Lado B
Nueve feminicidios en lo que va del año en Puebla
Hubo 3 en enero, 2 en febrero y 4 en marzo; tres ocurrieron en la capital poblana
Por Lado B @ladobemx
01 de abril, 2013
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Mely Arellano

@melyarel

El tercer mes de este 2013 termina con nueve feminicidios, tres de los cuales ocurrieron en la capital poblana, dos en Tecali de Herrera, uno en Huauchinango, uno en Huejotzingo, otro en Atlixco y otro más en Hueytamalco.

Como se puede ver en el mapa de asesinatos dolosos de mujeres creado y alimentado por el Observatorio Ciudadano de Derechos Sexuales y Reproductivos (Ocdsyr), los crímenes tienen en común la violencia con que fueron cometidos.

A Guadalupe Abigail Bautista la asesinaron en las primeras horas del 1 de enero. La causa de muerte fue asfixia por sofocación. Su cuerpo fue abandonado dentro de una maleta en la esquina de la 8 poniente y la 13 norte.

Su madre la reconoció el 8 de enero y entonces se supo su nombre y que era originaria de Cuautla, Morelos. La investigación 2/2013/AEHOM sigue su curso. Para ella aún no hay justicia.

Entre el 1 y el 2 de enero Serafín Rodríguez Romano, de 73 años de edad, le quitó la vida a su pareja Ana María Rivera Noriega, de 59 años.

Ella no podía caminar y era víctima frecuente de violencia doméstica. Su familia lo sabía. El homicida ocultó su cuerpo por 6 días, cuando lo encontraron ya tenía signos de descomposición. La causa de muerte fue traumatismo craneoencefálico: la golpeó en cara y cabeza hasta matarla.

Ya se ejerció acción penal contra Serafín Rodríguez Romano.

El 6 de enero encontraron el cuerpo sin vida de una mujer en un paraje llamado La Joya, a 11 metros de la carretera Santa Lucía Cosamaloapan – La Pastoría, en Atlixco, a 2 kilómetros de Santa María Cosamaloapan, un lugar rodeado de cerros, donde no hay señal de teléfono.

La mujer de entre 25 y 30 años fue declarada Desconocida No 1. Era de complexión robusta, ojos café claro, cabello ondulado, largo y negro, de aproximadamente 1.60 m de estatura, labios delgados –en uno de ellos, el inferior, portaba un piercing rosa–, llevaba mallones y botas negros, blusa azul turquesa y sudadera rosa con blanco.

Su cuerpo tenía moretones en el hombro izquierdo, una raspada en la rodilla derecha y una herida en el cuello del lazo izquierdo. La causa de la muerte fue traumatismo craneoencefálico y luxación de vértebras cervicales; es decir, la mataron de una caída.

La averiguación previa 18/2013/ATLIX sigue abierta. Para ella todavía no hay nombre ni justicia.

A Patricia Limón Méndez la mataron entre el 23 y el 24 de febrero en Huejotzingo, tenía 29 años. Su cuerpo fue hallado en un terreno baldío a menos de una calle de su casa, estaba semidesnudo, con signos de agresión sexual y lleno de moretones.

Después de violarla, el asesino golpeó su rostro con una piedra de aproximadamente 30 kilos que dejó a un lado del cadáver.

El padre de Patricia fue quien la reconoció. Menos de 72 horas después las autoridades detuvieron a Nicolás Pérez Pantoja, alias “El Nico”, de 25 años de edad, quien confesó el crimen.

Elena Tolentino Domingo tenía sólo 17 años y fue asesinada por su novio, de la misma edad.

Sergio la estranguló la madrugada del 25 de febrero y luego intentó quemar su cuerpo, que fue encontrado semicalcinado y semidesnudo en un paraje boscoso en una colonia popular de Huauchinango. El homicida ya fue detenido.

Entre el 24 y el 25 de marzo asesinaron a una mujer en la habitación del hotel San Diego, en la 16 Poniente 507 del centro histórico de la capital poblana.

Tenía como 50 años y se registró con el nombre de Patricia López. Llegó acompañada de un hombre, a quien los empleados del hotel que la encontraron muerta no vieron salir.

Su cuerpo estaba lleno de golpes y lesiones con arma blanca en la cara, el cuello y el tórax. La causa de muerte fue traumatismo craneoencefálico.

La investigación 024/2013/AEHOM sigue abierta. Para ella aún no hay justicia.

El 26 de marzo encontraron muerta a una mujer en el cuarto de un hotel en Hueytamalco.

Una noche antes llegó con un hombre y un niño, que salieron muy temprano al otro día. El cuerpo de quien no ha sido todavía reconocida estaba sobre la cama, lleno de sangre.

Aún no se conoce su nombre, ni se le ha hecho justicia.

María Elizabeth Mioni Merlo murió de tres impactos de bala. Tenía 39 años. La asesinó su esposo Ricardo Rodríguez, de 45, el 27 de marzo. Después de matarla llamó a la Policía para confesar el crimen y se suicidó.

Ambos eran de Querétaro pero vivían en Tecali de Herrera, donde cuidaban un rancho.

Ese mismo día, también en Tecali, encontraron el cuerpo de una mujer enterrado en un paraje conocido como Barranquilla, atado de pies y manos. Su cabeza estaba envuelta en bolsas de plástico, con las que la asfixiaron provocándole la muerte.

Se llamaba Magali Bravo Cano, tenía 35 años y era víctima de violencia doméstica. Su familia lo sabía. Su cuerpo tenía huellas de violencia física, algunas no muy recientes. Desapareció tres días antes de que la encontraran muerta. Dejó un hijo huérfano.

Entre 2001 y 2010, en el estado de Puebla se presentaron 570 muertes por homicidios dolosos contra mujeres, de las cuales cerca de 23.5 ocurrieron en la ciudad de Puebla de acuerdo a información del Conavim 2012.

Entre 2011 y 2012 ocurrieron 148 casos de homicidios dolosos contra mujeres en la entidad, según cifras de la Procuraduría General de Justicia (PGJ), 42 de esos fueron en la capital.

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