Ernesto Aroche Aguilar

@earoche

En Puebla tener estudios superiores ya no es una herramienta que ayude a la movilidad social, por el contrario, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) el 50 por ciento de los desempleados cursó preparatoria y licenciatura, al menos.

Es una cifra que en el último año, el primero de la nueva administración estatal que encabeza Rafael Moreno Valle, repuntó significativamente a pesar de que se redujo el número de desempleados en el estado en un 5.7 por ciento.

El último reporte de la Encuesta Nacional de Empleo y Ocupación (Enoe) del Inegi da a conocer que la cifra de trabajadores desempleados se redujo en el primer trimestre del año al pasar de 102 mil 908 a 96 mil 878 entre 2011 y 2012.

Aunque esa reducción en el desempleo se sustenta en puestos de trabajo con bajos salarios, o incluso sin ellos, sin seguridad social o que se ubican en el sector informal de la economía, según se desprende del informe oficial.

Más estudio menos empleo

En los últimos dos sexenios el desempleo se ha concentrado en aquellos que declaran tener secundaria completa o estudios medio y superior terminado. En 2005, el primer año del sexenio marinista, por ejemplo, el 36 por ciento de los 72 mil desempleados tenían la secundaria terminada, otro 30 por ciento estudios superiores.

Seis años después, Moreno Valle arrancó su sexenio con 102 mil desempleados, de los cuales el 37 por ciento cuenta con estudios superiores, el 28 por ciento terminó la secundaria, el 19 logró terminar la primario y el resto no llegó a completarla.

Como se observa, ya en ese momento, el primer trimestre de 2011, hay un aumento considerable –21.4 por ciento– en el porcentaje de desempleados con estudios profesionales o semiprofesionales.

Un año después, y trascurridos los primeros 12 meses del sexenio morenovallista aunque el número de desempleo se reduce a 95 mil registros, se disparó el porcentaje de personas sin trabajo con estudios medio y superior al  pasar del 37 por ciento ya señalado al 48 por ciento, mientras que aquellos que tienen la primaria incompleta pasaron de ser el 15 por ciento al 6.5 por ciento en un año.

Esto significa que en las nuevas contrataciones se privilegió la mano de obra poco calificada y barata, pues como también se observa en la información del Inegi el promedio salarial del 65 por ciento de los nuevos empleos está entre uno y dos salarios mínimos, es decir entre 1774 y 3 mil 544 pesos mensuales.