Redacción

Este miércoles falleció una de las mejores intérpretes de blues y soul: Etta James, quien hizo algunas de las mejores interpretaciones de baladas románticas y desarrolló un estilo que sigue vigente en algunas jóvenes cantantes.

Falleció víctima de leucemia y desde hace algunos años también padecía alzheimer, pero fue cantante que nunca abandonó su trabajo desde que comenzó a los 14 años como interprete de góspel, luego firmó un contrato con la disquera Chess y desde entonces se mantuvo activa en el mundo de la música, sin recibir sin embargo, mucha popularidad, al menos como la tuvieron algunas de sus contemporáneas.

Nació en 1938 en Riverside, California bajo el nombre Jamesetta Hawkins, luego adoptó el nombre con el que fue conocida como cantante, y tocó con algunas de las mejores banda de Jazz de Estados Unidos.