Si nos atenemos a los números del año 2011 a la fecha, es decir del arranque de la administración estatal de Rafael Moreno Valle, y municipal de Eduardo Rivera, la inseguridad ha sido uno de los frentes donde han ofrecido malos resultados a la ciudadanía.
Los datos de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe) revelan que entre 2011 y 2013 los ciudadanos lejos de sentirse más seguros en su colonia o en su ciudad se sienten ahora más inseguros.
Y si bien a nivel estatal el porcentaje se redujo ligeramente, se trata de un porcentaje que supera el 60 por ciento de la población, es decir dos de cada tres habitantes del estado no se sienten seguros.
No es una respuesta social gratuita, en los últimos dos años se han multiplicados los asaltos violentos que terminan en asesinato, especialmente al salir de una institución bancaria, y se ha elevado el número de secuestros.
A la par se registra un fenómeno curioso, si bien los niveles de confianza a los responsables de la seguridad pública se mantienen por los suelos, en estos dos años el porcentaje de desconfianza ha disminuido.
Los datos del Inegi muestran que los agentes considerados como los más corruptos son los agentes de tránsito, así los calificaron el 83 por ciento de los encuestados, aunque en el 2011 la cifra fue del 90.2 por ciento.
El Inegi también revela que más del 60 por ciento de la población considera que toda la fuerza de seguridad en el estado, policías municipales, estatales y ministeriales son corruptos.
Y lo mismo pasa con los encargados de la justicia, los jueces y agentes del Ministerio Público, casi el 70 por ciento de la población los cataloga así.
Corrupción entre agentes de seguridad y justicia en Puebla (una percepción ciudadana)