Ernesto Aroche Aguilar

@earoche

En Puebla el desempleo parece contenido, pero a un alto costo social. El reporte más reciente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) muestra una tasa de desocupación –eufemismo oficial para nombrar la falta de empleo— de apenas 3.8 puntos porcentuales, menor a la media nacional de 4.9, y ligeramente por debajo de los 3.9 puntos del primer trimestre del 2012.

Aunque una revisión más profunda a las cifras de la Encuesta Nacional de Empleo, revela que si bien parece haberse contenido la falta de empleo en el estado, el mayor crecimiento de fuentes de trabajo se produce en aquellas que ofrecen condiciones precarias y con bajos salarios.

Nuevo empleo, bajo salario

Así, de acuerdo con las cifras oficiales, en Puebla entre 2012 y 2013 ingresaron al mercado laboral 57 mil 633 personas, de estas prácticamente el 99 por ciento consiguió empleo, y sólo 785 engrosaron la lista de desempleados.

De ese total, 56 mil 848 que sí lograron emplearse, el 68 por ciento lo hizo en algún sitio que no le ofrece acceso a instituciones de salud como parte de las prestaciones laborales.  De hecho, al cierre del primer trimestre del año el 78 por ciento de la fuerza laboral está en esas condiciones.

Pero además, a nivel país, Puebla ocupa el tercer lugar entre los estados con el mayor porcentaje de trabajadores sin acceso a prestaciones laborales, sólo superado por Oaxaca y Michoacán.

En términos salariales sólo tres rubros reportaron crecimiento:

En los empleos que no registran paga alguna (el Inegi clasifica en este rubro tanto los trabajadores dependientes no remunerados, como los trabajadores por cuenta propia dedicados a actividades de autosubsistencia), que aumentó en 14 mil 543 personas.

En los empleos que reportan apenas un salario mínimo por jornada laboral, es decir mil 841 pesos al mes, un ingreso que sólo permite adquirir la canasta básica alimentaria para una persona, según estimaciones del Coneval, en donde creció en 34 mil 734 puestos de trabajo.

El tercer rubro que más creció en el último año está en aquellos puestos de trabajo que ofrecen una remuneración entre 3 y 5 salarios mínimos, es decir entre 5 mil 523  y 9 mil 205 pesos. La estadística oficial registra 34 mil 734 personas más en esa categoría.

Es decir, que en los movimientos salariales del último año, 38 por ciento obtuvo un empleo de salario mínimo, 35 por ciento de entre 3 y 5 salarios, y 14 por ciento sólo consiguió un trabajo de subsistencia, pero sin ingreso económico.

Condiciones críticas

Para profundizar en la problemática laboral, el INEGI utiliza además de la tasa de desocupación otras tasas complementarias para medir la situación en los estados. Uno de estos parámetros es la “tasa de condiciones críticas de ocupación (TCCO)”, y la define como “el porcentaje de la población ocupada que se encuentra trabajando menos de 35 horas a la semana por razones de mercado, más la que trabaja más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo y la que labora más de 48 horas semanales ganando hasta dos salarios mínimos”.

Es en este indicador junto con la medición de la informalidad laboral y el acceso a las prestaciones laborales, en donde Puebla presenta sus escenarios más negativos, pues su tasa de informalidad alcanzó el 32.2 por ciento –prácticamente 800 mil personas–, y su TCCO llegó al 17.13%, indicador que sólo superan por Oaxaca, Tlaxcala y Chiapas.

Esto significa que en Puebla 1 de cada 3 trabajadores trabaja en la informalidad y que uno de cada cinco lo hace condiciones críticas.

Más agricultura de subsistencia

Otro de los rubros que más se incrementó en el último año es la agricultura de subsistencia, el apartado aumentó en un 35 por ciento con respecto al 2012. Así, de 149 personas dedicadas a esa actividad pasamos a 202 mil 288, es decir 53 mil 26 personas más.