En la gráfica Lydiette Carrión, Daniela Pastrana y Jorge Serratos durante la presentación del libro Entre las cenizas como parte del 1er congreso de periodismo digital Nómadas. Foto: Lado B.

Ernesto Aroche Aguilar

@earoche

“Estamos igual, y se puede poner peor”, la sentencia es de Daniela Pastrana, directora ejecutiva de la Red de Periodistas de Pie, un conglomerado de reporteros especialistas en temas sociales con sede en la ciudad de México, cuando se le pregunta si la situación de violencia que envolvió al país en el sexenio pasado cambió con el regreso del PRI a la presidencia del país.

Y prosigue: “en la superficie parece una realidad distinta, pero en el fondo seguimos con los mismos problemas terribles. La violencia no solo la generaba la guerra contra las drogas, o como quisieran llamarle, lo que la genera es la falta de capacidad institucional para responder a las necesidades de la población, la falta de empleo, los problemas educativos, la devastación ambiental, en conjunto es un caldo de cultivo para que le pongas una mechita y empiece a explotar todo”.

Lo que ha cambiado, explica la también corresponsal de la agencia IPS, es el foco de atención de los medios: “el foco mediático ya no está en contar los muertos sino está en otro lado, pero bajo esa línea mediática de las realidades virtuales que se crean en los medios los problemas siguen estando ahí, y creo que el escenario no es bueno”.

Entrevistada tras la presentación del libro colectivo Entre las cenizas, una recopilación de crónicas periodistas que narran historias de grupos humanos que ante la violencia que permeó al país en el sexenio pasado realizaron acciones esperanzadoras, Pastrana señaló que si bien el país emergió de ese periodo de gobierno con experiencias organizativas más fuertes, lo mismo las caravanas de paz que el movimiento #yosoy132, por mencionar algunas,  se sigue registrando “una falta de entendimiento de nuestras autoridades y una incapacidad de responder con políticas públicas que atiendan los problemas estructurales”.

–¿Qué cambió el foco mediático? ¿qué hizo que se dejara de mirar la realidad como se estaba mirando? –se le pregunta.

–Creo que es parte de los problemas que tenemos, los malos usos y costumbres de estar siguiendo nada mas la agenda del presidente. Entonces, si el sexenio pasado el presidente se vestía de militar y vestía a sus hijos de militares y se sentía Rambo y salía a matar, entonces nuestro foco estaba en su guerra. Y si en este sexenio el presidente habla de la reforma educativa y de la reforma energética, y de Pemex y demás, entonces nos vamos a lo que dice el presidente.

“Los problemas son los mismos, yo no veo un cambio. Y todo está ligado, el asunto de la minería, los problemas ambientales, las luchas de los pueblos con las hidroeléctricas, los feminicidios, un tema que venimos arrastrando desde 1994, los empezamos a ver en Juárez pero ahora los tenemos como un problema extendido por todo el país. Los problemas ahí están y son los mismos, lo que nos ha cambiado es el foco de la cobertura, al menos esa es mi tesis empírica”.

Lo que parece haber cambiado sostiene la también profesora en la escuela de periodismo Carlos Septién García, es la percepción de la sociedad sobre la violencia, provocada en gran medida por el cambio en la cobertura de los medios de comunicación.

–Pero (la violencia) no se ha detenido, acabo de estar en Veracruz y las desapariciones están peor que nunca, pensábamos que el punto máximo de las desapariciones en Xalapa se había dado en 2011 y luego había bajado, pero bajó en año electoral y ahorita están peor que nunca. Las amenazas contra reporteros volvieron a activarse. Como que todo entró en un impase en lo que se veía como se acomodaban las aguas en las elecciones, pero ahorita estamos igual, y súmale la violencia política y eso nos pone a todos los ciudadanos en una situación de vulnerabilidad.