Algunos lectores mexicanos conocen la narrativa de Norberto Luis Romero (Argentina, 1951) por dos novelas de su autoría: La noche del zepelín e Isla de sirenas publicadas en la colección “Planeta maldito” de la editorial española Valdemar. Ambos libros recrean, de manera deslumbrante, atmósferas oníricas, lúgubres y escatológicas. Con un lenguaje preciso, que sondea genealogías y obsesiones llevadas hasta la locura, Norberto Luis Romero lleva al lector a escenografías compuestas por pequeños mecanismos, telones que se abren sólo para mostrar un espacio en penumbras. Es reconocible la influencia de autores como Edgar Allan Poe o, en algunas escenas, de Julio Cortázar, sin embargo la narrativa de Norberto Luis Romero crea su estética más que en el terror, en la inquietud, en la extrañeza que mantiene el interés del lector y lo lleva hasta el límite. Lamentablemente el resto de su obra no ha sido difundida en México sobre todo por pertenecer a editoriales pequeñas o independientes.
El lado oculto de la noche, relato ilustrado por Hugo Rodríguez García “pobreartista”, sigue la línea dibujada por el autor en sus anteriores obras. Se mantiene la atmósfera inquietante aunque se percibe una evolución en la prosa: frases cortas, casi punzantes, que juegan a ser un poema y elementos que van y vienen como en un déjà vu persistente. Hablar de la trama en esta obra es difícil pero no porque el autor tenga un discurso críptico sino porque la historia se plantea como un sueño: personaje s salidos de la nada, como emergiendo dela chistera de un mago, que hacen malabares frente al lector. Un hombre gordo que colecciona lágrimas de plata, un niño en busca de su origen, gatos con garras envenenadas que emponzoñan genealogías enteras. El relato transcurre con un pie anclado en la realidad y otro en la fantasía. Como en un cuadro surrealista, acompañado por sugerentes ilustraciones en blanco y negro, El lado oculto de la noche ofrece una realidad deformada, como atrapada en el reflejo de un espejo de fantasía. Este relato no sólo muestra a un autor en plenitud de facultades sino a un artista que no se conforma y busca nuevos códigos, nuevos lenguajes, que contribuyen a redondear el mundo creado en sus anteriores trabajos.
[display-posts category=»el-increible-devorador-de-libros» posts_per_page=»-15″ include_date=»true» order=»DESC» orderby=»date»]