Lado B
El Cuervo y su Teatro de las Ánimas
Cuando le dijeron que su programa radiofónico de música gótica y dark sería los sábados a las 11 de la noche pensó “¡en la madre, ¿quién chingao me va a escuchar?!”, 14 años después se ríe al recordarlo
Por Aranzazú Ayala Martínez @aranhera
17 de agosto, 2014
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Foto: Marlene Martínez

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Aranzazú Ayala Martínez

@aranhera

“Dije, no voy a durar aquí más de un mes, en sábado y a las 11 de la noche”: el Cuervo se ríe casi 14 años después de pronunciar esa frase, cuando tuvo su primer programa en Radio Buap, el 23 de marzo de 2001. Se llama “El Teatro de las Ánimas” y se ha convertido en un referente local en cuanto a música gótica.

Todo empezó cuando lo invitaron a hacer un tributo a U2, en 1989. Hizo el programa y se quedó con la cosquilla de la radio. Después colaboró en un programa en Puebla y más tarde tuvo su propio espacio en Tehuacán, el cual combinaba con su trabajo en el café El Arlequín, que se convirtió en un espacio para la cultura. Pero al final el municipio del sur del estado le quedó chico, «es muy pequeño», dice, y regresó a la capital donde un amigo le sugirió que enviara su propuesta para tener un espacio en Radio Buap. Y aunque el cuervo estaba escéptico, sí funcionó.

“Y me dicen pues que vayas, que hay un tal Luis Diego Peralta que quiere hablar contigo. Y ya, hablo por teléfono, y sabes qué, tú empiezas ya”. Luis Diego, encargado actualmente del espacio de Lobo Radio, una suerte de proyecto alterno sólo por internet de la frecuencia de la BUAP, 96.9, “es el Cristóbal Colón del Cuervo”, dice el locutor por ser quien lo descubrió y con quien hasta la fecha tiene una amistad y relación laboral.

[quote_box_right]“Yo exhortaba a la gente que quisiera expresarse –tú sabes que no soy dueño del micrófono-, yo decía si tú tienes, si tú quieres una rola, los espacios de Radio Buap, mi espacio, está abierto para eso”.[/quote_box_right]

“El teatro de las ánimas” se llama así porque el Cuervo estudió teatro y porque desde pequeño lo impresionaron mucho las esculturas de las ánimas del Santo Purgatorio, de las que sólo se ve el busto quemándose en el fuego eterno. Y ese espacio, de todos los sábados por la noche, ha acompañado conciertos y festivales de bandas de la música oscura a nivel mundial, como la presentación de Sanguis et Cinis en el Festival Internacional de Puebla (FIP) y el Festival 72810 en Cholula a donde vino Peter Murphy, líder de la extinta banda Bauhaus, “el vampiro mayor del mundo”, dice el Cuervo.

No lo podía creer porque después de admirarlo por décadas ahí estaba, flaco, blanco, y le dio su autógrafo al Cuervo directamente en su brazo izquierdo, dibujando un guión y un punto que en la cultura sufí significan “tristeza”. Y casi así, directamente, el Cuervo corrió a tatuárselo para poder tener por siempre la marca de Murphy, uno de sus ídolos, en su piel.

Al Cuervo no le dicen así por la película, que salió después, fue por los cuervos locos de Bugs Bunny, aunque cuando se hizo famosa la película dijo, “ya chingué”. Tiene dos hijas, la mayor de 18 años, y aunque de lejos podría parecer un hombre serio, de cara delgada, flaco y con lentes, de cerca su saco de terciopelo guinda, sus pantalones negros y sus botas industriales lo delatan.

Con esa voz que tiene más de veinte años en la radio bromea sin pena con quienes están en cabina y hasta con los que van pasando. Uno no pensaría que así de desinhibido es alguien que se refugiaba en la catedral de Puebla para leer literatura gótica, en silencio, en la inmensidad de la construcción ancestral.

Pero además de la música, el cuervo siempre ha impulsado las manifestaciones culturales, especialmente la literatura. En su programa llegó a tener de invitado a un arquitecto, y a un señor como de 55 años, dice, dueño de una constructora. Con todo y su seriedad y formalidad, llegaba a leer poesía cósmica en cabina, “se debrayaba y yo lo producía, y yo qué pedo”. “Yo exhortaba a la gente que quisiera expresarse –tu sabes que no soy dueño del micrófono-, que yo decía si tú tienes, si tú si tú quieres una rola, los espacios de Radio Buap, mi espacio está abierto para eso”.

“El teatro de las ánimas” ha servido como un refugio para mucha gente, como varios chavitos que llamaban al programa y le pedían ayuda al Cuervo porque sus papás no los dejaban vestirse de negro, andar de darketos, porque creían que hacían ritos satánicos y bebían sangre. Entonces él los invitaba, les decía que llevaran a sus papás a donde antes eran las instalaciones de Radio Buap, al programa, para que vieran y escucharan.

Foto: Marlene Martínez

Foto: Marlene Martínez

Recuerda el caso particular de una chica que estudiaba en la preparatoria Emiliano Zapata y llevó a sus papás que se quedaron más tranquilos cuando comprobaron que la subcultura dark no era de adorar al diablo ni esas cosas. Un año después le hablaron al Cuervo, “y me dicen, te queremos dar las gracias, porque gracias a la música del teatro de las ánimas y al espacio, la niña entró a un concurso de cuento y ganó el primer lugar. Y era un cuento obscuro. Y lo leyó”. Entonces el programa pasó además de ser un foro, un espacio para conocer, para quitar ciertos estigmas, también para apoyar.

Desde hace menos de medio año el Cuervo tiene otro espacio, los lunes a las 9 de la mañana, en Lobo Radio, también de la BUAP. Se llama Zona 3.1416 y ahí la música es más variada, ahí hay de todo. Desde la sonora santanera hasta metal, ese espacio no está destinado a la música oscura, “aquí es de chile, mole y dulce”. Aunque le gusta preparar sus programas y la producción radiofónica, también le gusta improvisar, ir saltando de elemento en elemento, hacer bromas, unir referentes culturales e irle agregando sobre la marcha. Aunque todos lo conocen por el programa de Radio Buap, el Cuervo incluso fue DJ de salsa en un conocido antro de música cubana, y es también fiel creyente de la Virgen de la Merced (de niño fue monaguillo, cuenta, y recuerda todas las canciones de la misa).

Pero “El teatro de las ánimas” sigue, sigue y seguirá. “Todavía guardo por ahí los recados de la gente. Hay un, hay un mensaje que dice larga vida al Cuervo, y yo así como que qué pex, no”.

Por el momento el Cuervo, quien también es encargado del área de jazz y música clásica de una de las tiendas de discos más grandes de Puebla, no tiene planes para dejar de hacer radio ni de chiste. El programa creció despacio, poco a poco, con apoyo, con la respuesta del público, “¡y veme, son ya casi 14 años!”. El cuervo se ríe y se acuerda otra vez cuando le dijeron que iba a empezar un sábado a las 11 de la noche, “y dije ¡en la madre, ¿quién chingao me va a escuchar?!”.

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Autor Lado B
Aranzazú Ayala Martínez
Periodista en constante formación. Reportera de día, raver de noche. Segundo lugar en categoría Crónica. Premio Cuauhtémoc Moctezuma al Periodismo Puebla 2014. Tercer lugar en el concurso “Género y Justicia” de SCJN, ONU Mujeres y Periodistas de a Pie. Octubre 2014. Segundo lugar Premio Rostros de la Discriminación categoría multimedia 2017. Premio Gabo 2019 por “México, el país de las 2 mil fosas”, con Quinto Elemento Lab. Becaria ICFJ programa de entrenamiento digital 2019. Colaboradora de “A dónde van los desaparecidos”
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