Ernesto Aroche Aguilar
En Puebla la Auditoría Superior del Estado vigila con mayor detalle y minuciosidad a los municipios que al aparato de gobierno estatal y es, por mucho, más laxa en la revisión de las cuentas públicas de la administración del gobernador que en las que están a cargo de alguno de los 217 alcaldes que cada tres años se eligen, a esa conclusión llega el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) tras someter a una revisión a los entes fiscalizadores en todo el país.
De acuerdo con el estudio –titulado Auditorías Superiores Locales en México: Evaluación de su normatividad, prácticas y transparencia— la entidad se ubica como el caso más extremo a nivel nacional en ese rubro, pero además muestra deficiencias considerables en su obligación de transparentar el trabajo realizado a través de la página electrónica habilitada para ese fin.
En ese sentido, se encuentra por debajo de la media nacional en la medición y comparativo que realizó el IMCO con el apoyo del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas de la Universidad de Guadalajara (CUCEA-UdG).
El estudio midió tres aspectos de la fiscalización de las auditorías superiores en todo el país, que consisten en los ordenamientos jurídicos; las experiencias y perspectivas del personal que trabaja en las entidades de fiscalización, y la medición de la capacidad de los portales electrónicos para difundir la información.
En términos generales el estudio ubicó a Puebla a media tabla, aunque por debajo de la media nacional.
De acuerdo con el análisis, los estados que mostraron los peores resultados en materia de fiscalización son Baja California Sur, Tamaulipas, Campeche y Yucatán; mientras las entidades que tienen mejores condiciones en los tres niveles evaluados son Coahuila, Colima, Oaxaca, Quintana Roo, Tlaxcala y Zacatecas.
Al gobernador ni con el pétalo…
En el informe, fechado en abril pasado, se reconoce que “casi todos los estados emiten mayor número de observaciones a los municipios que al resto de las entidades gubernamentales”.
Y aunque podría pensarse que se debe a que es mayor el número de municipios que de entidades que componen al gobierno estatal, en el comparativo del IMCO basado en el presupuesto ejercido y el número de sanciones emitidas la diferencia es de 5.4 a 1.
El caso de Puebla, sin embargo, es el más extremo observado: la diferencia se dispara de 150 a 1.
“En Puebla, en promedio, la administración del estado recibe una observación por cada 54.4 millones de pesos ejercidos. En cambio, los municipios de este estado generalmente son sujetos a una observación por cada 0.4 millones ejercidos. Esto quiere decir que por cada observación recibida por el gobierno central, los municipios reciben 150”.
El caso de Puebla, se señala en el estudio, “incluso contrasta con el segundo lugar, Michoacán. En este estado la razón entre el número de observaciones al gobierno central y el municipal es de 1 a 27.4 veces”.
Y se aclara: “en principio, no es inadecuado que se emitan más observaciones a un actor que a otro, sin embargo es deseable que la fiscalización sea balanceada en el sentido de que se audite de acuerdo a las mejores prácticas en la selección de muestras. En los casos de Puebla, Michoacán y San Luis Potosí, esta circunstancia pareciera que no se está dando”.
Opacidad más que transparencia
En términos generales, señala el informe “la práctica recurrente en el país son los entes de fiscalización superior ‘legalistas’”, es decir, “no incumplen ninguna obligación legal pero tampoco muestran un esfuerzo de divulgación proactiva”.
Algunos casos, Puebla, entre ellos, sólo cumplen a medias o de plano no se cumplen:
“La Auditoría Superior del estado de Puebla (ASEP) cuenta con una mala práctica en términos de la publicidad de los informes de resultados de las cuentas públicas locales. En el portal de transparencia de la ASEP solamente se puede saber si los Dictámenes de Cuenta Pública fueron aprobados por el Congreso del Estado”.
En términos generales el portal de transparencia de la ASEP fue de 47.5 puntos sobre 100 posibles, lo que le permite ubicarse casi a media tabla y por debajo de la media nacional que fue de 52.7.
Acá el estudio completo
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CANIJO CONEJO
