Imagen tomada del sitio cinismoilustrado.com

Ernesto Aroche Aguilar

@earoche

La marcha #yosoy132 sacó a las calles a miles de jóvenes e insufló la idea de que la primavera mexicana ha comenzado a mostrar sus flores a través de un movimiento predominantemente universitario que apunta a uno de los poderes fácticos que hasta el momento había librado cualquier intento de ser llevado al banquillo: los medios de comunicación, especialmente los monopolios mediáticos aliados al poder político.

Foto Joel Merino

Extrañamente a los “indignados” mexicanos, a los protagonistas del mayo azteca no los movió la falta de oportunidades laborales como a los españoles, ni la defensa del sistema educativo como a los chilenos, ni el reclamo a cambiar la política económica de los okupi estadunidenses, sino el manejo tendencioso de la información por parte de algunos medios informativos de alta incidencia social –Televisa, TV Azteca, OEM y Milenio– para proteger y arropar a un candidato.

Aunque podría no ser tan extraño que los universitarios hayan apuntado hacia el poder mediático, un ente que pudiera pensarse que poco incide en su vida cotidiana pues al fin nativos digitales sus vías de comunicación e información son otras, las propias redes sociales. Y pudiera ser no tan extraño porque es ese mismo poder, desde su óptica, está apostando a apuntalar a un candidato que representa el  regreso de un grupo político y un partido que representa un pasado aletargado e incluso autoritario.

Para Hugo León, catedrático en la Universidad Iberoamericana y en la Universidad de las Américas, la marcha mostró dos cosas: que los jóvenes mantienen una relación desparpajada con los medios tradicionales porque construyen su realidad noticiosa y conforman su opinión a través de otros mecanismos como las redes sociales –Twitter, Facebook y Youtube principalmente– que les ofrecen la información sin un filtro editorial basado en intereses empresariales.

Y por el otro, esa asociación de la manipulación informativa para incidir en la votación que avecina, por ello, aunque se asume como un movimiento apartidista no son apolíticos, “sí hay la crítica a un candidato construido mediáticamente y con casas encuestadoras, vinculado a Televisa y a la imagen que se construyó como galán de telenovela, incluso casándose con una actriz de esa televisora”.

Para el analista y consultor en Media literacy, hay todavía dos momentos que pueden seguir alimentado al movimiento #yosoy132 en el último mes que le queda al proceso electoral, por un lado la presencia del candidato de la izquierda en Televisa, cuando le toque participar en Tercer Grado y el segundo debate. “Si el movimiento mantiene su articulación incluyendo a más estudiantes de otras universidades que aún se han mantenido al margen, y esos dos momentos insuflan energía, podría llegar a la elección del 1 de julio con mucha vitalidad y ese ambiente de efervescencia”.

Inyectar creatividad

Para Yussel Dardón, escritor poblano y hasta hace unos días editor de un diario local, el movimiento ha estado cargado de creatividad y de una interesante propuesta visual que le hace prever que seguramente hay ya quien esté preparando un documental sobre el momento histórico.

Especialmente por que los jóvenes de #yosoy132 no sólo saben manejarse en las redes sino tienen los herramientas para hacerlo: desde un smartphone a cámaras digitales.

“Y si no sucede qué pena, han tenido manifestaciones muy buenas en las redes, carteles, parodias, videos en Youtube, en imágenes, si no se refleja en un documental sería muy lamentable”, apuntó.

“Me parece que es un buen paso, en este país estamos acostumbrados a dar pasitos, este es uno de ellos. Tal vez se pueda criticar que hay cierto grado de pasividad, pero es una primera manifestación y su primera protesta. En qué va a devenir no sé. Muchos ya le llaman una generación 132, me parece muy chocante como la etiqueta de la generación Zoé, y eso, pero si este movimiento se refleja en las urnas habrán cumplido las redes sociales, ya veremos qué pasa con las marchas incluso en la derrota”.