Marisol D. Castro

Un nuevo estilo ha sido introducido en el mercado global, el k-pop. O es, más bien la apropiación de un viejo concepto: música pop y aparato de producción acompañando a grupos juveniles. Nuevo o viejo lo cierto es que se trata de un suceso que sin hacer demasiado ruido a comenzado a crecer en nuestro país.

El fenómeno conocido como k-pop tiene sus orígenes en la década de los 90, aunque es en el arranque del nuevo siglo cuando comienza a despuntar, primero en Surcorea y de ahí al resto del mundo. Una invasión que no ha sido producto de la casualidad o la suerte pues Corea del sur es el líder mundial en ancho de banda, y gran parte del éxito de los grupos sudcoreanos se debe justamente a Internet.

Las redes sociales (youtube, facebook, twitter, entre otros) han sido un instrumento de información práctica y de fácil acceso para que el “amor” por este género conquiste terreno en nuestro continente. El Hangugeo (idioma de Corea) no es una lengua a la cual estemos familiarizados, pero no ha sido impedimento para que las seguidoras de este estilo, tarareen sus canciones favoritas,

Las kpopers, al fin jóvenes nativas de internet no se han detenido por la barrera idiomática, pues su curiosidad las lleva a buscar los videos subtitulados o bien las letras traducidas. De hecho, la invasión cultural de oriente con sus animes, mangas, sus películas de artes marciales y claro sus cantantes de pop ha aumentado la demanda por los cursos de idiomas de las orientales.

De hecho hay un termino para nombrar la influencia internacional que está teniendo la cultura de Corea del Sur, La “Ola  Hallyu”, pero la música pop solo es la punta de lanza, pues ya han aparecido de dramas coreanos televisivos como  Winter Sonata (Sonata de invierno).

Otro de los grandes hits de los vecinos de Kim Jong-un –el dictador de Corea del Norte— que reventó la red de videos y puso incluso al cantante Psy a compartir escenario con el rapero ochentero McHammer en la entrega de los American Music Awards fue el Gangnam Style. El video logró casi 2 mil millones de reproducciones en youtube, tan solo en la cuenta oficial, sin contar todas las veces que se reprodujo al multiplicarse viralmente en otras cuentas.

Las idol bands

Pero el motor del k- pop son básicamente las “idol bands”, agrupaciones formadas por grupos de chicas o chicos, con una imagen muy cuidada, fuerte presencia en el escenario, ropa llamativa, caras lindas y cuerpos armoniosos. Sus coreografías generan un gran impacto visual y son iconos importantes de la moda. Sus videos incorporan movimientos de cámara y técnicas que el cine asiático ha importado en los últimos años –como esas secuencias en cámara lenta que Matrix le robo al cine de Hong Kong.

Entre las bandas más populares se encuentran: 2NE1, Big Bang, ShiNee, Super Junior, Girls Generation, CnBlue, 4 Minute, T-ara, JyJ, Wonder Girls, U-Kiss, Mblaq, Exxo, Tvxq, After School, pero existen otras.

Aproximadamente 60 bandas se producen cada año, por lo que se puede considerar al K-pop como una «fábrica de estrellas». Muchas de estas bandas desaparecen luego de lanzar algunos hits. Es una industria de ritmo rápido y alta competencia.

Los grupos trabajan duro, su nivel es intenso, su formación es de 5 o 6 años en una agencia. Toman clases de canto, baile, actuación e idiomas. Son parte de un gran engranaje. Las agencias entran en escena para producir nuevos talentos, entre ellas se encuentran: Jyp, Yg, Cube, SM Entertainment, J.Tune Entertainment, Loen Entertainment.

Éxito de oriente

En el 2012 se tenían registradas en México 60,000 fans, de acuerdo a una encuesta realizada por el Ministerio de Cultura, Deportes y Turismo surcoreano, aunque el número total de miembros activos registrados en fan clubs alrededor del mundo sobrepasa los 3 millones.

Las “k-popers” crean fandoms para apoyar a sus idols favoritos, realizando actividades como proyección de videos, concurso de coreografías, convenciones, donaciones de dinero para causas altruistas, pedidos de discos, marcando tendencias con sus Trending topics en Twitter, entre otras actividades con el fin de llamar la atención de las agencias que manejan a los grupos y a empresarios que empiezan a ver una nueva oportunidad de inversión.

La primera agrupación coreana en cantar ante público mexicano fue Wonder Girls, en 2009, no con un espectáculo propio, sino como parte de la apertura del concierto de los Jonas Brothers, en Monterrey. Y aunque se empezaba a gestar el gusto por este nuevo sonido aún permanecía en un perfil bajo. Hasta el 2012 el artista Xiah Junsu, integrante de la banda JYJ, realizo el primer concierto como solista en la arena Blackberry de la ciudad de México, 3 mil fans estuvieron ahí para atestiguarlo. Él marco la pauta  para que varios artistas asiáticos tomaran en cuenta al país para sus giras.

Así, en el último trimestre del 2013 se presentaron las agrupaciones: U-Kiss, Mblaq, Super Junior y  el fanmeeting de Park Jung Min & Heo Young Saeng, agotando las localidades en poco tiempo. Super junior tuvo un “sold out” en cuatro horas, aún cuando las entradas costaron entre 1200 y 3900 pesos, reunieron dieciséis mil espectadores. Cnblue es el quinto grupo en presentarse en México, pero el primero del género k-rock y del año 2014.

En 2013 la “girl band” Girls’ Generation se llevó el galardón a “Video del Año” por su canción “I Got a Boy”, en la primera edición de los premios YouTube Music, superando a varios artistas estadounidenses.

El K-Pop representa en términos económicos aproximadamente la mitad de las ventas al exterior de contenidos de Corea del Sur, que alcanzaron 33 mil 800 millones de dólares en 2010, según los últimos datos recogidos por KOCIS, lo que situó al país en el noveno puesto mundial en este tipo de exportaciones. De 2003 a 2004, el número de visitantes extranjeros en Corea del Sur aumentó de 2,8 millones a 3,7 millones, y las autoridades del país lo atribuyen a la explosión global de su cultura pop. No sólo la música, a la par de este éxito, la moda, arte, gastronomía, películas y el interés por aprender su idioma han crecido considerablemente.

Es así como la ola coreana ya está presente como otra alternativa musical y cultural en nuestro país.