Rosana Renau Aymamí

El interés  prestado en la actualidad al género como fuente de desigualdad ha traspasado los límites de la academia y se ha insertado en la esfera política.

Muchos programas dirigidos a la solución de los problemas fundamentales de la población tienen como centro a las mujeres o los grupos domésticos, sin embargo,  sigue habiendo un abandono de lo que algunas autoras (Kaber) nombran como intereses y necesidades de las mujeres. Diversas propuestas afirman que, parte de los problemas para poner el acento en las mujeres, es la disolución de las políticas públicas en espacios heterogéneos donde se pierde la perspectiva y se hace difícil el seguimiento de los avances en este sentido.

Se maneja la perspectiva de la tranversalidad del género en las políticas públicas (o main stream) como la posibilidad de hacer visibles tanto a las mujeres con sus necesidades como los beneficios reales que ellas pueden obtener.

En términos de políticas públicas sucede algo similar a lo que acontece en términos de la representación política de las mujeres: luego de haberse planteado, otros intereses –considerados superiores- se privilegian (plataformas políticas de partidos, proyectos de los cuales dependen subsidios, etc.)

Un estudio al respecto de lo que ha acontecido en los últimos 20 años debería ser el punto de partida para hacer propuestas concretas. Un eje medular será la teoría de género así como el papel de las mujeres al interior de los grupos domésticos –espacios que deben ser centrales en los proyectos respecto a la población-.

Políticas Públicas

Una cuestión fundamental es entender el significado de las políticas públicas, la relación de estas con el estado,  con el sistema hacendario y con la calidad de la ciudadanía.

Asimismo deben considerarse las políticas que responden a exigencias externas a las necesidades de la población o que obedecen a necesidades del estado, particularmente desde la entrada en escena del neoliberalismo y la era globalizada.

Partiendo de que la población es una riqueza nacional y que como tal debe estar en condiciones óptimas para su aprovechamiento se puede definir a las políticas públicas como las herramientas que sirven a este fin que se dirigen a problemas específicos: salud, educación, trabajo, vivienda y, en un nivel más amplio el bienestar social.  Aquí es necesario distinguir entre bienestar y “bienestarismo”.

Este proyecto tendrá por lo mismo diversas aristas:

• la teoría de género y la relación entre las mujeres y la población,
• las diversas políticas puestas en marcha desde inicios de la década de los 80   hasta la fecha (2005),
• la política fiscal y las políticas sociales en México.

Uno de lo objetivos principales es participar de los esfuerzos que se realizan a fin de desaparecer las desigualdades de género en el ámbito nacional al que se han sumado legisladores y diputados.

Entender la centralidad de las mujeres en términos de beneficios para la población es importante si realmente se quieren eliminar las desigualdades.  Esto incluye considerar el papel de las mujeres en lo doméstico, como las depositarias del bienestar familiar, revisión y discusión de la selección de los beneficiarios de las políticas públicas, análisis de las estadísticas respecto a indicadores de bienestar considerando las cuestiones que están en la base de las diferencias.

Asimismo implica incluir a las propias mujeres en la discusión a fin de acabar con las decisiones verticales y optimizar, tanto las propuestas como los recursos asignados a las variadas cuestiones que deben ser cubiertas.