En una sociedad conviven personas de diferentes edades, formas de pensar, de ver la vida y de recursos económicos. Para que la sociedad viva en paz y no existan delitos en contra de los ciudadanos, se tiene a la fuerza pública, la que se supone que es garantía de cuidado y protección. Los ciudadanos pueden vivir confiados. Lamentablemente la  vida real no es así. Sucede que en muchos casos es la propia policía la que agrede a los ciudadanos. Hoy se acerca a nosotros una madre de familia para denunciar el robo y los golpes que recibieron su hijo y sus amigos de parte de la policía de San Andrés Cholula. El delito de los jóvenes era simplemente salir de un bar.

¿Cómo pretende la autoridad que los ciudadanos confiemos en la policía cuando suceden estas cosas que, hay que decirlo, no son tan poco comunes en este país?

La impotencia que sienten los ciudadanos que van a denunciar y no son escuchados es desoladora. ¿Entonces para qué existen las campañas en las que piden a los ciudadanos denunciar para que los delitos no se repitan y que van a ser atendidos inmediatamente y de la mejor manera?

En otros países puede ser que exista esa situación, en el nuestro, no, lamentablemente.

Pero al mismo tiempo que la sociedad tiene que salvar cotidianamente estos tan difíciles obstáculos, la ciencia avanza a grandes pasos en beneficio de la sociedad y de una mejor calidad de vida para todos.

Científicos de la BUAP, han diseñado un robot que tiene múltiples aplicaciones en la medicina y la industria.

El robot puede ser un auxiliar médico en labores de fisiatría tal y como lo puede desarrollar un médico. Buenas noticias que seguramente en muy poco tiempo mejorarán la salud de los pacientes que necesitan rehabilitación.