Alejandra Sandoval

@ZoilaRinhones

No es cierto. Nada en la administración pública “cierra por vacaciones”. Es un ardid bien orquestado por los jefes godinez para justificar que son ellos los que salen de paseo y dejan a sus subalternos viendo películas en su computadora. Es el usuario el que sufre las consecuencias, porque aquí “la perrada” se quedó disque trabajando y disque sacando pendientes de cierre de año.

Entonces, ¿por qué nada funciona durante los primeros días hábiles del año?

Aquí deberán confiar en mi palabra cuando digo que nadie lo sabe. Hay que confiar que todo estará bien en algunos días. Uno llega, enciende su equipo de cómputo y espera que el día vaya “en regla”. Pero algo pasa –algo que NUNCA pasó entre el 24 de diciembre y el 04 de enero- que, de un momento a otro, el servidor se cae, ya no haya formatos disponibles, el contador se descompone y no llega La Güera con el oficio que declara formalmente que los trámites “abrieron”.

Es algo ajeno a todos nosotros, mis amores. Es inminente como la muerte. Los primeros días “hábiles” del año tienen de “hábil” lo que el gobierno de transparente.

Entonces, mi consejo es que le den a Papá Gobierno una semana más para “normalizarse”. No se preocupen, el tortuguismo seguirá aquí como siempre. Pero ya no sentirán que han sido engañados por un periodo vacacional inventado por la alta burocracia. Aquí seguiremos los godinez: tomándonos una hora para desayunar, abriendo el juego de Solitario mientras ustedes creen que hablamos con ustedes. Tengan la confianza que eso nunca cambiará.

Que les sirva de consuelo que, mientras ustedes pueden regresar a sus casas o labores; nosotros nos quedaremos aquí “en el mismo lugar y con la misma gente”: viéndonos las caras sin poder hacer nada mas que horas-nalga hasta que den las 5. Sin internet, escuchando cómo El Pitufo piropea los rayitos de La Güera, el intercambio de dietas de desintoxicación entre La Lady Garra y su amiguis del archivo.

Cuando se sientan desanimados porque no pudieron sacar la ficha o el trámite, piensen en esto y dedíquenme su mejor sonrisa.

* Las personas y situaciones aquí referidas son ficticias. Absolutamente, de ninguna manera, representan situaciones reales, dentro de organismos gubernamentales reales, de países reales. Aunque, debo resaltar, en honor a la verdad, la labor olímpica que realizan esos servidores públicos – que sí existen- que trabajan todos los días por su país y que soportan la carga laboral de todos éstos mencionados… que no existen.

Columnas Anteriores

[display-posts category=»clips» posts_per_page=»-15″ include_date=»true» order=»ASC» orderby=»date»]