@GrupoAguilaoSol da a conocer su posicionamiento ante el ataque informático que sufrió hoy jueves el sitio www.aguilaosol.mx:

En Tabasco, como en el resto del país, el clima de hostilidad hacia la prensa independiente es también una práctica diaria.

En Águila o Sol, periodismo subjetivo, diario digital fundado el 18 de febrero de 2013, vivimos este jueves 20 de febrero de 2014 (justo dos días después del primer aniversario), un ataque al dominio www.aguilaosol.mx en que se hospedan nuestros contenidos.
En lugar de la página principal del periódico, una siniestra imagen de una calavera –emblema preferido para significar la muerte- da la bienvenida a quien desee ingresar al sitio. Debajo, la leyenda: “Site hacked by X-Warriors TEAM”.

La experiencia no es nueva para los periodistas fundadores de Águila o Sol, Kristian Antonio Cerino Córdova, Víctor Manuel Ulín Hernández y Angel Valdivieso Cervantes, profesores todos de periodismo en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT).

En 2013, en dos ocasiones, la página fue alterada. En la primera ocasión, la pantalla presentaba el escudo alado de un grupo autodenominado Pak Cyber Eagle, de supuesto origen pakistaní. La segunda, más sencillo, sólo era la repetición múltiple de la firma del autor: “Hacked by haxorsistz”.

La pretensión de infiltrar un sitio de noticias, por encima del mito de un ataque aleatorio de piratas informáticos, tiene un mensaje muy simple: somos incomodos para alguien.

Impenetrable el muro tecnológico, nos fue imposible detectar el origen de estos misiles virtuales. Naturalmente, aconsejados por especialistas, hemos accedido cada vez más a mayores medidas de seguridad en el servidor en que hospedamos nuestros escritos e imágenes.

Pero seamos sinceros: lo que hagamos en materia de seguridad es inversamente proporcional a nuestra capacidad financiera y operativa. En la red, está comprobado, nadie está blindado.

Han sido vulneradas páginas de instituciones como la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en México, y el Buró Federal de Investigación (FBI), en Estados Unidos.

¿Qué podemos tres catedráticos y periodistas hacer frente a la capacidad de los enemigos de la libertad de expresión, ellos sí con un flujo de dinero suficiente para contratar a los ejecutores de semejantes actos?

La mañana de este jueves 20 de febrero, los periodistas de Águila o Sol no pudimos ingresar al sitio para su actualización editorial. Hemos recurrido ya al joven técnico que nos ayuda a resolver estos imprevistos, con la esperanza de recuperar pronto las facultades sobre el dominio.

Nos han dado la tranquilidad de que no se trata de un hackeo de dimensiones serias, pero la mínima pretensión de silencio es ya el comienzo de algo que puede escalar en magnitud e intensidad.

Hemos decidido hacer pública esta denuncia, con fines de registro histórico en la larga relación de agresiones a reporteros y medios en México, y también como antecedente si nuestros atacantes elevan su nivel de violencia.

Condenamos, por supuesto, el hecho. La libertad de expresión, su ejercicio independiente, siempre es garantía de enemistades.

El periodismo en México padece escenarios adversos, que se suman al desprestigio causado por quienes hacen uso de la actividad con fines opuestos a su naturaleza social y las condiciones laborales alejadas de remuneraciones dignas y seguridad mínima.

Lo ocurrido a Gregorio Jiménez de la Cruz, reportero de los diarios Notisur y El Liberal, es el corolario de una cadena irrefrenable de agravios a la prensa. Sean quienes sean los autores, su campaña de miedo no pasará.

No sería coincidencia que el intenso activismo que se ha generado en nombre y memoria de Gregorio pueda atraer represalias a quienes se han sumado a la exigencia de justicia.

El acoso laboral a los propios periodistas de Veracruz, a los que se atrevieron a protestar, a los que se sacudieron el miedo, a los que antepusieron el valor de una vida a la amenaza de un despido, es el primer asomo de ello.

El pasado jueves 13 de febrero, en la Plaza Bicentenario de la ciudad de Villahermosa, un puñado de estudiantes de periodismo de la UJAT y el profesor Angel Valdivieso Cervantes encabezaron un evento en memoria de Gregorio y en demanda de justicia sobre su asesinato .

La misma noche, desde cuentas de Twitter clasificadas como trolls, se enderezó una campaña ofensiva, cargada de adjetivos, hacia el periodista.

El pasado martes 18 de febrero, el día del primer aniversario de Águila o Sol, la andanada se multiplicó a los demás fundadores de este medio.

La naturaleza de un troll es provocar y hacer controversia no constructiva. Es sospechoso que las cuentas usadas para cuestionar la integridad profesional de los periodistas de Águila o Sol también sirvan para retuitear boletines de prensa del gobernador de Tabasco, Arturo Núñez Jiménez.

No es un compartir al azar, es un trabajo sistemático, algo que solo haría un empleado.

Quienes operan esas cuentas solo cumplen órdenes, eso queda claro. Quien da la orden, quien concibe la agresión, tiene sus motivos. No los hace públicos. Solo descarga a través de terceros esos sentimientos.

A quienes operan las cuentas troll y a quienes ejecutaron esta nueva interrupción a la página www.aguilaosol.mx, les tenemos una súplica: cuando el yugo del salario sea retirado de sus ciernes, y nos quieran contar la historia, en Águila o Sol estaríamos encantados de publicarla.

A quienes dan la orden, a ellos, solo nuestra tolerancia. Comprendemos su cobardía y entendemos su manifestación.

Confiamos que en cuestión de horas recuperaremos el acceso a nuestro sitio y reanudemos las jornadas de periodismo subjetivo.

Agradecemos la solidaridad de quienes compartan este posicionamiento.

Este domingo 23 de febrero, con más razón, saldremos a la calle con la exigencia de respeto a nuestra actividad, integridad y convicción.

Somos prensa, no disparen.

Fraternos desde Tabasco, los autores de Águila o Sol.