Lado B
Axocotzin, una de las dos radios comunitarias saqueadas por el gobierno federal
Por Aranzazú Ayala Martínez @aranhera
07 de agosto, 2014
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Foto: Marlene Martínez

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Aranzazú Ayala Martínez

@aranhera

El 18 de enero de 2009 quienes habitan en la junta auxiliar de San Bernardino Tlaxcalancingo, en el municipio de San Andrés Cholula, avalaron en asamblea que querían y necesitaban una radio comunitaria. De ahí nació Axocotzin, que empezó por internet y en 2011 pasó al espectro de FM.

Después cinco años y siete meses de transmisiones, Axocotzin dejó de escucharse el pasado lunes 4 de agosto a las 5:30 pm. Entre ocho y diez hombres llegaron a la casa que funciona como oficina de transmisión, de los cuales sólo dos se identificaron. Los vecinos le dijeron a Eric Coyotl, uno de los encargados de la estación que en ese momento no estaba en las instalaciones, que patrullas de la Policía Federal cerraron la calle Independencia, que baja hacia una privada de terracería, escondida, donde está Axocotzin.

Foto: Marlene Martínez

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Maru, otra de las seis personas que coordinan la radio, estaba en el lugar. Los hombres le preguntaron quiénes eran los titulares, querían hablar con ellos. “Les digo que en este momento no se encuentran, que si tienen algo que dejar que me lo dejen yo se los entrego cuando vengan. Me dicen que no me lo pueden dejar porque necesitan entrar a la fuerza, les digo que yo no les puedo abrir porque no, no tengo llave ni nada y pues no están las personas que son encargadas de acá. Ellos me dicen que a la fuerza tienen que entrar que si no se les deja van a hacer uso de…la fuerza pública”.

Eric, Maru y Jaime están sentados en el pequeño cuarto donde falta un transmisor, la computadora y los tres micrófonos que las autoridades de Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) incautaron. Sobre el escritorio, en la esquina, están el teclado, las bocinas y una maraña de cables que ya no conectan nada.

Ese mismo día, en la radio comunitaria de Zacatepec, Puebla, por donde pasaría el trazo del gasoducto del Proyecto Integral Morelos, llegó también personal de Ifetel a decomisar equipos.

Con las limitaciones temporales de las dos emisoras, quedan en el estado sólo otras tres radios comunitarias, de las cuales sólo una está reconocida a nivel nacional: Radio Xalli, en Palmar de Bravo; Radio de Ixtepec y la Serranita, en Zacapoaxtla. Precisamente mientras algunos de los coordinadores de Axocotzin estaban reportando lo ocurrido en Radio Zacatepec, recibieron una llamada de su compañera avisándoles que les estaba pasando lo mismo.

A partir del 4 de agosto, fecha en la que fue expedido el oficio que se les entregó a los miembros de Axocotzin, tienen 10 días hábiles para comprobar permisos y pertenencias del equipo, pero esos permisos no existen porque la radio fue fundada y respaldada en la autoridad de la comunidad, en el poder y voluntad de quienes habitan Tlaxcalancingo, quienes la usan y legitiman desde hace ya casi seis años.

Temporalmente Axocotzin sólo transmitirá por internet, pero Eric dice que van a luchar para rescatar la frecuencia. Uno de los argumentos del personal de Ifetel fue que la frecuencia FM de la emisora de Tlaxcalancingo “hace interferencia con muchos aparatos, que con aviones, con antenas, y con no sé qué más”, dice Maru.

Foto: Marlene Martínez

Foto: Marlene Martínez

Jaime menciona varios atropellos legales en todo lo ocurrido. Después de haberse asesorado con una abogada sabe que no se podían llevar nada, pues el oficio es sólo de Verificación e Inspección, no de incautación, además de que la fecha es del 4 de agosto y fue expedido en el Distrito Federal, y el mismo día se hizo la incursión a las instalaciones de la emisora. Además, la reforma a la Ley Federal de Telecomunicaciones –que disminuye y acorrala las posibilidades de las radios comunitarias–entra en vigor hasta el 13 de septiembre. Los miembros de Axocotzin, que tiene también alrededor de 30 colaboradores en sus programas que abordan temas desde cultura hasta medicina tradicional, buscarán también defenderse legalmente.

Axocotzin –que en náhuatl quiere decir “venerable agua agria”–ha acompañado varios movimientos sociales y denunciado abusos. Nació, dice Eric, de las preocupaciones que se generaban por tantas violaciones a los derechos humanos. Algo que empezó siendo transmitido por altavoces en los distintos barrios de la junta auxiliar del municipio de San Andrés Cholula, en la orilla de la mancha urbana de la ciudad de Puebla, se convirtió en parte importante del pueblo.

Axocotzin habló de los problemas de expropiación de tierras cuando el entonces edil Miguel Ángel Huepa, ahora diputado federal, bajo órdenes del gobernador Rafael Moreno Valle, intentó expropiar un campo de Tlaxcalancingo; también cubrió las turbias elecciones internas para la presidencia de la Junta Auxiliar, en dos ocasiones, y fue impedida por las autoridades de transmitir en la plaza central; estuvo acompañando el caso de la represión en San Bernardino Chalchihuapan donde el niño José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo murió por una bala de goma o un proyectil lanzado por la policía estatal, y ha hecho un trabajo político también, de denuncia, teniendo directamente la voz de los actores sociales. Sus errores, dicen, serán errores que se corrigen, pero nunca mentiras. Su trabajo es de interlocución, de estar con la gente.

Aunque lo que sigue son “cosas muy complicadas”, dice Eric, van a ver de qué manera consiguen un permiso para seguir transmitiendo por FM, teniendo el respaldo de la comunidad.

El domingo 10 de agosto harán una asamblea donde reinaugurarán, simbólicamente, Axocotzin Radio, transmitiendo en vivo con el pueblo.

oficio Axocotzin 1

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oficio Axocotzin 3

oficio Axocotzin 4

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Autor Lado B
Aranzazú Ayala Martínez
Periodista en constante formación. Reportera de día, raver de noche. Segundo lugar en categoría Crónica. Premio Cuauhtémoc Moctezuma al Periodismo Puebla 2014. Tercer lugar en el concurso “Género y Justicia” de SCJN, ONU Mujeres y Periodistas de a Pie. Octubre 2014. Segundo lugar Premio Rostros de la Discriminación categoría multimedia 2017. Premio Gabo 2019 por “México, el país de las 2 mil fosas”, con Quinto Elemento Lab. Becaria ICFJ programa de entrenamiento digital 2019. Colaboradora de “A dónde van los desaparecidos”
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