Lado B
Disclosure: “Settle”
Una bocanada de aire fresco para la electrónica
Por Lado B @ladobemx
31 de mayo, 2013
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esnoblogo

Arturo Loría* | Revista Esnob

@velvet_boy

Un género no es algo que nazca fácilmente. Se requieren de años de condensación de sonido, creatividad y experimentación para dar vida a un nuevo tipo de música. La gente que asegura que tal o cual género es malo está claramente equivocada; sin embargo, no están mal al pensar que determinadas canciones o ciertas muestras del estilo en cuestión puedan ser malas, pésimas.

Y de hecho, éste pareciera ser el ciclo de vida de todo género musical: una vez que ha nacido comienza a andar por sitios por los que sólo unos cuantos le ven, un pequeño grupo comienza a  jugar con él, crece, llega a más lugares y, de repente, todo mundo está haciendo algo con él. Hasta el punto en el que se le ve como algo común, que cualquiera puede hacer, e incluso, barato.

No ha habido género que se salve de ello, piénselo.

Disclosure

Por eso, sorprende que a poco más de treinta años del nacimiento del house, dos hermanos británicos de veintidós y diecinueve años sean de los máximos representantes de una corriente encargada de revitalizar y devolverle el respeto a un género tan abusado y tan explotado. Eso es Disclosure.

Desde 2010, con tan sólo diecinueve y dieciséis años, Guy Howard Lawrence comenzaron a experimentar con sonidos que claramente pertenecían a una época muy distinta a la suya y que, probablemente sin saberlo, acabarían por ayudar a refrescar la música electrónica en una época en la que hacía mucha falta. Mientras el dubstep era deformado y maximizado o la EDM llenaba estadios, los hermanos Lawrence recibían 2012 con “Tenderly”, su primer sencillo que logró colarse en las radios británicas y que sacaba del baúl los sonidos del UK Garage que se habían quedado guardados una década atrás.

Posiblemente, a raíz del cansancio colectivo con la electrónica, el par comenzó a llamar la atención de muchos muy rápido, particularmente de la infalible DJ británica de la BBC Annie Mac, quien ayudó a difundir el primer EP de los LawrenceThe Face (con el cual obtendrían el distintivo diseño visual de todas sus producciones: contornear la cara de quien aparezca en sus portadas), así como el remix más exitoso del dúo: “Running, original de Jessie Ware. Los hermanos habían conseguido convertir un tema de pop tranquilo y sensual en el himno del verano.

Pero Disclosure demostró que el éxito no fue casual; unos meses después, en octubre, publicaron su nuevo sencillo, “Latch“, que venía acompañado de la promesa de su álbum debut: Settle, a publicarse el 3 de junio de 2013. El tema recordaba la principal característica que cualquier buena canción de house debe tener: alma. La voz de Sam Smith remitía inmediatamente a aquellas producciones de finales de los ochenta, con cantantes educados en coros de iglesias cristianas que hacían de la pasión y la devoción las principales características del entonces naciente género; mientras que la música resultaba de una extraña mezcla de sonidos casi futuristas con sintetizadores de la vieja escuela.

Sin embargo, el verdadero golpe llegó en febrero de este año cuando, al lado de los igualmente prometedores AlunaGeorge, publicaron “White Noise, segundo sencillo de Settle. A pesar de sonar como algo que perfectamente pudimos haber escuchado a finales de los noventa, la canción era terriblemente refrescante; ya fuera por la inocencia en la voz de Aluna Francis o el sintetizador principal del tema, material de clásico total.

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Dos pruebas más saldrían previas a la publicación de Settle: “You & Mecon Eliza Doolittle en las voces y demostrando la veta más UK Garage de los Lawrence, y “When a Fire Stars to Burn, un acercamiento mayor al tecno que, jugando con un sampleo de voz, remitía a actos como los Chemical Brothers.

Así pues, y con todo lo anterior como precedente ¿Qué se puede esperar del álbum debut de Disclosure? Resumido en una sola línea: una bocanada de aire fresco para la electrónica (y específicamente el house). Como he mencionado en ocasiones pasadas, el género está atravesando momentos difíciles con el apabullante movimiento de la EDM (Electronic Dance Music), sin embargo, aún hay actos que nos demuestran que no todo está perdido y que, nuevamente, es posible devolverle el alma a la música.

El disco abre con “Intro”, que además de claramente cumplir con la función de su título, establece que uno de los temas de este disco serán los bajos, gran pasión de Howard, quien en repetidas entrevistas ha declarado que éste es uno de los instrumentos que más le apasiona. Posteriormente, vendrá la ya mencionada “When a Fire Starts to Burn, que como bien reza el sampleo, inicia un fuego que poco a poco se esparcirá por catorce tracks que le darán una afortunada renovada al house, el tecno y el UK Garage.

“Latch” será el tema que dé la bienvenida al house vocal del dúo y que, como dije previamente, demuestre que si algo quieren hacerlos Disclosure es devolverle alma a la música. Teoría que se comprobará completamente con la infecciosa “F for U“ y, evidentemente con esa pieza de canción que es “White Noise“, que ayudará a dar paso a la sección que mayor tributo rinde al house de la vieja escuela con temas como “Defeated No More”, “Simulation”(una auténtica bomba), “Voices”, “January”, ”Help Me Loose My Mind” y “Confess To Metrack en el que Jessie Ware le devuelve el favor al dúo entregando una interpretación que, como todas las otras, está llena de alma.

Habrá guiños al tecno en canciones como “Grab Her!, que apuesta más por reventar los sintetizadores, y al UK Garage, estilo que el país que lo creó está intentando revivir con grandes resultados, como la ya mencionada “You & Me, en la que Eliza Doolittle se despoja de sus habituales guitarras indies para apostar por lo urbano.

Inevitable con este álbum recordar los días, no sólo del house primigenio, sino de Groove Armada, UnderworldBasement Jaxx, esos en los que la electrónica se convirtió en un terreno rico para la experimentación y el juego. A diferencia de mucho de lo que se está haciendo ahora en la música bailable, los temas de Disclosure están llenos de texturas y capas que es inevitable sentir, ya sea en la voz de todos sus intérpretes, los sintetizadores que inundan el disco o el beat, que inevitablemente invita a la pista.

Posiblemente la imagen más cercana a lo que Settle provoca está en el video de “White Noise“: el guardia de un edificio que baila solo y sin reparos la música que suena en su cabeza. Y es que cuando la música nos hace bailar aunque no se escuche, es sinónimo de que está más viva que nunca.

*Arturo Loría es Velvet Boy y viceversa. Vivo entre Puebla y el DF. Estudié Comunicación en la Ibero Puebla. Como Arturo, soy editor del blog especializado en política, medios, internet y redes sociales Homozapping, que llevo al lado del periodista de Proceso Jenaro Villamil. De igual manera, junto con Chucho Amezcua edito el blog especializado en música Masturbación Musical. Como Velvet Boy, hago música, DJ Sets y presentaciones en vivo, mezclando lo mejor de electro, el pop y el glam. Ramases! Colossus!

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