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Citlalli López | Cimac

Oaxaca.- En sesión extraordinaria, la 61 Legislatura del estado de Oaxaca reformó el Código Civil local a fin de eliminar el matrimonio infantil, situación que por “usos y costumbres” se reproduce en comunidades indígenas de la entidad.

Con las reformas aprobadas por unanimidad, las y los legisladores establecieron como edad mínima para contraer matrimonio los 18 años para mujeres y hombres, y eliminó la dispensa (permiso) de los padres o tutores.

La presidenta la Comisión de Equidad y Género, Ivonne Gallegos Carreño (PAN), destacó que con esa reforma no se evadirán delitos como la trata de personas, que se encubría con los matrimonios entre personas adultas y menores de edad.

El matrimonio infantil es un fenómeno multifactorial que contradice los derechos fundamentales de la infancia, y es visto como un escape por la violencia intrafamiliar que la adolescencia vive, así como a la falta de oportunidades educativas y sociales.

La reforma al Código Civil fue una propuesta de Gallegos Carreño y del diputado por el Partido del Trabajo (PT) Flavio Sosa Villavicencio, quien planteó abolir los matrimonios de menores de edad y establecer en la norma que la edad mínima para contraer nupcias sea de 18 años.

Flavio Sosa argumentó que el matrimonio a temprana edad, principalmente en las mujeres, niega el derecho a su infancia e interrumpe su educación, les limita sus oportunidades de vida y aumenta el riesgo de ser víctimas de violencia poniendo su salud y vida en peligro.

“Esta costumbre curiosamente se aplica más a las mujeres que a los hombres, pues suelen celebrarse matrimonios entre un adulto y una niña, lo cual, en muchos casos, puede encubrir gravísimos casos de abuso, así como trata y venta de menores de edad”, subrayó.

Basado en una investigación realizada por la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), señaló que en ciertas comunidades las mujeres antes de los 16 años tienen ya al menos un hijo y muchas están casadas con hombres 10 o 20 años mayores que ellas.

Con la reforma se derogaron los artículos 148, 149, 159, 153 y 154 y reformaron los artículos 147 y 151 del Código Civil de Oaxaca.

Gallegos Carreño reconoció que el problema de los matrimonios infantiles requiere mucho más que medidas legislativas, pues deben ser acompañadas por programas gubernamentales tendientes a prevenir el embarazo en niñas y adolescentes.

Resaltó que las dispensas para contraer matrimonio por razón de edad no solucionan el grave problema de las altas cifras de embarazos en adolescentes, y sólo constituyen una forma fácil de evitar las soluciones integrales.

“Ello le ha hecho acreedor al Estado mexicano de observaciones y recomendaciones para eliminar de la legislación el matrimonio infantil, por carecer de un estándar mínimo de garantías que sea obligatorio en los órdenes locales de gobierno, y falta de enfoque de Derechos Humanos de la infancia en sus leyes, entre otros puntos”.

Señaló que las uniones infantiles tempranas generan embarazos de alto riesgo y recurrentes, mortalidad materno infantil, deserción escolar, violencia de género y sexual, poco acceso a servicios de salud y educativos, y afectación al sano desarrollo psicosexual.

“El matrimonio infantil es sólo una parte del enorme problema que aqueja a toda la sociedad y, por ello, hay que revisar la legislación penal en el tema de trata de personas, y en lo civil referente a la nulidad del matrimonio forzado”, apuntó.

De acuerdo con el Censo General de Población y Vivienda 2010, hasta 2009 habían 130 mil uniones de adolescentes entre 12 y 16 años, y más de 34 mil niñas y niños de entre 12 y 14 años tenían un estado civil de no solteros.

En 2013, la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica reportó que 23 por ciento de las adolescentes menores de 18 años en México estaban casadas, y en zonas rurales esta cifra alcanzaba 31 por ciento.