Lado B

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Este jueves se registró un corte de hasta el 94% en las  comunicaciones en Siria. El régimen de Bashar al Asaad reestringió los servicios de internet y telefonía fija y movil en la mayoría de las zonas de la capital y sus alrrededores.

Ante estas acciones, organismos de defensa de los Derechos Humanos  como el Ovservatorio Sirio (Osdh), alertaron que estos hechos pueden representar un riesgo para la población, ya que se puedan cometer nuevas masacres.

Los cortes en comunicaciones incluyen a las provincias de Hama (centro), Homs (centro), Derá (sur), Tartús (oeste) y Suaida (sur), así como en algunas localidades de Deir al Zur (este) y Raqa (norte), según los opositores.

Sin embargo, silenciar a Siria ha sido uno de las características del conflicto armado entre las fuerzas de Bashar al Asaad y el Ejército Libre de Siria.

En un texto de Mónica G. Prieto, publicado en Periodismo Humano, relata la historia del activista Mustafa Karman y sus compañeros –activistas suníes, chiíes, ismailíes, kurdos, cristianos y alauíes-, quien el pasado 17 de este mes falleció ancausa de un bombardeo perpetrado en el barrio de Bustan al Qasr, en Aleppo, luego que desde hace 20 meses realizaran protestas pacíficas contra la violencia en Siria.

“Cada viernes, después de la cita semanal, Mustafa y sus amigos se reunían para discutir los progresos y retrocesos de la revolución que ellos ayudaron a iniciar. El pasado día 17, sin embargo, no hubo tiempo para ello: 10 minutos después de su término, un proyectil de mortero tiñó de sangre la protesta acabando con la vida de uno de los activistas más lúcidos y comprometidos de Aleppo o, como le define uno de sus amigos, un hombre ‘estricto moralmente hasta un extremo irritante’”, relata Mónica G. Prieto.

“Lo último que recuerdo es haber visto a Mustafa y su esposa, Maha, tomándose fotografias”, explica Hamid, un joven de Aleppo que resultó milagrosamente ileso en el ataque. “Habíamos empezado la marcha gritando Por favor, hermano, deja tus armas a un lado, y había terminado sin incidentes. La multitud se dispersó y sólo nos quedamos un grupo de jóvenes, entre ellos los miembros del grupo de Mustafa, Jaque Mate”.

Lea el relato completo publicado en Periodismo Humano en el siguiente link.