Alejandra Sandoval

@ZoilaRinhones

Por Don Guille, a quien ya le dijeron que se va a jubilar «a fuerza». Llegó el sobrino del nuevo gerente y necesitan su plaza, su salario y su computadora. No le queda de otra: o acepta la jubilación o lo liquidan. Don Guille ya dijo que está muy mayor para andarle haciendo al movimiento obrero; entonces tomará el 80% de pensión y se irá a su casa de campo.

A la Güera, pues ya le anunciaron que si su jefa se va, que ni crea que va a tener un lugar como secretaria con el que llegue. Ya viene de otra dependencia con todo su equipo y la Güera no conoce a nadie que le eche la mano con un cambio. Para acabarla, su jefa es tan jijadelaguayaba que se va a ir a Hacienda con un puestazo pero sin la Güera.

También por la China. Ya vio cómo cambiarse de área. Aunque es diseñadora, se va a ir a un puesto administrativo porque… Pues ya qué le queda. Van a llegar nuevos diseñadores. Sin una pizca de experiencia. Sin saber cómo se trabaja para la administración pública; pero eso sí, con nivelazos y sueldazos bárbaros.

Es por eso que les pido una oración por mí. Para como va la repartición, esta podría ser una de las últimas columnas godinez que les escriba. ¿Quién les va a contar todos estos chismes si yo me voy?

* Las personas y situaciones aquí referidas son ficticias. Absolutamente, de ninguna manera, representan situaciones reales, dentro de organismos gubernamentales reales, de países reales. Aunque, debo resaltar, en honor a la verdad, la labor olímpica que realizan esos servidores públicos – que sí existen- que trabajan todos los días por su país y que soportan la carga laboral de todos éstos mencionados… que no existen.

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