos grupos en pugna por los puestos y las dirigencias estatales y nacional. Ahí  se ve como mucho más clara la relación entre Los Chuchos y el gobernador, y esto podría inclinar la balanza del lado de Los Chuchos.

El gobierno de Moreno Valle enfrenta una crisis política derivada del caso Chalchihuapan que ha agrupado a varios sectores molestos con el gobernador ¿Esto ha menguado el poder del gobernador?

–Esta hegemonía política o margen político que tenía, naturalmente ha menguado. No estoy seguro en qué dimensión o margen se ha acotado, pero como se observa al mismo tiempo también ocurre en una coyuntura en la que los partidos de oposición necesitan diferenciarse, aunque tengan alianzas políticas.

Lo cierto es que la elección próxima, como es de carácter federal, obliga a un mayor desmarcaje o una mayor distancia, incluso del PRD, entonces la coyuntura preelectoral aunado a la crisis Chalchihuapan naturalmente plantea un escenario de menor margen de maniobra política.

Foto: Marlene Martínez

Foto: Marlene Martínez

Aún así habría que recordar el caso de Marín, un caso muy particular, porque aún con el peso del escándalo nacional e internacional por lo de Lydia Cacho, en las elecciones locales el PRI arrasó, digamos con sus asegunes sí ha menguado el margen de maniobra del gobernador, pero desde su posición estará haciendo todo lo que esté a su alcance para que ese capital no mengue más.

Por eso va a ser muy interesante lo que tanto el PRI, particularmente, y el PRD en esta fisura que tienen puedan hacer, ahora del lado de la izquierda me parece que crecerá más Morena en esta coyuntura, y veremos qué termina haciendo Izquierda Democrática Nacional.

Los partidos han dicho que podrían ir solos en la elección, y a Moreno Valle le ha funcionado cuando han ido en conjunto con el resto de los partidos.

–En efecto Moreno Valle tuvo este tipo de coraza aliancista, de hecho es así como estaba preparando su candidatura presidencial, una posible alianza PAN-PRD para el 2018, y este escenario se rompe con la crisis de Chalchihuapan.

Al mismo tiempo, habría que meter en el escenario la posibilidad de que desde el gobierno decidan cambiar la ley electoral para desaparecer la minigubernatura, como escenario posible.

Yo creo que todos los actores están jugando con los distintos escenarios que se abren de cara al proceso electoral. Resaltaría la fotografía de la coyuntura de agosto-septiembre de un gobierno que está a la defensiva, cuando siempre había estado a la ofensiva, y los partidos políticos, especialmente el PRI, con la posibilidad de tener un protagonismo crítico. La coyuntura es muy favorable para ellos, no sé de qué manera las alianzas con el gobierno federal y el gobierno de Puebla le corten esta posibilidad del PRI, y creo que el partido va a jugar al doble juego de colaboración legislativa, crítica discursiva.

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