Lado B
Fuego fatuo: sobre el 12 Encuentro Estatal de Arte Contemporáneo
 
Por Lado B @ladobemx
02 de abril, 2013
Comparte
Foto: Wendy Pardo | Subterraneos

Foto: Wendy Pardo | Subterraneos

Iván Ruiz*

~ fatuo

1. m. Inflamación de ciertas materias que se elevan de las sustancias animales o vegetales en putrefacción, y forman pequeñas llamas que se ven andar por el aire a poca distancia de la tierra, especialmente en los lugares pantanosos y en los cementerios.

 

Para cierta óptica, bajo determinadas condiciones discursivas y con cierto rigor conceptual, el arte contemporáneo podría ser pensado como un cementerio espectral: un lugar destinado al depósito de residuos donde se produce la transfiguración del lugar común; ahí, basura y cadáver se articulan en un dispositivo potente de significación. Pero cuando no ocurre una transfiguración, lo único que encontramos es el lugar común, la idea maquillada, el concepto inmaduro, la estética del instagram, el plagio descarado, la pretenciosa denominación de la obra en inglés, la profunda ignorancia sobre las genealogías artísticas… en fin, un repertorio que caracteriza, sin cortapisa, la selección del 12 Encuentro Estatal de Arte Contemporáneo, exhibida hasta finales de este mes en la Galería de Arte Moderno y Contemporáneo Ángeles Espinosa Yglesias. ¿A qué obedece esta situación que, por cierto, debería conducir a un análisis de fondo en la comunidad artística local, partícipe y no del Encuentro? Como miembro de ella, hablaré desde mi propia trinchera.

Recientemente formé parte del jurado del Salón de la Fotografía Nuevo León 2012, un certamen de prestigio local cuyo propósito es alentar y proyectar el trabajo de los creadores neoleoneses y avecindados. De 111 propuestas recibidas, y después de acalorados debates, seleccionamos sólo 4 autores. El “polémico fallo” –como fue difundido en los medios– obedeció fundamentalmente a la preservación de criterios mínimos de calidad fotográfica. Estábamos convencidos que seleccionar obras inmaduras sólo contribuía a enriquecer el equívoco de que la implementación tecnológica se traduce directamente en fotografía, o bien, que por contar con una cámara y tomar algunos cursos y seminarios ya se podían presentar como fotógrafos. Justamente, el fenómeno que buscamos elidir en Monterrey es el que se manifiesta con potencia en Puebla, haciendo pasar ocurrencias por piezas, o presentando a diletantes como artistas: en un gesto entre ingenuo e irrisorio, una seleccionada colgó de una de sus piezas una carpeta donde explica, paso a paso, cómo realizó la taxidermia de los animales que se encuentran colocados dentro de unos nichos: ¡vaya inteligente acompañamiento textual! Y así podríamos repasar otros trabajos gustosos del pleonasmo, sólo con el fin de demostrar que más allá de los gustos personales del jurado, absolutamente válidos e imposibles de evitar –en un premio se reconoce la mano de Enrique Ježik, en otras piezas la de Tania Candiani–, de lo que careció este Encuentro fue de un proceso riguroso de selección. De 156 artistas que solicitaron su ingreso, se aceptaron a 30 de ellos, un número demasiado elevado para propuestas –en su mayoría anodinas, salvo mínimas excepciones– que emulan fórmulas recurrentes en el arte contemporáneo.

Foto: Wendy Pardo | Subterraneos

Foto: Wendy Pardo | Subterraneos

Pero así como los miembros del jurado tienen una cuota de responsabilidad, el artista no se puede deslindar de la suya, pues quiérase o no, este Encuentro es un reflejo desvaído del modus operandi del arte contemporáneo en este estado: falso halago por aquí, falso halago por allá, murmuro cómplice, descalificaciones que nacen del corazón pero no de la razón, un artista “trendy” que, en un gesto neocolonial, es invitado a una conferencia para dictar el rumbo del arte y, por supuesto, egos, glorias locales que tratan de prolongar hasta donde sea posible proyectos que funcionaron en algún momento según determinados estándares. Por dos años consecutivos formé parte de la comisión técnica del Programa de Estímulos a la Creación y Desarrollo Artístico de Puebla (2010, 2011) en el área de artes visuales y además fui tutor de los becarios, en su mayoría jóvenes. Si bien fue alentador acompañar los proyectos de algunos de ellos –de gran intuición y sensibilidad pero que desafortunadamente no están en el Encuentro (Siglinde Langholz, Omar Árcega, Alejandro Osorio o César Chávez)– en otros casos se revelaban las lagunas en su preparación disciplinaria y el interés por producir una obra efectista, carente de una investigación sistemática y sólo “semejante” a la de autores de renombre en el circuito global. Si a esto se suma la imposibilidad para escuchar una crítica más o menos objetiva de su trabajo, el resultado será un artista tipo Encuentro. A mi parecer, y para abandonar de una vez por todas el paternalismo institucional, es también el artista quien debería cuestionar y confrontar las políticas públicas del arte contemporáneo en el Estado: revisar y proponer modificaciones a las bases de la convocatoria del Encuentro, organizar mesas de discusión, exigir que se den a conocer los argumentos que consolidaron las piezas ganadoras, profesionalizar su propio trabajo, meditar sobre si su obra se encuentra en condiciones de ser enviada a un certamen y, en definitiva, no contribuir más a una imagen fatua de arte, muy próxima ya a la descomposición.

* Investigador del Programa de Semiótica y Estudios de la Significación, BUAP y ha formado parte de la comisión técnica del Programa de Estímulos a la Creación y Desarrollo Artístico de Puebla, también ha sido jurado del Salón de la Fotografía Nuevo León 2012. Se pueden leer más textos del autor en http://soldadero.tumblr.com

 

 

Comparte
Autor Lado B
Lado B
Información, noticias, investigación y profundidad, acá no somos columnistas, somos periodistas. Contamos la otra parte de la historia. Contáctanos : info@ladobe.com.mx
Suscripcion