La tarde del pasado 2 de octubre de 2013 hubo reportes de decenas de periodistas agredidos por elementos de la policía del Distrito Federal , a casi un mes de los hechos ya se tiene la certeza de que fueron 46 y que la gran mayoría de los comunicadores fue violentado por elementos de la policía.
La organización Artículo 19 dio a conocer su reporte #RompeElMiedo, en el que documenta 46 casos de agresiones contra periodistas o representantes de los medios de comunicación durante los enfrentamientos del pasado 2 de octubre en la Ciudad de México.
De los 46 casos de agresiones contra periodistas (30 hombres, 11 mujeres y 5 personas que por seguridad no se indica), 32 fueron agresiones directas de policías (1 que coincidió con agresiones cometidas por persona de identidad desconocida); 8 por agresoras de identidad desconocida; 3 por civiles con comportamiento policial; y 3 por personas con rostro cubierto.
En el informe se identifica a los elementos de seguridad pública como “los principales agresores de quienes se encontraban ejerciendo la función periodística, afectándoles el derecho de buscar, recibir y difundir la información con el impacto en el acceso a la sociedad sobre dichos hecho”.
El informe destaca que “los hechos ocurridos el 2 de octubre donde la mayoría de las agresiones a periodistas, fueron cometidas por elementos de la policía capitalina, aunadas a las que se ocasionaron por personas vestidas de civil cuyo comportamiento fue ubicado como policial o como si se tratara de autoridades, constituye una violación grave a la libertad de expresión en razón de que tales acciones iban dirigidas a impedir la recolección y difusión de los hechos”.
En ese sentido, entre otras recomendaciones, exhorta al Estado mexicano en su conjunto y en especial el Gobierno de la Ciudad de México,a tomar medidas encaminadas a evitar la impunidad respecto las violaciones a los derechos humanos de periodistas ocurridas el 2 de octubre.
Artículo 19 tuvo contacto directo con 46 de los periodistas y comunicadores agredidos, quienes relataron que fueron agredidos pese a que se identificaron verbalmente como prensa, portaban gafetes o equipo de trabajo; es decir, establece la organización, “aún cuando usaban distintivos de prensa fueron agredidos (les infligieron dolores o sufrimientos de forma ilegítima), no sólo para evitar cumplieran con su labor informativa, sino como una especie de castigo o en su defecto para intimidarles o coaccionarles”.
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Acá el informe completo: