Raquel Castro

@raxxie_

Los horóscopos de esta semana salen de  El traje del muerto, de Joe Hill. Es interesante el trabajo de este autor, quien ha logrado, mediante su propio trabajo, deslindarse de la figura de su padre, nada menos que Stephen King. Lo comento como dato curioso, sobre todo porque alguien con semejante ascendente podría paralizarse (por terror o por comodidad) o tratar de buscar fortuna en otro medio (la minería, el rock and roll, la novela realista, qué se yo). Sin embargo, Joe Hill escribe terror. Como su padre. Y lo hace muy bien. Con su estilo personal.

El traje del muerto cuenta la historia de un rockstar que colecciona rarezas, no al estilo de Michael Jackson, que era dueño del esqueleto del hombre elefante, por ejemplo; sino de cosas macabras, objetos supuestamente hechizados, adminículos inquietantes… Un día encuentra por Internet una subasta muy especial: se supone que es un traje embrujado, que hace que quien lo adquiera obtenga con él al fantasma del hombre que en vida fue su dueño… obviamente, nuestro rockstar puja por el traje. Obviamente, gana. Y, obviamente, lo que gana es muchísimo más complicado de lo que él pensaba…

La novela es, en general, muy buena: mantiene al lector interesado todo el tiempo y cuenta con referencias muy gratas al mundo del rock. Pero no es solo eso: además tiene momentos realmente espeluznantes y algunas imágenes que podrían volverse icónicas del terror. Muy recomendable para los aficionados al género.

Y los horóscopos bibliománticos dicen así:

Aries: Podría haber pasado por sordomuda.

Tauro: ¿En serio? ¿Hacemos una oferta de cien dólares?

Géminis: Puedes hacerlo.

Cáncer: Me pregunto qué clase de par de viejos llegaremos a ser.

Leo: Te necesito a ti.

Virgo: trataré de hacerlo. Pero tienes que decirme qué y cómo.

Libra: Estoy bien. Estoy muy bien. Acércate. Ven y abrázame

Escorpión: Sería difícil de explicar.

Sagitario: ¿Qué vas a hacer con esa mano?

Capricornio: Espera aquí.

Acuario: No necesitas usar eso.

Piscis: Prefiero hacer preguntas a tener que responderlas.