Lado B
"Yo sentía que se venía moviendo"
Denuncia mujer negligencia médica en el hospital de Cuetzalan
Por Lado B @ladobemx
18 de octubre, 2013
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Foto: ss.pue.gob.mx

Foto: ss.pue.gob.mx

Samantha Páez

@samantras

Eran alrededor de las once de la mañana, en el Hospital General de Cuetzalan, cuando le dijeron a Guadalupe Morales Isidro que no se escuchaban los latidos de su bebé. Para ella era imposible de creer. Se había estado moviendo en su vientre desde que salió, a las siete de la mañana, de Tenampulco en una ambulancia. Tal vez si la hubieran atendido cuando llegó, y no media hora después, su hija estaría viva.

La voz de Guadalupe es de una mujer joven, suena débil, un susurro que cuenta del otro lado del teléfono que el domingo pasado fue a una consulta a Cuetzalan, donde está el hospital más cercano, para que le hicieran una revisión de rutina. El doctor le hizo un ultrasonido, le aseguró que todo estaba bien y que pintaba para un parto normal, sin necesidad de una cesárea.

Este miércoles llegó, acompañada de su mamá, al Hospital General entre 10:30 y 10:35. Iban en una ambulancia que recorrió los 47 kilómetros que separan al municipio de Tenampulco de Cuetzalan. En la entrada del hospital, el guardia no quiso que el paramédico que la estaba cuidando ingresara con ella, tampoco permitió que abrieran la ambulancia porque necesitaba que le dieran una referencia. Después salieron una doctora, un doctor y unos enfermeros pero tampoco la dejaron entrar a pesar de que Guadalupe ya tenía contracciones. Le preguntaron por qué la habían mandado para allá y por qué no se quedó en la clínica de su comunidad, si ya había tendido consultas.

-Me empezaron a poner peros, entonces ya fue que mi mamá les dijo que si no me podían atender que le dijeran ya para que me fuera a otro hospital. Le dijeron: no es que, no es que no la queramos atender, primero necesitamos saber todo eso, y que no sé qué cosa. Y nosotros ya llevábamos la hoja de referencia, y ya pasó como…  15 minutos en lo que estuvimos ahí preguntando y luego se fueron a ver a otro doctor, y tardaron otra vez como -hace una pausa para mantener la calma con la que ha hablado hasta ahora- como diez minutos y me pasaron a un… ahmmm, a revisión con otro doctor y ya me empezaron a tomar los signos, y… todo, y cuando me empezaron a revisar para ver al bebé ya me dijeron que no se escuchaban su corazón, pero en el traslado este… de la ambulancia, yo sentía que se movía… entonces cuando me dijeron eso dije: no, porque, porque se estaba moviendo, y me dicen: no hija -aquí ya no se contiene, sigue hablando entre llanto- es que tu bebé ya no se mueve y no le encuentro frecuencia cardiaca, y tampoco se mueve.

La madre gimió varias veces y luego siguió hablando:

-Decimos no, no puede ser, se venía moviendo, me dice: no. Después me llevaron a otro… con otro radiólogo me hiciera -suspira, intenta calmarse- otra, este… otro ultrasonido -vuelve a suspirar- y ese radiólogo me dijo lo mismo -solloza unos segundos- y después ya tenía, ya tenía este… las contracciones más fuertes, me internaron -solloza otra vez y su voz se quiebra un poco más- no sé, como hasta la una cuando ya tuve a mi bebé, pero ya no lo tuve –del otro lado de la línea hay llanto.

En el momento en que Guadalupe sintió los dolores más fuertes, el personal médico le dijo que aún no iba a tener a su bebé, que tenía que esperar un poco más. En cirugía, los médicos le hicieron unos cortes vaginales para que pudiera salir la bebé. Después, cuando ya  estaba en cama, le informaron que su hija nació con el cordón enredado en el cuello.

-Cuando estaba ya en cama me enseñaron al bebé, me dicen: este es tu bebé -entre gemidos sigue hablando- nació con el cordón enredado… pero eso yo no lo creo -las palabras se mezclan con el llanto- porque me habían dicho en los otros ultrasonidos que estaba bien, y el domingo me dijeron que estaba bien, y yo sentía que se venía moviendo -ya no hay palabras, sólo llanto.

Guadalupe refirió que ellos son de El Chacal, una población de no más de mil 300 habitantes, en la frontera con Veracruz. Aunque en Tenampulco sí hay una clínica, dijo que nunca atienden los partos, por eso le dieron su pase para el Hospital General de Cuetzalan, para que en cuanto le empezaran las contracciones fuera atendida allí. No pasó a su clínica antes, porque la abren hasta las ocho de la mañana y ella salió de su casa una hora antes.

Para Guadalupe la muerte de su hija se debió a una negligencia médica, porque ya iba en trabajo de parto y no la atendieron rápido.

-Si no hubieran estado preguntándome que por qué y que para qué, y todo, si ya llevaba yo mis documentos listos -suspira varias veces seguidas.

Luego a la pregunta de qué exigiría a la Secretaría de Salud responde:

-Pues que… los doctores -solloza- que asesina… que que paguen lo que -la voz se quiebra- que hablen con la verdad y que -vuelve el llanto- pague, porque también en sus, en sus reportes… este, mi mamá y mi esposo fueron al var al… al director y el director les dijo que él tenía un reporte del doctor que me había atendido el domingo, que algo mal venía con mi bebé, pero no es cierto, porque el domingo que yo tuve… que yo tuve la consulta me dijo que todo venía bien, hasta me dijo todo está bien, el líquido viene bien, me dice este… el, el, la frecuencia cardiaca está bien -la voz se adelgaza, como si pasara por la garganta con dificultad- y no es posible que todos, todos mis estudios que me hicieron dijeran que estaba bien y que, y que iba a ser un parto normal -sigue mientras el llanto se acrecenta- entons, que de buenas a primeras nos haya pasado esto -unos sollozos cortan por unos segundos la historia.

La doctora que le estaba cociendo los puntos leyó su reporte en voz alta, no mencionó que la tuvieron que cortar, dijo que hubo un desgarre. La madre no sabe qué pasó. Cree que si son capaces de mentir en una cosa tan pequeña como esa, podrían también mentir en otros asuntos más graves que los pudieran meter en problemas.

No supimos de ella hasta las siete de la noche

El esposo de Guadalupe se llama Leclair Joseph, es haitiano. Cuenta, en una llamada telefónica, que llegó unos 40 minutos después de que su mujer fuera ingresada. Cuando se llevaron a su esposa no dejaron pasar a nadie y tuvieron noticias de ella hasta las siete de la noche.

-Como tuvimos un reporte más o menos de e-lla después de muchos escándalos que ar-mamos noso-tros -subiendo la voz dice- hastas las siete de la noshe, o sea, desde las diez se la llevaron y tenemos un reporte de e-lla a las siete de la noshe, eso e’ para mí… bueno, desde las cuatro me ponía como… bueno, no sé, no soy de la misma cultura que que uste-des, pues yo reasioné eehhh u’ poquito violeto y eeeh, porque en el momento no, no tenía de otro, y finalmente fue cuando como interfino como un mé-dico y empezó a decirnos lo que pasó, aj-á.

El marido de Guadalupe aseguró que intentaron poner una queja ayer (jueves), pero con todo lo que tenían qué hacer para dar de alta a su esposa y planear cómo se iban a llevar el cuerpo de su hija, ya no les dio tiempo.

-Pues eeeh, la verdad eeeh, a la Secretaría de Salud sería comooo… eeeeh, hacer e una inspección, eeeh una revisión generar en cuanto a la ehhh responsabilidad como, como de la cabeza… como de ese municipio que se llama Cuetzalan, en especial con el director, ya ha-blé con é’ él en la mañana, la verdad lo que me dice isesi… es hororoso escuchar eso como director, por ejemplo, hay como u’ letrero en la sala de espera a quienes, bueno a cuáles pacien-tes deben de como de manera -sube el tono de su voz- inmediata, y entonces de los cuales co-mo este caso hace parte, y… y, y le pregunté y qué dice de eso, y me dice: no, es que también hay normas y nosotros ponemos esas normas, eeeeh como no podemos dejar pasar eeeh, como activamos una a-ler-ta en, en el hospital que dice… pues… si llega y está la ambu-lan-cia y no se activa la alerte, que no se lleve al paciente, que no se deje pasar el paciente -deja pasar unos segundos- así, así me dice…

Leclair quiere justicia, la intervención de la autoridad. A él no le importaría tomar alguna venganza personal, porque no le importa regresarse en ese mismo momento a su país, pero sabe que eso sería horrible y que mucha gente sufriría. Por eso pide que las autoridades hagan algo.

En Puebla ya se han presentado otros casos donde no se brinda la atención necesaria a mujeres embarazadas.

El 10 de octubre se dio a conocer un video donde una mujer está dando a luz en el piso del Hospital de la Mujer de Tehuacán, en la comunidad de San Lorenzo Teotipilco. Al día siguiente, el gobierno del estado anunció que el doctor de dicho hospital fue despedido por no informar “con un reporte exacto” el incidente que ocurrió el 7 de septiembre. Este jueves el secretario de Salud, Roberto Rivero Trewarta, señaló que investigarán ese caso de negligencia médica y que han dado un seguimiento particular a la madre y el bebé. Incluso, apuntó que han tenido contacto directo con los 57 directores de los centros de salud para evitar este tipo de situaciones.

Tal vez el caso de Guadalupe Morales tenga que llegar hasta Facebook o Twitter para que sea revisado. Mientras eso ocurre, el llanto de la madre quedará como un eco en las líneas de este texto, un eco que se repite una y otra vez del otro lado del teléfono.

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Autor Lado B
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