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• Remesas podrían tener un fin por ausencia de familiares de migrantes en México

• Deben crearse políticas públicas para brindar acceso escolar a niños estadounidenses, hijos de mexicanos deportados

Prensa Ibero DF

Desde el año 2010 la migración de mexicanos a Estados Unidos alcanzó una tasa cero, lo cual no significa que México deje de expulsar gente, sino que el total de los emigrantes se compensa con quienes regresan o deportan desde la Unión Americana, dijo la doctora Carla Pederzini Villarreal, especialista en migración y profesora del Departamento de Economía de la Universidad Iberoamericana.

Eso pudo ser observado por los académicos a partir del Censo Nacional de Población y Vivienda de 2010, donde se pudo ver que por primera vez el flujo de retorno casi se había triplicado respecto al censo de 2000, y que la salida de mexicanos era menor que antes.

Entre las razones que explican lo anterior se encuentran la crisis económica y financiera de 2008 que provocó un paro en varios sectores económicos estadounidenses, entre ellos el de la construcción –donde laboran muchos mexicanos–, las deportaciones emprendidas por el gobierno estadounidense y el regreso voluntario de otros mexicanos.

Esto permite entender por qué el flujo migratorio, que alcanzó una cifra máxima de 600 mil personas anuales en 2000, comenzara a disminuir a partir de ese año, y en 2007 se tuviera una caída en el total de población mexicana en EU, entonces de 12 millones de personas.

No obstante el flujo migratorio desde nuestro país hacia el vecino del norte todavía es considerable, como refleja el hecho de que actualmente 10 por ciento de la población total nacida en México vive en EU. El porcentaje es mayor entre los jóvenes que al no encontrar trabajo migran a la Unión Americana, desde donde envían remesas que operan como una válvula de escape para el mercado mexicano que no puede absorber toda la mano de obra.

REMESAS Y CRUCES SIN RETORNO

Sin embargo, en el sector académico existe la discusión sobre qué tanto pueden las remesas ayudar a reponer la falta de empleos, de qué manera México se puede beneficiar con los envíos de dólares desde EU y por cuánto tiempo mandarán dinero los migrantes.

Al estar el último punto sujeto a que el migrante conserve en México a su familia próxima (esposa e hijos); si el radicado en EU se lleva allá a sus parientes, entonces el flujo de remesas puede disminuir e incluso detenerse totalmente porque ya no hay una familia directa a la que enviar efectivo, y en ese sentido el beneficio para México se acaba.

Por otra parte, Pederzini comentó que en la actualidad los migrantes mexicanos suelen pasar más tiempo en EU y tienden a regresar menos, debido al mayor cierre de la frontera. Además el precio del cruce ha tenido un incremento considerable al pasar de un promedio de 200 dólares a tres mil o cinco mil dólares debido a la intervención del crimen organizado, agregó la doctora Patricia de los Ríos Lozano, ex coordinadora del Programa de Asuntos Migratorios de la Ibero.

CONSECUENCIAS DE LAS DEPORTACIONES

Pederzini, quien a la par de sus funciones académicas ocupa la Presidencia de la Sociedad Mexicana de Demografía (Somede), añadió respecto al retorno de migrantes que otra observación hecha en el censo ya referido es que en el periodo entre 2005 y 2010 ingresó a México una gran cantidad de ciudadanos estadounidenses, que son menores de edad nacidos en EU, hijos de migrantes mexicanos.

De los Ríos expresó que esta realidad obliga al gobierno de México a tomar cartas en el asunto y atender problemas como el de la inserción de esos niños al sistema educativo nacional, que al ser burocrático y muy rígido les solicita gran cantidad de papeles y no les permite ingresar a la escuela a mitad del año.

Por ello tendría que existir una política federal en materia educativa ligada a la migración que permita a los hijos estadounidenses de migrantes mexicanos entrar a la escuela, y hasta ser capaz de crear las condiciones institucionales necesarias para que puedan florecer y aprovecharse los saberes de esos niños, como es su dominio del inglés, su lengua materna.