Redacción

La falta de transparencia y rendición de cuentas de los actores políticos, la presión de los poderes fácticos y la baja exigencia ciudadana, impiden una transformación democrática en el país.

Así lo expusieron académicos, consejeros electorales y periodistas, en las Jornadas Académicas de la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Iberoamericana ciudad de México.

En el panel “Instituciones políticas y consolidación democrática: ¿tenemos claras cuáles son las reglas del juego?”, participaron los investigadores de la UNAM, el CIDE y la Ibero, John Ackerman, Javier Aparicio y Enrique Gutiérrez, respectivamente; así como el consejero del IFE, Alfredo Figueroa, y el periodista y ex consejero del IFE, Eduardo Huchim.

Tomada de revistafuturos.info

En el aula Amado Aguirre de la Ibero, Javier Aparicio dijo que en México la democracia cuenta con reglas claras, pero de mala calidad.

El investigador de Estudios Políticos del CIDE dijo que el problema de la democracia en México es la nula rendición de cuentas, el desvío de recursos de gobiernos locales a campañas federales y la insuficiente fiscalización de los gastos de campaña, pero no la decisión de los ciudadanos.

Por su parte, el académico del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, John Ackerman, afirmó que los movimientos de resistencia, como el estudiantil de 1968, el zapatista de 1994 o el #YoSoy132 de 2012, han permitido que México sea democrático.

Sin embargo, subrayó que la democracia es “simulada” debido a que los actores políticos violan la ley y las autoridades como el Instituto Federal Electoral (IFE), el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) no investigan lo suficiente los rebases a topes de gastos de campaña, por ejemplo, y sólo se dedican a desechar pruebas y a redactar largas justificaciones para legitimar una elección como la del pasado proceso electoral, expresó.

Dijo que la democracia le ha costado vidas a este país y que no es justo echar por la borda el esfuerzo. Invitó a los estudiantes de la Ibero a defender a las instituciones y denunciar cuando los partidos o candidatos encuentren vericuetos para violar la Constitución.

En tanto, el consejero del IFE, Alfredo Figueroa, apuntó que la última elección de Estado se dio en 1988 y que a partir de ese momento nacieron nuevas instituciones como la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y el IFE, que en 1994 apareció como el primer mecanismo que ajustaría al sistema político.

Recordó que en 1996 y 1997 se vivió la época de oro del IFE porque alcanzó su autonomía, sin embargo la claridad en las reglas de los procesos electorales no es suficiente para consolidar la democracia, ya que el Estado está lleno de resistencia, “el poder tiene poderes más allá de él, que le impiden generar una transformación”.

Por otro lado, el académico de la Ibero, Enrique Gutiérrez, dijo que la democracia en México se ha encontrado con obstáculos para consolidarse por la falta de transparencia y la poca ciudadanización de los procesos electorales.

Los ciudadanos deben romper la barrera del trámite electoral y transitar hacia una verdadera participación ciudadana, “la democracia procedimental es insuficiente, pero la condición es necesaria para no volver al autoritarismo, sin embargo la democracia debe trascender a este espacio formal”, abundó.

Añadió que la crisis de la democracia en México se debe a que los institutos políticos se alejan más de los ciudadanos y los ciudadanos no creen en sus representantes.

Exhortó a los jóvenes a entrar en esta discusión, evitar una actitud pusilánime e indiferente y a crear nuevos espacios de participación.

Para el periodista Eduardo Huchim los procesos electorales que organiza el IFE, en el aspecto técnico son impecables, pero no le va bien al momento de tomar decisiones políticas.

Recordó que en 2001 la euforia fue exagerada cuando ganó la Presidencia Vicente Fox, pero los ciudadanos soslayaron un hecho importante y grave: el financiamiento ilegal de su campaña con recursos del extranjero.

“El asunto fue insuficientemente investigado y sancionado por el IFE, en aquel momento no nos pareció mal. Y en 2012 se repite la historia, pero esta vez nadie celebró”, expresó.

Dijo que el IFE en este momento histórico se encuentra en un punto intermedio, “ni en la cima que alcanzó José Woldenberg ni está en el suelo de Luis Carlos Ugalde. Para alcanzar la credibilidad perdida se debe reestructurar el diseño de la ley para fortalecer la fiscalización de los topes de gastos de campaña”, reiteró.