Lado B
El rock, entre la academia y el entretenimiento
 
Por Lado B @ladobemx
24 de febrero, 2014
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Alonso Pérez Fragua

@fraguando

*Texto leído en la presentación del libro Música y cultura alternativa, de Laura Martínez, en la pasada Filec 2014, en Tonanzintla.

 

Track 1. Mátenme porque me muero

El 50 aniversario de Saúl Hernández, el pasado 15 de enero, fue signo de mortalidad para algunos de nosotros nacidos en la segunda mitad de la década del 70 y la primera del 80 del siglo pasado (solo el hablar del “siglo pasado” puede ser motivo de sudores fríos…). En una época en que el tiempo se ha “comprimido” como sucede en ésta, nuestra agitada postmodernidad, la edad del vocalista de Caifanes / Jaguares también es una razón más para hablar del rock mexicano como un tema histórico, como un objeto de museo. O al menos eso pasa o pasaría en otras latitudes.

Para los que se consideran rockeros o roqueros, como escribiría José Agustín, es bien sabido que este género musical ha sido, desde sus inicios, considerado como fenómeno extranjero y extranjerizante que, por estos mismos motivos, fue relegado de muchas maneras y de distintos ámbitos. Uno de esos campos que le fue vedado por décadas fue el de la academia.

[Entrevista a Caifanes en Mala noche no, de Verónica Castro (1988)]

 

Track 2. El Acapulco rock no le gusta a la Academia mexicana

Entre 2005 y 2006, para realizar una investigación sobre culturas juveniles / culturas urbanas / subculturas / contraculturas / anexas y similares, el texto base al que recurrí fue al ya legendario La contracultura en México del antes citado José Agustín Ramírez. En él me acerqué por primera vez, de forma ordenada, a la historia del rock nacional y mundial a través del capítulo “Rocanrol y rebeldes sin causa” y en fragmentos de “Jipis” y “Jipitecas”. Pero hasta ahí nada más. A pesar de mi veneración por este hombre y de lo disfrutable de su bien documentado relato, estamos hablando de un texto “poco académico”.

Por aquellos años de 2004 y 2005, en alguna unidad de la BUAP, se ofreció un curso impartido por un miembro de Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio. Por falta de recursos no me pude inscribir y ahora mismo no puedo recordar ni rastrear en la red su identidad específica[1]. Quien haya sido, seguramente tenía y tiene datos de primera mano y una visión muy interesante sobre estos asuntos pero, nuevamente, su enfoque caería en lo que se considera “poco académico”.

El resto de la información más o menos cercana a lo que buscaba, tanto en formato físico como electrónico, se refería a estudios sobre “punks y globalización en Canadá” o a “la cultura de los dance clubs en Los Ángeles”. En pocas palabras, me di cuenta que a los investigadores sociales en México no les interesaba el rock o les era difícil publicar sobre él.

Avandaro2

Con el Festival de Rock y Ruedas de Avándaro en septiembre de 1971, termina la etapa del Rock contracultural en México e inicia la del Rock clandestino, según el texto de Martínez

 

Track 3. Rockin’ in the USA

Los gringos y sus colegas del mundo anglosajón en general, tienen fama por ofrecer en sus aulas universitarias cursos de todo. En 2011, por ejemplo, los mugles supimos sobre un curso en la Universidad de Durham, Inglaterra, titulado “Harry Potter y la era de la ilusión”. De igual forma, frecuentemente conocemos sobre investigaciones serias y clases sobre Los Simpsons, David Beckham y Lady Gaga, por mencionar solo a algunos.

La Universidad de Rochester, EUA, ofertó en modalidad de MOOC (Masive Open Online Courses o Cursos Masivos En Línea) The History of Rock, parte uno y dos, en el verano y otoño de 2012, respectivamente. El encargado fue John Covach, PhD, director del Instituto para la Música Popular, además de guitarrista y fundador de un grupo de rock. Si bien Covach fundamentó sus cursos principalmente en las listas de Billboard para decidir quién entraba en su recuento histórico y quién no tenía ese honor, el resultado final fue un curso que abarcó los antecedentes del género, social y musicalmente hablando, así como su evolución y su estado actual.

[Video de Covach que funciona de audio-guía a su libro What’s That Sound? An Introduction to Rock and Its History]

Yo fui uno de los miles alrededor del mundo que vimos semana a semana las charlas en video que el profesor Covach[2] subía a la plataforma de Coursera y al igual que muchos hispanoparlantes participé en un grupo de FB donde comentábamos cada clase y compartíamos rolas, artículos y demás cosas relativas al curso. En algún punto, coincidimos en que veíamos lejos el día en que una clase como ésta se ofreciera en, por ejemplo, la UNAM, la UAM o el Colegio de México, solo por mencionar a algunos de los monstruos académicos de nuestro país.

 

Track 4. El Outsider

Salto a otoño de 2013. En el anaquel de novedades de la librería de la Ibero Puebla llama mi atención un título: Música y cultura alternativa. Hacia un perfil de la cultura del rock mexicano de finales del siglo XX, de Laura Martínez Hernández. La lectura de la contraportada me convence de adquirirlo y, por si quedara alguna duda, al contemplar la primera página descubro que el ojo que se asoma por el hueco de la portada, pertenece a un graffiti poblano de Cone Cahuitl, el personaje que Rubén Albarrán, vocalista de Café Tacvba, asumió para el disco Sino.

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Rubén Iván Albarrán Ortega como Cone Cahuitl. Foto tomada de music.enprueba.com

Una vez iniciada la lectura, los atributos del texto me indicaban, cada vez más, que tenía que platicar con esta mujer, Laura Martínez Hernández, doctora en Estudios Culturales Latinoamericanos, que se había aventado el paquete, con éxito, de analizar el fenómeno de la cultura alternativa en México, desde la academia, pero de una forma accesible, agradable y sin caer en actitudes dogmáticas como le suele pasar a lo que huele a intelectualidad en nuestro país.

Detalles que parecían intrascendentes eran los que más me cautivaban. Visto con mis lentes de nerd, el contar con tablas y una amplísima bibliografía eran ya motivo de felicidad. Lo mismo pasó cuando, desde la introducción, Laura decía claramente que “la cultura del rock ocupa una posición dinámica entre el entretenimiento masivo, la expresión popular disidente y la creatividad artística” (pp. 13) o cuando adelantaba que su investigación considera al rock “como un hecho cultural y no exclusivamente musical” (pp. 15). Lo mejor de dos mundos, entendí yo.

Y precisamente con mis lentes de ese otro mundo, el de la música y su disfrute, al revisar las últimas páginas, descubrí la discografía que había utilizado en la investigación y que poco después fue la base para una playlist dentro de mi cuenta de Grooveshark. También, con esa mirada de melómano, leí con cuidado su recuento histórico sobre el rock en México en el capítulo 1 el cual, para mi grata sorpresa, utilizaba a José Agustín lo mismo que a Eric Zolov, investigador del departamento de Historia de la Universidad estatal de NY, y su libro Refried Elvis. The Rise of the Mexican Counter Culture.

Y bueno, ya para rematar este orgasmo melomaniaco, luego de platicarme sobre revistas –como Conecte, Banda rockera y Nuestro rock-, foros –el Roxy en Guadalajara, Rockotitlán y el Alicia en el DF- de presentarme a grupos, cantantes y discos –Sombrero verde como antecedente de Maná, por ejemplo-, y de recordarme las características que hacen de esta experiencia cultural el fenómeno que ha enamorada a tant@s, Laura me hacía un último regalo: un estudio de caso de Café Tacvba, una de mis bandas favoritas en el mundo (por muy exagerado y cliché que pueda sonar).

Con todo lo que me había compartido en los capítulos anteriores, Laura se aventaba en el último una teoría de por qué los originarios de Ciudad Satélite pueden ser tan grandes y famosos y mantener esa percepción de autenticidad y prestigio en gran parte del público roquero. Y será porque, como digo, soy fan de los Tacubos o porque hizo un excelente trabajo, al terminar la lectura mi amor por La ingrata por Cometer suicidio por El Tlatoani del Barrio, por lo camaleónico del Pinche Juan y de Meme, Quique y Joselo aumentó.

 

Track 5. ¿El fin de la infancia?

Lo único que no hace Laura, y por lo cual se le agradece infinitamente, es contestar la pregunta obvia: ¿qué es el rock (mexicano)? Como cualquier expresión humana, el rock no es una fórmula matemática o una ciencia a la que se le puedan poner límites estrictos –ahí están los ejemplos de la Maldita, Molotov o el propio Cafeta, que a nivel de sonido no siempre son rock sino ska, bolero, rap o norteña pero les seguimos diciendo roqueros.

Más que establecernos qué es, nos propone algunas pautas para decir cuándo es. Y no es que no quiera o no pueda resolvernos la duda. Yo creo más bien que omite la respuesta porque el dar una definición precisa del rock sería como construir una sola y única explicación del amor. Y como la propia Laura les dirá si le preguntan, el rock es una experiencia propia, un género que nos define a cada un@ como parte de un grupo o distint@s de otro. A cada quién su rock, como a cada quien su forma de amar y ser amado.

GrupoAmor

Grupo El amor, antes Los pájaros, surgido a finales de la década del 60 en Monterrey

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Textos referidos

Música y cultura alternativa. Hacia un perfil de la cultura del rock mexicano de fines del siglo XX

De Laura Martínez Hernández, doctora en Estudios culturales latinoamericanos por la Michigan State University, EUA.

Editado por la Universidad Iberoamericana Puebla (2013), dentro de su colección Lupus Inquisitor.

229 páginas. Tiraje de 1000 ejemplares.

 

La contracultura en México. La historia y el significado de los rebeldes sin causa, los jipitecas, los punks y las bandas

De José Agustín Ramírez.

Primera edición en Grijalbo (1996).Edición Debolsillo, Random House (2004).

 

Refried Elvis. The Rise of the Mexican Counter Culture.

De Eric Zolov.

Edición referida por Martínez: 1999, Berkley: University of California Press.

Versión en español: Rebeldes con causa: La contracultural mexicana y la crisis del estado patriarcal. México: Editorial Norma, 2002.

 


[1] Investigando más sobre lo que sucede hoy con el rock en nuestro país, descubro el curso “Historia crítica del rock en México” que el periodista Hugo García Michel ha impartido desde hace un par de años. García Michel ha colaborado en las revistas La Mosca, Marvin y Nexos, y en el periódico Milenio. De nuevo, se trata de una visión seguramente bien documentada pero sin ser “académica”.

[2] Coursera acaba de anunciar que abrirá de nuevo la primera parte de Historia del rock, con fecha de inicio el 9 de mayo. Acá la liga: www.coursera.org/course/historyofrock1

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Autor Lado B
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