Las noticias no son alentadoras en estos tiempos de guerras como la de Siria que ha cambiado radicalmente la vida de la población civil en ese país, los asesinatos en México que han alcanzado las campañas electorales y a los candidatos, uno en Guerrero, asesinado, además de un simpatizante panista en Chiapas; por uno de sus adversarios. Encuestadoras que aparecen y a los dos días desaparecen en Puebla, con cuestionarios tendenciosos que promueven directamente descalificaciones en contra del candidato de Movimiento Progresista Andrés Manuel López Obrador.

Escuchar los testimonios de los agricultores sirios que han tenido que dejar sus campos, sus casas y todo lo que rodeó sus vidas, por la acción del ejército que arrasó quemando los campos de labor en un poco más de un año que lleva la guerra y que ha llenado de terror y tristeza a los ciudadanos que no encuentran esperanza de que la situación cambie en su país.

Los campos de labor sirios, son una de las actividades fundamentales de la economía de ese país. Ahora, están olvidados, sin siembra y no saben los ciudadanos desplazados cuando volverán a su actividad diaria. Han huido de sus campos, pero no quieren abandonar su país.

El gobierno de Bashar Al Assad ha sido uno de los más crueles en la historia de la humanidad. Las muertes y torturas de niños, mujeres y hombres ha sido sistemática y no se ve cuando puede parar la matanza.

Ahora los sirios que resisten enfrentarán el hambre por la falta de cosechas en sus campos arrasados. ¿Cómo pueden pueblos como el sirio, conservar la esperanza y pensar en un futuro luminoso con esa guerra tan cruel?