Lado B
Ridículums*
 
Por Lado B @ladobemx
05 de diciembre, 2012
Comparte

Alejandra H. Sandoval

@ZoilaRinhones

La Chule, mi jefa, anda en la corredera. Me tiene con el pendiente. Hace dos días le pidió a su asistente que buscara en Internet modelos de CV. Luego adaptó uno y se tomó una foto con su iPhone.

Por supuesto, tan solo salió al baño y ese CV pasó de mano en mano; de risa en risa por todo el departamento. Si una no la conociera…

Primero puso que tiene dos posgrados. Uno en «Marketing Político por el Centro de Estudios en Marketing Político de Insertesuprovinciaespañola». El segundo es en «Alta Dirección por la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) – pendiente título por paro». Pero ya me dijo mi comadre La Peque que nunca fue al mentado posgrado, le pasó factura a la dependencia y que la escuela le retuvo los papeles.

Luego, bajo los Objetivos Profesionales, escribió que una de sus «pasiones es sacar el máximo esfuerzo de la gente que me rodea». En mi rancho eso se traduce a «negrera que se cuelga del trabajo de los demás».

Más adelante se da un quemón. Exhibió que fue «secretaria de giras» de un alto funcionario, ex novio (en el periodo en que era la secretaria de giras), y que la mandó al extranjero porque el muy vivales pretendía casarse con una chica de la «alta». Como ella lo cuenta es que habían tronado muy gacho y que se fue a Asia a «despejarse y a olvidar». Mis narices.

En Logros Profesionales se plagió el Evangelio según Mateo y convirtió el agua en vino. Luego cita a Deepak Chopra: «busco la luz de todo en la conciencia».

Hace yoga y puede bajar 16 kilos del embarazo tomando pura agua, de acuerdo a sus Habilidades Gerenciales. Tiene «facilidad para hacer contactos estratégicos», lo que entre compañeros traducimos como «es tan lambiscona que cuatro niveles arriba le niegan la entrada a su oficina y su jefe no le contesta el teléfono».

Cuando terminó de hacer su CV nos reunió a todos en su oficina para el brindis navideño en Noviembre y nos dijo que se acercaban tiempos «canijos».

«Como yo siempre digo, nadie sabe ni el día ni la hora (escribió la Biblia). Yo no quiero asustarlos pero si yo me voy, a ustedes les va a ir MUY MAL con quien llegue (¿peor?). Entonces es necesario que, por su bien, hagamos todos un buen trabajo y mostremos que somos un equipo unido. Todo lo que les he enseñado les va a servir en un futuro pero, les advierto, que el que llegue después de mí no va a dejarlos brillar como yo lo he hecho hasta este momento».

Después, por ser viernes, nos dejó salir -magnánimamente- a nuestra hora de salida contractual: dos horas antes; no sin antes pedirme «aquel textito que propuse para mensaje navideño» y que dijo -previa cara de fuchi- que era muy meloso. Le dio copy-paste a un cuerpo de correo electrónico, lo firmó con su nombre y lo envió a toda la dependencia.

Mi jefesita… La voy a extrañar mil.

* Las personas y situaciones aquí referidas son ficticias. Absolutamente, de ninguna manera, representan situaciones reales, dentro de organismos gubernamentales reales, de países reales. Aunque, debo resaltar, en honor a la verdad, la labor olímpica que realizan esos servidores públicos – que sí existen- que trabajan todos los días por su país y que soportan la carga laboral de todos éstos mencionados… que no existen. 

Comparte
Autor Lado B
Lado B
Información, noticias, investigación y profundidad, acá no somos columnistas, somos periodistas. Contamos la otra parte de la historia. Contáctanos : info@ladobe.com.mx
Suscripcion