Lado B

A los 12 años, Mani fue vendida a un terrateniente local de Niamey por 320 euros. A partir de entonces la joven sufriría esclavitud, humillaciones y practicas sexuales vejatorias. Sin embargo, en 2008 la joven africana lograba una sentencia histórica  por parte del Tribunal Superior de la Comunidad Económica de los Estados Africanos Occidentales (ECOWAS), que condenó a su gobierno  por no haberla protegido de la esclavitud que sufrió.

De acuerdo a informes de la Organización Mundial del Trabajo en el África subsahariana al menos 3 millones y medio de personas son víctimas de explotación con fines laborales o sexuales, una situación que viven miles de personas –aunque principalmente mujeres- de Niger.

El caso de Mani no es el único: “cada noche y antes de dormir, mi amo me ataba a las patas de su ganado para asegurarse de que no me escapaba. Su castigo, brutales palizas”, denunció Ker Aleu Deng, joven de esta región entrevistado por ABC.

“Hadijatou, j’accuse” es un proyecto documental que narra la vida de Hadijatou Mani y que busca financiación mediante una iniciativa “crowdfunding”, para dar a conocer la esclavitud que actualmente se vive en los países africanos debido a las condiciones de pobreza en la que vive su población.

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