A pesar de que durante los últimos meses la situación de los migrantes en México ha pasado prácticamente desapercibida en la agenda pública, el problema de la violencia y la inseguridad no ha desaparecido.

Durante el último mes, dos de los principales defensores de los migrantes en el sureste del país, Fray Tomás González y el Padre Alejandro Solalinde, en Tenosique, Tabasco, e Ixtepec, Oaxaca, respectivamente, sufrieron amenazas que atentan en contra de sus vidas y la seguridad de todo el personal de sus albergues y los propios migrantes.

En el albergue “La 72” en Tenosique, el pasado 15 de abril dos hombres que se dijeron ser migrantes ingresaron; no obstante un trabajador del lugar los identificó como informantes de la PGR por lo que personal del albergue les pidió se retiraran. Ante ello, éstos salieron luego de replicar, y posteriormente un individuo que se encontraba afuera dijo al personal del albergue que los hombres buscaban a unos migrantes que habían presentado una denuncia de extorsión contra agentes de la Agencia Federal de Investigación (AFI). Dijo: “Queremos hablar con ellos, venimos en buena onda”. El personal explicó que, si necesitaban algo, los agentes podían convocar una reunión oficial en las oficinas del ministerio público en la PGR. El agente de la AFI respondió con una amenaza velada: “Yo también leo la Biblia y, como dice, verán cosas que nunca se han visto”, de acuerdo con un comunicado detallado de Amnistía Internacional.

Asimismo en Ixtepec, luego del asesinato de un joven de la comunidad el 31 de marzo, integrantes del Grupo de Rescate Urbano trataron de culpar a los migrantes del homicidio. Sin embargo, el sacerdote desmintió las acusaciones y al término del funeral del joven conocido como Chuchín, dos personas se le acercaron, aparentemente intentando atacarlo. Un día después, un colaborador le informó al sacerdote que habían contratado a un sicario para matarlo.

Posteriormente, también el 15 de abril dos hombres se acercaron a agredir verbalmente a los migrantes cuando éstos bajaron del tren y se dirigían al albergue; cuando Solalinde intervino éstos lo amenazaron e insultaron.

Ante ello, Amnistía Internacional urge a las autoridades que garanticen la protección tanto del personal de Ixtepec como de Tenosique (exigiendo que se inicie una investigación acerca de las personas vinculadas a la AFI que pretendieron ser migrantes para entrar a “La 72”).

En concreto, la ONG lanzó una acción urgente que puede ser firmada aquí para salvaguardar la vida de Solalinde, quien ya ha recibido varias amenazas de muerte –por las cuales la Comisión Interamericana de Derechos Humanos recomendó medidas cautelares para el defensor–.

Los comunicados detallados pueden ser consultados en el sitio oficial de Amnistía Internacional México, así como los datos para enviar cartas y presionar a las autoridades para resguardar la vida de los defensores.