Lado B
Yo vuelvo al punk: Rafa Saavedra
Ayer falleció el escritor tijuanense, esta es una de las últimas entrevistas que ofreció en tierras poblanas
Por Lado B @ladobemx
18 de septiembre, 2013
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Después de dos semanas hospitalizado y con un problema en el corazón, la tarde de este martes 17 de septiembre falleció en Tijuana el escritor Rafa Saavedra, tras una intervención quirúrgica que no soportó. Lado B platicó con él en febrero pasado, cuando estuvo junto con Mauricio Bares –el editor de Nitro Press– en la Mezcalería Coyoacán presentado la edición de aniversario de Esto no es una salida, postcards de ocio y odio.

PostcardsErnesto Aroche Aguilar

@earoche

Cruces en la frontera como quien cruza la calle. San Diego como el supermercado de la cultura y el entretenimiento. En la pista los Chemical Brothers o Pulp. El fanzine como carta de presentación. El dj pinchando discos. La noche tijuanense como pretexto para la crónica. El fin del mundo o al menos del milenio a la vuelta de la esquina. Y el alcohol y las drogas corriendo por las líneas de los 14 cuentos que conforman Esto no es una salida. Postcards de ocio y odio, el primer libro de Rafa Saavedra y uno de los libros leyenda urbana del underground literario de los 90.

comillotasMinutos después, como diablos, entramos a la discoteca pagando five bucks. Vamos directo a la barra a comprar cervezas Corona a uno cincuenta de dólar. ‘¿Por qué la cerveza mexicana es más barata en Estados Unidos?’ me pregunto en voz alta y el barman, un pocho fisiculturista, que intenta ligar con Paul, lanza un insinuante ‘No lo sé, cariño’. Después de pagar le pregunto a Sara por qué les gusta venir a esta disco de faggots y ella trata inútilmente de hilvanar algunas frases pero sólo alcanza a decir: ‘Es que la música está bien chingona’. Lo que sea de cada quien, la música es cool y bueno, ninguno de nosotros es homofóbico”. (Fragmento de “Vómito en el Freeway”)

El libro se lanzó en una primera edición en versión fanzine, la segunda edición llegaría de la mano de La Espina Dorsal en 1995 con un muy limitado tiraje que abonaría a la mitificación de Esto no es una Salida. Postcards de ocio y odio. En agosto del año pasado Nitro Press lanzó una reedición acompañada de un behind the scene y algunos bonus tracks más, entre ellos el prologo de Guillermo Fadanelli a la edición de La Espina y fragmentos de reseñas y memorabilia fanzinera.

Como parte de la promoción del libro, Saavedra aparcó en Puebla hace unos meses, ahí Lado B platicó con el escritor, bloguero, productor radiofónico, fotógrafo –más lo que se acumule en la semana– sobre la Tijuana de los 90s y la Tijuana actual, sobre la vida nocturna y cómo narrar la fiesta en la segunda década del primer siglo del tercer milenio y sobre algunas otras cosas más.

comillotasCuando regrese con otra ronda de tequilas, se tomó de un sólo trago el suyo y me gritó al oído: ‘¡Es tan divertido. I want to dance!’. Gritaba tan eufórico que parecía que se le había metido el pinche chamuco y apenas era el tercer tequila. Entró corriendo a la pista cuando pusieron una de los Offspring”. (Fragmento de “Han atrapado a Dios”)

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Lado B (LB): ¿A 18 años envejeció el libro?

Rafa Saavedra (RS):  Yo creo que algunas cosas son muy de su tiempo, muy noventeras, y me gusta que sean así por que reflejan y documentan su tiempo. Otras, como lo que decía de signos son mucho más abstractas, no hay referencias directas a su época, yo creo que lo puedes escribir hoy y leer hoy y sentirlo actual.

Me gusta, me sigue gustando. En su momento fue un libro que escribí entre la angustia y la desesperación, el frenesí y la euforia y eso queda. Creo que eso se mantiene, por ejemplo “Vómito en el freeway”, creo que conserva la fuerza. “Han atrapado a Dios” conserva el humor, más allá de las referencias, sigue siendo vigente. Relevante, no sé, eso ya lo dirán los lectores o críticos, pero a mí en particular me sigue gustando.

Volteo, y cuando haces algo y volteas lo ves y dices ‘si soy yo de hace unos años, algo estuvo bien hecho’.

LB: En este libro hay esta crónica de los 90s, la crónica de las fiestas, se nota la intensión de recuperar el ritmo de esas noches. ¿Cómo se debe narrar en este momento, si se quiere hacer un ejercicio similar de hacer la crónica de la fiesta, del momento, de esta época? 

RS: Esa pregunta me la he estado haciendo. Depende que tipo de fiesta quieras narrar, o que tipo de realidad concreta quieras ver. Yo vuelvo al punk ¡eh!. El libro que estoy escribiendo es hardcore, es un beat, es una descarga incontrolable de descripciones y momentos y tal. Yo creo que por ahí va. Lo dice el post hardcore. Todas las músicas extremas como el death metal nos están dando el pulso, pero también, si nos ponemos en términos musicales, como que hay una idea de, no sé si pensada o consciente, de cierta ingenuidad, nos puede remontar al pop de los ochentas. Yo veo en el ambiente mucho New Order, veo mucho ese beat, hay un ritmo más nuevo pero también una base nostálgica subyacente. No sé que tan fuerte sea eso, pero es lo que me gusta y yo apostaría por ello.

comillotasPongo el cartucho del PAC MAN, este juego ha sido por años uno de mis favoritos aunque, a decir verdad, nunca he podido vencer a los fantasmas y pasar del segundo nivel. Ya saben, cancan wata wata wata ¡pum! estoy acabado. Mi score final es menor de 3000 puntos; mi hermano hace 90000 sin esfuerzo y siempre se está riendo de mí. Juego una media hora y, aburrido, apago el aparato”. (Fragmento de “No hay nada que hacer”).

LB: Rafa, ¿qué pasa con Tijuana en este momento? Nos tocó vivir esa boom de finales de los 90s, llegó Nortec, se hablaba de Acamonchi, ahí andaban Fran Ilich y su Contracultura Menor, y parece que nos quedamos ahí, como que no hay nuevos productos. 

RS: Lo que pasa es que esas cosas son tan fuertes como que a lo mejor no dejan ver lo otro. Yo te lo digo desde adentro. Los periodistas… tu mismo me estás preguntando por cosas que se hicieron hace 10 años, entonces me quedo con la idea de sí, claro, es importante, uno de los mejores momentos de mi vida, una etapa creativa muy fuerte, pero a mucha gente se le escapa que esa comunidad creativa es de amigos, de gente que crecimos juntos en los 80, hemos estado en fiestas, algunos somos amigos desde la infancia como Pepe Mogt y yo, desde que tenía 9 años iba a sus fiestas y etcétera.

Foto: Louie Navarro

Foto: Louie Navarro

¿Que hay ahorita? Bueno, estoy escribiendo un texto sobre la nueva noche tijuanense, pero no sé si lo voy a publicar porque no quiero arruinarla. Sé que si lo publico le pongo reflectores a cosas que no sé si quiero que los tengan porque los vamos a perder o se van a modificar.

Ahora se habla mucho del Ruidosón, de Los Macuanos, María José y toda esa gente, cuando para mi ya es cosa de hace como tres o cuatro años. Ahora estuve viendo un show de posthardcore y me dejó impresionadísimo, eran Los Angeles de 1979, todo lo que he leído sobre como era justo antes de que explotara y se convirtiera en otra cosa, entonces palpas ciertas escenas que son micro, microescenas.

Hay por ejemplo una escena rocabilly de la que no se habla, hay una escena de hip-hop, que en los personal me encanta, por ejemplo Alto Calibre que son un colectivo de DJs, pero es un rollo más intelectual y mucho menos gangsta, mucho menos misógino, con letras interesantes que me laten mucho. Son morros que salieron de la universidad, no se hicieron en las calles a pesar de que lo cuenten son de otra esfera. Hay una escena indie muy fuerte, también.

En el rollo del arte, si vas, como han ido un par de años atrás, gente buscando artistas que tengan presente el rollo de la frontera, migración, todo ese tipo de cosas, pero ellos ya no están en eso. Si está incorporado por que vivimos en frontera y vivimos todo el proceso pero no es el tema, entonces te puedo mencionar tres artistas que me encantan en lo plástico: César Vázquez, que hace como rollos de mucha ilustración, collage que tienen que ver con el ruido interno. Está Panca que hace esos seres bizarros, en situaciones muy cotidianas, casi humanos que somos nosotros. Es una forma de representar esos límites.

(Alejandro) Zacarías, que es de otra generación, pero hace un giro muy interesante. Viene ya su exposición que entra en un rollo de diseño arquitectura y esta vista de la ciudad como en términos de fotocopia. Si hay cosas, pero que a lo mejor no los terminamos de mirar porque son como muchos pedacitos repartidos, y no hay un sonido determinante. Nortec si fue importante porque era una comunidad de amigos.

En mi grupo de amigos está Pedro Beas, Hiperboreal, Pepe Mogt, Bostich, el grupo que hacía de DJ, los artistas que hicieron los diseños son del mismo grupo, y parece que no hay otra generación que haya conectado eso.

comillotasLa cerda irónica escribe ‘Te jodí’ en una servilleta de turbia belleza, pensando en azúcar y cristales rojos que limpian la prueba del deseo marchito e injertan un sádico miedo”. (Fragmento de “Diagramas de culata”).

 

LB: Como que no han tenido esa misma repercusión que tuvo tu generación.

RS: Y en el campo de la literatura, se me hace interesante que no hay una ruptura, como sucede en otras partes. Roberto Castillo que es  de una generación, escritor como sesentón, y tú ves como escritores más jóvenes de 18 y 20 años pueden estar conversando, no hay un quiebre generacional. Por ejemplo a mi me encanta Rafa Zamudio, escritores mucho más jóvenes, que yo apuesto por ello, los recomiendo, los meto en fanzines, lo meto en revistas, quiero ser parte de esa red. Eso ya se estudió, los procesos colaborativos que ha tenido el arte tijuanense, la comunidad artística tiene 500 personas a lo mucho, y esa comunidad impacta en muchos aspectos, no sólo en lo creativo, y fue la que impulsó las noches tijuanenses, fue la que dinamitó el rollo ante la violencia.

LB: ¿Hay una especie de revitalización, de nutrir a la literatura con el periodismo narrativo? De crónicas que utiliza el periodismo narrativo, ¿esto está aportando algo a la narrativo o solo es un boom de una forma de hacer periodismo?

RS: Yo no creo que haya un boom. En el mercado hay esas estrategias, esas etiquetas, creo que siempre han estado ahí. Por ejemplo la literatura del narco no nació hace cinco años, hace ocho años, ya tiene mucho escribiéndose sobre eso, documentar la vida de antiheroes y etc. Eso del periodismo narrativo lo veo como otra estrategia, por ejemplo yo tengo un libro de periodismo cultural donde se recogen mis crónicas y eso, lo veo como otra posibilidad. No sé que tanto sea un boom o como un rollo oportunista o que aporta a tal cosa, porque todavía no está lo suficientemente explorado, no sé hacía donde va, se me hace interesante que esté presente y que nos ayude a dialogar con la literatura de otra forma, o que vuelva a poner en la literatura el asunto de la crónica o del artículo periodístico, no creo en los géneros puros. Tendría que ver a que autores te refieres para tener más claro el asunto.

LB: Estos que han hecho, de pronto, como mucho ruido: Diego Osorno, Leila Guerriero, Alejandro Almazán.

RS: Lo que yo veo ahí es un rollo de presencia, decir ok, esas voces están dentro del campo del periodismo y tienen esta posibilidad de acercarse a la literatura pero es una tradición que viene desde el modernismo, no es nueva. Lo que pasa es que hay que ver más allá del boom, o de lo que pretenden vendernos como boom. A veces es como un rollo fantasmal. No sé que tanta presencia sea real, no sé que tanta gente en las escuelas, en los talleres diga, “¡ah! leí a Diego Osorno, leí a Almazán y encontré el camino”, me gustaría que por lo menos alguna gente lo dijera y que por esa ruta camine, o que por lo menos mi generación o tu generación diga si, sí puede ser por ahí, vamos a escribir más sobre lo real, y hacer crónica ficcionada sobre eso, no sé por lo pronto es una herramienta más.

A mi me interesa como el periodismo o la crónica que se acerca de manera crítica pero sincera a sus objetos de estudio, no me interesa el morbo, no me interesan otras cosas, ya las leí, ya las viví, pero por lo pronto me late que existan. Siempre es bueno que haya otras voces las que están fijándose en realidades que a lo mejor se te pasan de largo, y el hecho que estén algunas cosas que he leído que tiene que ver con lo muy cotidiano me laten, porque si lo haces bien puedes expresar un chingo sobre la condición humana, ahí está la labor de ese periodismo.

comillotasEso fue antes de que vinieran los malos tiempos, las postcards de ocio y odio, de self-help y rebeldía. No era fácil aguantar las ganas de sacar una pistola y matarlos a todos. Borrar su presencia y con ello, dormir como nunca antes el sueño de Los Ángeles. Tomar fotos, apuntar los detalles y mandar un fax sin decir una palabra. O mejor, prender un cigarro, beber una Coca Cola y esperar. Porque al final de eso se trataba ¿no?” (Fragmento de “Signos”)

En Bukonica es posible leer en línea gran parte del trabajo literario de Rafa, ahí están tres de sus libros: Esto no es una salida (La Espina Dorsal 1996), Buten Smiles (Yoremito 1997), y Lejos del Noise (Moho 2003), artículos, ensayos, e incluso entrevistas que realizó. También vale la pena revisar Crossfadernetwork, otro de los blogs que Rafa alimentaba con artículos, reseñas y demás.

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